Aforismos[1] de fuego, miseria y miserables en Chile

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Por Marcel Albano

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Soundtrack del texto: U2 – I Still Haven’t Found What I’m Looking For (Official Music Video)

Frases y reflexiones escogidas sobre el nacimiento de la miseria en Chile

“La causa suprema de la miseria es el deseo de poseer y conservar lo poseído.”

Buda

“Fijaos en mí: partiendo de la nada he logrado alcanzar

las más altas cumbres de la miseria con mi único esfuerzo”.

Groucho Marx

Uno no se mata a uno mismo por el amor de una mujer, sino porque el amor

(cualquier tipo de amor) nos revela en nuestra desnudez, nuestra miseria,

nuestra vulnerabilidad, nuestra nada misma.

Cesare Pavese

“La ignorancia no discierne, busca un tribuno y toma un tirano. La miseria no delibera, se vende.

Alejar el sufragio de manos de la ignorancia y de la indigencia es asegurar la pureza

y acierto de su ejercicio. Algunos dirán que es antidemocrático pero la democracia, tal como

ha sido ejercida hasta ahora nos ha llevado a este triste destino.”

Juan Bautista Alberdi, político argentino 1810–1884

“Maestro, a esta mujer se le ha sorprendido en el acto mismo de adulterio.

En la Ley, Moisés nos ordenó apedrear a tales mujeres. ¿Tú qué dices?

Con esta pregunta le estaban tendiendo una trampa, para tener de qué acusarlo.

Pero Jesús se inclinó y con el dedo comenzó a escribir en el suelo.

Y como ellos lo acosaban a preguntas, Jesús se incorporó y les dijo:

“Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera”

“Se dice que la miseria entre dos es soportable.”

Julio Verne

“La miseria engendra miseria, la pobreza, avaricia, la desgracia, indiferencia, y el amor, mi

única riqueza, iba a hacerme peor, egoísta, mezquina, codiciosa.”

Almudena Grandes

“No tengo derecho a decir o hacer nada que disminuya a una persona ante sí mismo.

Lo que importa no es lo que yo pienso de él, sino lo que él piensa de sí mismo.

Herir a una persona en su dignidad es un crimen”

Antoine de Saint Exupery

I

Como señal de los astros el trigésimo séptimo día, 6 de febrero 2024, coincidió entre la muerte del ex presidente Sebastián Piñera y el cumpleaños de Axl Roses y Giorgio Jackson, peculiares representantes de la generación X y el polifacético multiverso millennial.

 II

Las redes sociales se contaminaron con comentarios miserables plagados de odio, rabia, venganza, maldad, sorna, insensatez, ignorancia, hipocresía, dobles discursos y repito, maldad inmensa, maldad e hipocresía en moros y cristianos. En mis años de vida digital en redes sociales, jamás había leído tanta miseria, tanto comentario altanero, visceral e impulsivo. Todas y todos en la vida nos hemos pasado tres, cuatro y cinco pueblos alguna vez. Sin embargo, cuando la miseria en el habla se concentra socialmente como una energía colectiva, desnuda a la sociedad chilena, como una tierra de bárbaros sin santas sin santos.

III

Todo muy transversal y estadísticamente intuitivo. No hemos aprendido nada; las fluidas y laxas identidades culturales de las corrientes políticas que crean opinión pública, el fariseísmo en el velo religioso de sus ideas y creencias, tienen al espíritu de la cultura navegando por las profundidades oscuras de la pestilencia, hedores nauseabundos haciendo cundir la desconfianza en todo tipo de relaciones sociales, creando malestar físico y emocional. Allí se vomitan, definitivamente, los relatos mentales de la población, carboneando su energía en un sistema social en crisis, cristalizando escasez de productividad, eficacia y menos eficiencia. Inquirí a mis hijas no bajar al submundo de noticias de Twitter, sin herramientas para leer el alcantarillado de cloaca, la arquitectura mental podrida y reproducida de las redes sociales.

