Por Edison Ortiz
El Regionalista también habló en exclusiva con el gran polemista, además, permanente colaborador de este medio y autor del bestseller, “Señor director”, que ya lleva varias ediciones. Como siempre el periodista y coach provoca y cuestiona la institucionalidad vigente. Esto fue lo que dijo en su intervención previa a su presentación en la Escuela de Verano Horizonte Democrático que se realizará el 13 de enero en Pichilemu.
¿Por qué es importante dialogar con actores políticos, en especial que se sitúan en la centro izquierda? ¿Qué valor tiene para ti?
Para mí es importante que ellos quieran escucharme. Habría que preguntarles a ellos qué es lo que los motiva a oírme, puesto que son cosas que yo siempre he dicho y planteado y que están muy bien resumidas en mi libro. De cualquier modo, bienvenida la actitud.
Mirko, ¿cuál es tu diagnóstico sobre el sistema político chileno y sus representantes?
A mí me interesa mostrar y hacer conciencia sobre la crisis terminal del sistema político y de su referencia: la democracia representativa. La reflexión necesaria que se debe hacer es cómo los partidos salen de esta crisis terminal de hundimiento del sistema. Los partidos tal como son, no sobrevivirán a esta crisis, no sobrevivirán a ella: van a morir igual. Se hundirán también. A lo más serán instituciones decorativas.
Siguiendo ese diagnóstico, ¿cuál es el futuro de la política?
Digital, segmentada, no ideologizada. De abajo hacia arriba con ciudadanos de estructura simple, de carácter digital. La gente no quiere ideologías, quiere solución a sus problemas, no quiere conflictos, quiere acuerdos, que los actores políticos sean capaces de escucharse mutuamente y entender en función de los requerimientos de la ciudadanía. En ese nuevo espacio, el parlamento tal como está, no encaja, no sirve. El mayor síntoma del derrumbe de las democracias son los parlamentos, no los gobiernos. Ahí es donde se juega la representación que es la que está cuestionada hoy. Ella termina siempre en inacción, en parlamentarios que se representan a sí mismos.
¿Alguna sugerencia para la gente que te oirá en Pichilemu, muchos de los cuales son gente joven con compromiso político?
Que estén con la cabeza bien abierta y dispuestos a escuchar aquello que mueve sus ideas preconcebidas. Les vamos a mover el piso. Ojos bien abiertos y oídos prestos.