Análisis | Ya no es tiempo de diagnósticos, es tiempo de acción

El cambio de gabinete tuvo algunas sorpresas pero en lo grueso se ciñó a la expectativa. A nivel de subsecretarías, el cambio fue significativo: más de un tercio son caras nuevas y entre l@s quince nuev@s subsecretari@s, la mayoría son mujeres.

Rolando Cárdenas

Y llegó el lobo. Tal como había trascendido a la prensa, se produjo el cambio de gabinete, con un par de sorpresas: el cambio de ministra de Ciencias que no estaba entre las posibilidades, (asumió Aisén Etcheverry en reemplazo de Silvia Díaz), y la no remoción del ministro de Educación que estaba en todos los pronósticos. Al mediodía, en todo caso, había trascendido que el presidente Boric tuvo puesto que Marta Maurás no aceptó la cancillería y que además estaba haciendo ajustes para tratar de mantener al ministro Ávila en Educación. Lo que también representó una sorpresa fue la nominación de Jaime de Aguirre, un ex Mapu que se transformó en importante ejecutivo de televisión, en reemplazo de la ministra de Cultura, Julieta Brodsky.

En síntesis, un cambio ministerial acotado; en lo que respecta al núcleo político del gobierno, sale la canciller Urrejola y asume el independiente pro PPD, Alberto Van Klaveren. En los gabinetes sectoriales, lo relevante es el cambio de OO.PP., donde asume la militante socialista Jessica López. En Deportes, que tendrá mucha figuración pública este 2023 por los Juegos Panamericanos, asume Jaime Pizarro, quien ya había ejercido como subsecretario de la misma cartera en Bachelet 1.

El cambio mayor tal como se había anunciado fue a nivel de subsecretarías, en que hay 15 nuevos subsecretarios, lo que en términos políticos se traduce en ocho militantes del socialismo democrático (del PS en Secretaría de Gobierno, Relaciones Exteriores, Derechos Humanos, Agricultura, del PPD en Defensa, Bienes Nacionales, y Liberales en Turismo y Energía), tres de Apruebo Dignidad (de RD en Salud Pública y SUBREI, de Comunes en Educación Superior) y cuatro independientes (Hacienda, Niñez, Educación, Derechos Humanos).

Hay una mayor presencia del socialismo democrático como era de esperar, se refuerzan tres áreas deficitarias, educación, relaciones exteriores y salud que tienen problemas de gestión interna, y habrá que aguardar lo que sucederá a nivel de regiones, donde se esperan cambios a nivel de delegaciones y seremis.

Cuando se nominó al primer gabinete del actual gobierno, se decía que era un gabinete de campaña ya que la tarea principal era la aprobación de la nueva constitución, comicio del que ya sabemos los resultados. El efecto de esa derrota se tradujo en cambios en el comité político y el ingreso de las ministras Tohá y Uriarte, que vinieron a recomponer parte del déficit político existente, estableciendo un buen tándem con Marcel y el subsecretario Monsalve.

Está claro que el gobierno no quiere repetir el error de amarrar su éxito a la elección de consejeros constitucionales y la nueva constitución y opta por apuntar a mejorar su gestión. Como indica Alberto Mayol, un gobierno debe ser ante todo eficaz.

Sin embargo, para ser eficaz es necesario tener claro el norte estratégico que tendrá la nueva fase del gobierno, que si se realiza adecuadamente reforzará la creciente mejora en su aprobación que se logra gracias a una gestión eficaz en la tragedia que representan los incendios forestales. Por eso, la frase del presidente ya no es tiempo de diagnósticos, es tiempo de acción, es lo que mejor grafica la intención de este cambio.

Los problemas que enfrenta el país están claros y es de esperar que tengamos un gobierno enfocado y eficaz, junto a ello es muy relevante como se enfrentarán tres problemas centrales cuya resolución dependerá de los acuerdos que se tengan con la oposición: reforma de pensiones, reforma tributaria, reforma de salud con crisis de ISAPRES entre medio. Todo ello, en un ambiente que seguirá teniendo agendas particulares de cada honorable y una oposición que tiene todos los incentivos para obstaculizar más que para ser una oposición constructiva. Tampoco ayuda, y hay que decirlo, los errores comunicaciones de la actual administración, incluida la minuta post rechazo a la reforma de pensiones.

Y a Super Mario le apareció Bowser, una dura derrota política

Hoy, todo queda opacado por el cambio de gabinete, pero no podemos dejar de referirnos a la gran derrota política que sufrió el gobierno con el rechazo a la reforma de pensiones. Así como antes erróneamente explicitó que su programa dependía en gran medida de la nueva constitución, hoy el mensaje era que las principales medidas de política pública propuestas dependían de poder mejorar los ingresos de las arcas fiscales, mediante una reforma tributaria y ya sabemos su resultado.

En ediciones anteriores, comentábamos que los incentivos para las oposiciones, del color que sean, están puestos en hacer fracasar al gobierno de turno. Este, que es un fenómeno global, se explica en gran medida por la necesidad de la ciudadanía de tener respuestas rápidas a los gravísimos problemas que los afectan, y al no tenerlas, cambian la orientación de su votación en 180 grados sin dificultad. Por tanto, el negocio es los buenos y malos, sin matices.

Ahora el gobierno debe determinar cómo seguir y hasta el momento pareciera que se presentarán partes de la reforma rechazada pero que concitan mayores acuerdos porque, aunque hoy existen recursos extras fundamentalmente por el litio, Hacienda responsablemente busca generar ingresos permanentes para gastos permanentes y el litio es un ingreso variable.

A propósito del litio: es indispensable que el gobierno escoja un camino, o empresa estatal o concesión a privados, ya que el ciclo alcista del litio es vulnerable ante eventuales susititutos más económicos.

Reconstruir comunidad, el desafío no asumido

A propósito del trabajo con campamentos y en la contingencia de los incendios forestales, el ministro Montes ha manifestado la necesidad de reconstruir tejido social, ya que de otra manera las intervenciones del estado se pierden y/o se dificultan enormemente.

Esta necesidad se ve también en los temas de seguridad y aquí hay un déficit que se debe enfrentar. Veremos si a través de políticas públicas y una mayor descentralización, confiando más en las propias regiones y/o comunas, se puede avanzar en un elemento que es consustancial para el éxito de desarrollo de las naciones.