Candidatura a alcalde en Rancagua: la derecha en sus cabildeos

Por Equipo de El Regionalista

En Rancagua, la derecha pareciera que vive siempre al ritmo de una paz armada. Hasta que cada cierto tiempo estallan episodios bélicos que nos recuerdan a todos que hay tensión soterrada, como está sucediendo con la nominación sobre quien llegará a la papeleta como postulante a alcalde de Chile Vamos en la capital regional.

Hace unas semanas, el conglomerado anunció que Rancagua estaría entre las comunas en las cuales la decisión respecto de la persona elegida se adoptaría tras la aplicación de encuestas.

Hasta aquí, la concejala María del Carmen Orueta, militante RN, no veía sombras en su horizonte de aspirante a la alcaldía. Con un apellido que es marca registrada en la comuna, facilidad para llegar a las personas y una autonomía que la hizo estar siempre en el grupo de concejales denunciantes de Juan Ramón Godoy -la única de su sector-, podía aspirar al sillón edilicio. Para muchos, fue justamente esa postura crítica al interior del concejo municipal la que la distinguió de la otra concejala de derecha, Jacqueline Vidal, y mejoró su posicionamiento entre la ciudadanía.

Pero, hasta aquí, todo estaría quedando en nada.

Chile Vamos anunció durante la semana que su candidato sería Raimundo Agliati, secretario de Planificación en el municipio rancagüino durante la administración de Eduardo Soto y aspirante frustrado a la alcaldía en la última elección.

Hay recriminaciones cruzadas. Mientras el líder de RN en la región, Diego Schalper, acusa que los sondeos realizados ponían a la cabeza a Orueta, lanza dardos contra la empresa encuestadora que, según él, es cercana a la UDI. Desde la UDI, en tanto, cuyo líder es el senador Javier Macaya, se lavan las manos, pero para algunos quizás el binomio les vendría como anillo al dedo: Agliati en el municipio y Eduardo Soto, quien no se puede repostular al municipio, como candidato a gobernador.

En sordina, no pasa por alto que la nominación de Agliati llega desde Santiago, donde Macaya ronca tanto o más que en la región. O sea, otra vez la fusta santiaguina pone en línea a la periferia. Mientras, el oficialismo luce muy ordenado con candidata única elegida en las primarias de hace algunas semanas.