IV

Un medio re posteado en la historia de Facebook de una bella cibernauta, indicó que la PDI confirmó el uso de bencina y parafina en los incendios de la costa de la región de Valparaíso. Será lo mismo en O’Higgins, Maule y sus valles centrales, seguramente. Mientras avanzaba el pasto seco ardiendo sobre todas las comunidades vecinales con su estela de muerte y destrucción, el ex presidente Sebastián Piñera trágicamente se hizo centro de atención de los medios de comunicación, y el sentir de una amplia mayoría de la población, reedificando un consenso en las creencias y los relatos en tonos muy distintos a los usados por la misma población que ayer lo odiaba, siendo objeto central de la burla durante el estallido social. El/la votante pasa de emoción en emociones, y los recuerdos sobre el ex presidente, mitad ángel mitad bandido, toma finalmente una figura nueva luego de renacer desde las aguas del lago Ranco. Durante los días de sus funerales, se ha desarrollado un movimiento sustancial en el reflexionar de la sociedad que pone en la balanza, compara y valora ahora sus acciones, junto con las vergüenzas de sus antiguos impugnadores.

V

¿Cuántos relatos, cuántos comentarios, publicaciones, bromas, humor, memes y dichos sobre el ex presidente Sebastián Piñera resurgirán desde las huellas digitales, resignificando los distintos epicentros del otrora Piñera?, ¿es el mismo ex presidente Sebastián Piñera del que nos burlamos a través del Piñera-Kramer en el Festival de Viña del Mar el que guía ahora el sufrimiento colectivo de la sociedad chilena?, ¿cómo se sostiene ahora entonces a los multiversos de la figura de Sebastián Piñera, la persona; el Piñera-vendido de Kast, el Piñera-vecino-de-caburgua de la ex presidenta Michelle Bachelet del PS, el Piñera-porno de Mayol, el Piñera-pituto-papers de Tomás Mosciatti, el Piñera-asesino de Cariola y Vallejos, el Piñera-incapaz-violento del ex diputado Boric, el Piñera-ql coreografiado con bailes y cantos populares en las calles? El monstruo de la opinión pública devorará a sus persecutores, devorándose a sí mismo, como es lo que es, un uróboro.

VI

Se estrechan los espacios de legitimidad y validación de los discursos de los extremos políticos, acercando la energía de la semana hacia un nuevo epicentro de cohesión social; el dato mata al relato se suele decir en la metodología de investigación, y en otro plano de interpretación de la historia y su legado la ciudadanía adopta, ojalá sinceras quién sabe, muestras de unión y empatía. Sospechoso: en la nueva presencia áurea de la sociedad chilena, se enfrentan pulsiones, arrebatos y la miseria de los relatos del pasado, bajo el manto de apariencias de ideas y creencias altruistas, nobles, republicanas. Relatos que en el inicio del ciclo histórico de violencia y ensayos constitucionales, contrastan con sus aportes, resultados y estadísticas económicas, frente a las impugnaciones en materia de derechos humanos, seguridad, origen de la violencia, migración, entre otros. Todo aquello que cada quien ha vivido -y sufrido- desde el estallido social, cada quien en su posición y perspectiva en la estructura de la sociedad, tiene alguna vértebra con la vida, obra y trágico final de alguna versión de la persona de Sebastián Piñera. “Fue un presidente de fin de la transición, que tuvo el mérito de enseñarle a su sector que vive en un país que razona en el centro y no los extremos”, reza uno de los cien queques aparecidos en “El Mostrador”.

VII

Chile religioso histórico: la izquierda tiene su “Salvador” Allende

y la derecha su “San” Sebastián Piñera.

VIII

Nuestra cultura comunicativa carece de espacios cognitivos de reflexión y colaboración. No tenemos herramientas para encontrar mínimos comunes múltiplos, el buen uso del pensamiento crítico y la empatía suficientes como para volver a mirarnos en lo más básico: seres humanos que temen volver a confiar en un ambiente social plagado de espacios de misoginia, misandria y discriminación. La salud mental agobiada por la ansiedad, el miedo y la angustia de la población, efecto de las vicisitudes de la vida cotidiana, presiona sobre los delicados tejidos neuronales de la mente y las emociones en toda la población alimentada por las pequeñeces de la miseria humana que habita cancerosa en toda organización e instituciones sociales, basada en un legado oculto heredado del crecimiento económico ahora añorado, desvalorizado en su tiempo. Una energía que trae de vuelta al barco chileno que vaga en el triángulo de las Bermudas y el infierno del fuego, sin querer entender ni usar instrumentos, herramientas, fortalezas sobre la utilidad práctica que significa observar nuestras debilidades. Se escucha el llanto de un niño huérfano sin padre, sin madre, sin tíos ni hermanas ni hermanos. Faraway, so close.

