Texto y fotos: Edison Ortiz, Raúl Paredes
En el sur de Chile, saliendo de Bahía Mansa en la costa de Osorno y luego de dos horas de navegación ininterrumpida, se llega a caleta Condor, donde la naturaleza se expresa con toda su fuerza y belleza, una playa exótica y remota que parece sacada de un sueño a la que se llega por el río Cholguaco. Ubicada en la provincia de Osorno, esta joya costera es un refugio para quienes buscan desconectarse del mundo y sumergirse en un entorno casi virgen, donde el mar, los bosques y la cultura mapuche se entrelazan en perfecta armonía.

Caleta Cóndor no es un destino fácil de alcanzar, y quizás eso sea parte de su encanto. Para llegar, es necesario adentrarse en caminos de tierra, cruzar ríos, navegar con oleaje de 2 a 4 metros y, en ocasiones, depender de la marea para acceder a sus playas. Este viaje, que bien podría considerarse una aventura, es una preparación para lo que se encuentra al final: un paisaje que roba el aliento.

La playa, rodeada de acantilados y una frondosa vegetación, es el hogar de una biodiversidad única. Aquí, el océano Pacífico se muestra en todo su esplendor, con olas que atraen a surfistas y un horizonte infinito que invita a la contemplación. Pero Caleta Cóndor no es solo mar; es también un lugar donde la cultura mapuche-huilliche está muy presente. Las comunidades locales han habitado esta zona por siglos, y su conexión con la tierra y el mar se siente en cada rincón.

Uno de los aspectos más fascinantes de Caleta Cóndor es su compromiso con la sostenibilidad. Las iniciativas turísticas en la zona están enfocadas en el respeto por el medio ambiente y la preservación de las tradiciones locales. Los alojamientos suelen ser rústicos y ecológicos, permitiendo a los visitantes vivir una experiencia auténtica sin dejar huella en este frágil ecosistema.

Para los amantes del trekking, los alrededores de Caleta Cóndor ofrecen senderos que atraviesan bosques nativos, cascadas y miradores con vistas impresionantes. Cada paso es una invitación a conectar con la naturaleza en su estado más puro. Y para quienes buscan relajarse, el sonido de las olas y la brisa marina son el mejor acompañante para un momento de paz.

1 comentario en “Caleta Cóndor: un paraíso resguardado en la antesala de la Patagonia”
Algún día tendré que conocer ese bello lugar, solo conozco Bahía Mansa y alrededores.
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