Aristóteles ayer y hoy (IV)

Para Aristóteles, hay sentido primario de la verdad: se dice que algo es verdadero en tanto se presenta el ser que es, y falso, cuando presenta un ser distinto al suyo, una apariencia de aquello que pretende ser.

Por Pablo Rojo

Decía, entonces, que la filosofía primera tiene como objeto de estudio las cosas en tanto qué son en sí mismas, siendo por tanto ilimitado su campo de estudio, a diferencia de las ciencias particulares.

Ahora, si bien el ente tiene muchas maneras de expresarse, no lo hace de manera ambigua sino analógica, esto es, que toda expresión opera en relación a un principio único que da unidad a sus múltiples sentidos. A esta unidad del ente, que permite que la filosofía primera se constituya como ciencia, se le denomina sustancia y esta se expresa de manera analógica. Un término se dice analógico cuando tiene un único significado, los nombres propios por ejemplo o la palabra ‘hombre’ o ‘mujer’; en cambio, decimos que un término es ambiguo cuando tiene más de un sentido independiente entre sí que se expresa con esa misma palabra, por ejemplo ‘gato’ que puede referir o al animal doméstico que ronronea y maulla o a la herramienta que se suele usar para cambiar una rueda del auto. Pero la palabra ‘ser’ no es ambigua a pesar de su polisemia, dado que cada uno de sus sentidos tienen algo común que las unifica, así por ejemplo cuando se habla de un ‘hombre sano’ o ‘un estilo de vida saludable’ que, si bien no significan exactamente lo mismo y menos aun en el contexto en que son usadas, ambas tienen una referencia común a la salud en tanto bienestar. Y pasa de la misma manera con la sustancia en la medida en que según su sentido más amplio, toda entidad, esto es, todo lo que es y existe, tiene como forma o ser sustancia o ser un atributo de una sustancia.

Aristóteles afirma que el ser se expresa de cuatro maneras distintas, es decir, cuatro modos de ser:

a) Ser en sí o por accidente (es decir, por esencia o accidente);

b) Según las categorías;

c) Verdadero y falso;

d) Según el acto y la potencia.

Por ‘en sí’ y ‘por accidente’, se entiende aquello que es constitutivo de lo que se predica, así por ejemplo si una persona sabe o no jugar fútbol, es algo por accidente, no así cuando se dice que aquella misma persona que es un ser viviente, no siendo accidental sino al contrario, parte constitutiva de sí, esto es, su esencia. Este ser esencia que se expresa tiene diversos sentidos, siendo ellos los modos según los cuales el ser puede ser predicado, llamándolos Aristóteles predicaciones o categorías.

Aristóteles y Platón.
Fresco del pintor Rafael Sanzio.

Las categorías son los varios modos que el ser puede ser predicado, llamándolos también inflexiones o casos gramaticales, siendo válido tanto para las expresiones lingüísticas como para los diversos tipos de objetos y sus cualidades. En la obra de Aristóteles hay más de una lista de estas categorías, teniendo la lista más completa diez modos concretos: sustancia (por ejemplo, un hombre), cantidad (dos codos), cualidad (blanco), relación (doble), lugar (el liceo), tiempo (ayer), posición (sentado), estado (calzado), acción (cortando), pasión o pasivo (ser cortado). Esta lista no quiere diferenciar entre todas esas cosas, sino más bien apunta a que el ser mismo es modificado de manera única en cada uno de esos modos, significando algo distinto en cada uno de dichos casos. Por ejemplo, las piedras (sustancia) allá fuera en el jardín (lugar) apiladas diez en total (posición, cantidad), etc. Por último, todas las categorías tienen una unidad a la cual refieren, la sustancia, siendo el caso más evidente y amplio de la unidad analógica de la naturaleza y el fundamento de las categorías, dado que no solo refieren a ella, sino que tienen un sentido solo en la medida en que la sustancia esta presupuesta.

Lo verdadero y falso se da principalmente en los juicios, dado que la afirmación que ‘A es B’, con que uno ambos términos, ya implica en sí verdad o falsedad en la medida en que aquello que fue unido, o estaba realmente unido o fue unido de manera arbitraria, o estaba separado y unido de manera arbitraria. Además, se dice que algo es verdadero o falso no en tanto relación de dos términos, sino que de las cosas mismas, así por ejemplo cuando se dice que una moneda es real o una falsificación. Este es el sentido primario de la verdad: se dice que algo es verdadero en tanto se presenta el ser que es, y falso, cuando presenta un ser distinto al suyo, una apariencia de aquello que pretende ser, por ejemplo, el disco metálico que quiere pasar por moneda. Por eso el sentido de la verdad en la antigua Grecia se asocia a la luz y lo claro (aletheia), en tanto que la aparente moneda al estar al descubierto hace evidente su falsedad, esto es, el ocultar su verdadero ser, siendo lo falso el descubrimiento del ser fraudulento en vez de un ser genuino (un disco de lata en vez de una moneda de plata).

Escuela de Aristóteles.
Fresco del Pintor Gustav Adolph Spangenberg.

Por último, el ser puede predicarse en tanto potencia o acto, esto quiere decir que una entidad puede existir por lo que será o en tanto efectivamente existiendo, es decir, en acto. Por ejemplo, el árbol puede existir como posibilidad en tanto es semilla o puede ser efectivamente un árbol. Ahora bien, que haya un ser en potencia de las cosas no quiere decir que todo se puede generar de cualquier cosa, es decir, que la bellota tiene la posibilidad de actualizarse en un roble, pero no en un caballo. Por eso dice Aristóteles que lo actual es ontológicamente anterior a la potencia, dado que esta última es potencial de un acto determinado. Esto quiere decir, dos cosas, primero, que el acto está presente en la potencia, por ejemplo, la gallina implícita en el huevo dado que ella misma es la que está en potencia en tanto huevo; segundo, para que puedan actualizarse y existir, los seres en potencia tienen que tener un ser actual determinado que no sea a su vez potencia, por ejemplo, el huevo que existe en acto y es gallina en potencia o la bellota que es semilla en acto y roble en potencia. Esto quiere decir que la misma entidad es al mismo tiempo tanto acto de sí misma como potencia de un ser distinto.

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1 comentario en “Aristóteles ayer y hoy (IV)”

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