IX

La moral individual y sus sesgos estéticos, emocionales y cognitivos, se alimenta de la creencia de que la mal entendida autopercepción, es EL único punto de vista válido y legítimo para imponer una verdad que anida como un parásito, controlando la vanidad intelectual.

X

Hacer lectura de los comentarios de redes sociales, necesita de brújula. Hay que considerar que, básicamente, los comentarios de redes sociales, son un texto cualitativo que metodológicamente, opera como un mapa multidimensional de tejidos neuronales de un conjunto de la sociedad que termina siendo influenciada, repitiendo mantras que ha adquirido y toma para sí, para su yo, para su ego. El lector que intenta oficiar con doble hermenéutica, debe comprender que, en la lógica de la exploración de contenidos cualitativos, se lee finalmente la psiquis de la sociedad. A la vez, son una orientación de juicio, de opinión y formación sociocultural en todas las generaciones vivientes. Su omnipresencia, nos permite presuponer que, con escasas variables y factores, se erige como un sistema de razonamiento, entendimiento y comprensión de los habitantes de esta cultura: la que forma los conceptos, los valores y las normas de la ética, creando tensión, presión e inflamación en la cohesión social mediante puentes y muros que existen en todas y todos nosotros.

XI

La mesura y los datos que matan a los relatos febriles, viscerales, obscenos que están enquistados en la psique de la opinión pública, hace pensar en todas las problemáticas que llevan ellas a los distintos actores sociales: en todos los oficios, roles, en todas las generaciones deformando la calidad humana, el sentido de comunión, sentido y pertenencia.

XII

La miseria de los incendios y los incendiados. La miseria humana de poblaciones defendiéndose de saqueadores, ladrones, asesinos que no distinguen niños, mujeres, adultos mayores ni discapacitados. Quedan atrapados en las cenizas de la desatención, aunque los otrora impugnadores hoy gobernantes, aseguran, serán eficaces, eficientes y efectivos… la duda razonable, se instala en las víctimas que tienen ahora una imagen de Don Sebastián inteligente, trabajólico y supervisor. En el mar de la muerte de la comunicación de las redes sociales, un comentario de una internauta que parece ser expresado desde la lejanía del desierto dice: «Desde entonces vivimos una película de terror que empeora cada día, y hoy vemos la miseria humana en su máxima expresión, incluso en los que algún día tuvimos algo en común.» Benigna sabiduría popular. El aprecio asombroso que hoy se tiene por la figura del ex presidente, con los sostenidos y bemoles de todo ser humano, debe cristalizarse, por último, en reparar la República, actuando bajo una política seria de asistencia al daño causado a las víctimas de los incendios, y la protección efectiva, eficiente y eficaz de la población dañada. El resto de palabras comunicacionales y oportunistas, siempre se harán humo junto a las cenizas de los muertos y desaparecidos.

XIII

Por el contrario, también existe en el espíritu de nuestra cultura el amor, la fe y la esperanza que se ve en los gestos silenciosos y que se tejen en el pueblo diligente, sabio; en iglesias de diferentes doctrinas, juntas de vecinos de toda la nación, solidaridad internacional, y toda expresión de comunidades humanas, actores sociales y políticos que en lo invisible, gestionan, organizan y crean redes operativas, para ayudar a los prójimos que están sin nada más que muerte, inseguridad e incertidumbre. Una escala de ansiedad y desolación que debe llevarnos a reflexionar sobre los privilegios, lujos y calibrar las propias desigualdades e injusticias que deben ser sanadas en el encuentro, el cariño y el sano afecto. Bomberos que lucen la insignia del servicio público con sudor, sangre y lágrimas reales. Funcionarios públicos que no abandonan sus puestos ni tiempo de vida frente a los otros: los burócratas, los tramitadores, los licencia-médica, los-vacaciones, los apoyo mirando el celular, los títulos de cartón, los desidia. Chile tiene esperanza y buena gente. Solo que los chilenos y chilenas, deben ser más y efectivos para sacar de todas las organizaciones e instituciones de la Vieja República, la grasa pública. Eso sí sería un gran legado, práctico y útil.

^[1] ¿Qué es un aforismo? Un aforismo es un género literario que consiste en máximas, es decir, frases u oraciones breves, en las que se expresan ideas de manera concisa y categórica. Puede ser una definición, una relación de cosas o una descripción particularmente elocuente.