Por Rolando Cárdenas
¿Dando en el blanco?
Mientras escribo la columna, se esta desarrollando la ENADE, el lugar donde la política rinde examen ante los dueños del país, aunque hace ya varios años que participan mayoritariamente en su lugar los gerentes de sus empresas. Esta vez, como dijo el presidente en su intervención, estaban los ánimos crispados y el partido prometía ser duro, por tanto, había mas controladores de empresas que en años anteriores.

La primera impresión es que los intervinientes supieron bajar la presión y más bien quedó un mejor ánimo, aun cuando se deja en claro que una cosa son las palabras y otra las acciones. Diez ministros acompañaron al presidente, Obras Públicas, Mujer, Trabajo, Economía, Minería, Presidencia, Gobierno, Relaciones Exteriores, Interior y Hacienda. Las definiciones presidenciales en torno a comprometerse con reformas al sistema político y poner foco en el crecimiento fueron bien valoradas por los distintos representantes empresariales.
Como siempre pasa ante problemas complejos que sobrepasan la experiencia y capacidad de las instituciones y quienes las dirigen, se buscan soluciones simples, verdaderas soluciones milagrosas que resolverán los problemas. Un buen ejemplo es la delincuencia, frente a la cual hoy pareciera que contra toda la experiencia internacional tener militares en la calle aparece como la solución a nuestros problemas de seguridad.
Hay plena conciencia que hace más de diez años la economía está estancada y entonces es la permisología y principalmente el sistema político y en particular su fragmentación lo que impide que el país progrese. Es más fácil ponerse de acuerdo con cinco partidos, que con veinte, se dice para confirmar esa creencia.
En las últimas dos semanas, dos estudios han hecho una radiografía de nuestra realidad, por una parte, el reporte anual de riesgos Marsh McLennan y Zurich Insurance Group y la Universidad Suiza St. Gallen, que realiza un exhaustivo e influyente estudio para elaborar un ranking mundial de la calidad de las élites, basado en su capacidad para generar o para extraer valor agregado de sus economías.

Veamos qué plantean estas publicaciones. El reporte anual de Marsh McLennan y Zurich da cuenta de cinco principales riesgos para el país: la caída de la economía, que es un catalizador negativo para las otras amenazas, en segundo lugar, la erosión de la cohesión social, siendo la polarización social el riesgo crítico. En tercer lugar, la fragilidad del Estado, dada su ineficacia en las áreas claves de seguridad, economía, medio ambiente. En cuarto lugar, la migración involuntaria; factores como el crimen organizado obligan a abordar este problema. Y por último la inflación que, aun cuando ha habido un buen manejo de ella, las condiciones internacionales no ayudan a controlarla totalmente.
El estudio de la Universidad de St. Gallen busca responder el por qué de nuestro estancado crecimiento económico. Cuáles serían las razones, las tensiones entre grupos sociales no elitarios y élites dentro de la sociedad chilena. “El talón de Aquiles del modelo chileno es la severa dependencia en un crecimiento económico sostenido para legitimar las actuales estructuras de élite”.
El origen del estallido. El informe afirma que, mientras se crearon empleos en una economía estable, con salarios crecientes, el tejido social se mantuvo estable. “Sin embargo, en el momento en que el crecimiento económico se debilitó (o, en este caso, desapareció), los (la falta de) mecanismos de seguridad social fueron insuficientes para mantener las tensiones sociales bajo control”.
Y advierte que el sistema político y las élites tienen un nuevo “contrato social” como asignatura pendiente para el futuro, dos fallidos intentos de reforma constitucional que significaban la creación de un nuevo pacto social, cuya causa principal es la polarización de las elites, demuestran el grave error que se cometió.
Y por último, se reconoce que uno de los principales problemas de las últimas dos décadas ha sido la sostenida y persistente disminución de la productividad, algo que se ha diagnosticado hace años, pero finalmente poco se ha avanzado.
Problemas complejos no tienen soluciones simples y más bien son sistémicas y deben abarcar muchas áreas de intervención, pero lo principal es no engañarse, buscar consensos mínimos y hacer la pega. Si la oposición persiste en negar la sal y el agua al gobierno, podrá ganar la próxima elección, pero no tendrá ninguna posibilidad de cumplir sus promesas electorales. Lo que está en juego es bastante más profundo que cuál es el grupo que gobierna, lo que está en juego es la posibilidad de que el país aproveche las oportunidades que tiene y dé un salto al desarrollo. Como dice bien Churchill, un estadista es alguien que no piensa en la próxima elección sino en la próxima generación.

Y a propósito de la fragmentación de los partidos como el gran mal del sistema político, le recomiendo leer un interesante artículo de Carlos Huneeus en El Mercurio. En este artículo, Huneeus plantea que es un error creer que la fragmentación fue provocada por el sistema de representación proporcional impuesto en 2015, la fragmentación dice relación con los partidos que tienen poder de chantaje y hoy estos son seis, PS, FA, PC, RN, UDI y Republicanos.
Además, agrega Huneeus, nuestros partidos son débiles estructuralmente, hay pocos políticos de carrera y profesionales con habilidades para desempeñarse bien en el gobierno, y no tienen figuras de liderazgo para influir en el proceso político y en la opinión pública.
Por otra parte, el sistema de partidos no funciona en solitario, está integrado al sistema político, perteneciendo a una de cinco arenas interconectadas, la sociedad civil, la sociedad política, el Estado de Derecho, la burocracia estatal y el sistema económico.
Como se puede apreciar, si creemos que moviendo una pieza impactaremos el tablero completo, cometeremos nuevamente un gran error, enfrentar los problemas que nos aquejan requiere voluntad, seriedad y estar dispuesto a intervenir en todas las áreas que sea necesario, de otra manera, seguiremos generando frustración.
Y las pequeñas cosas
La detención del principal implicado en el asesinato del mayor Sánchez en Colombia, es un buen punto para el gobierno.
En otro orden de cosas, la oposición parece querer ayudar al gobierno y se enfrasca en disputas internas y su mejor abanderada presidencial debió intervenir para bajar a Sichel de su postulación a la alcaldía de Santiago y dejar a Desbordes de RN, compensar a la UDI con Pla en la Gobernación Metropolitana, lo que finalmente la hace bajar a un espacio en que siempre quedan resentimientos y va ensuciando su imagen.

La Cámara de Diputados y la filtración de la sesión secreta con la embajadora de Estados Unidos representa una situación grave y hasta ahora desconocida, un bochorno que no hace más que ratificar la decadencia de nuestros honorables representantes.

En Rancagua, se eligió como alcalde en reemplazo del encarcelado Godoy a Emerson Avendaño, con los votos de la oposición y parte del oficialismo. El candidato propuesto por el oficialismo Patricio Henríquez del PS saco solo dos votos contra ocho de Avendaño, y solo obtuvo el apoyo del DC Carlos Arellano, una muestra del estado de nuestra política.
Y terminemos con una muestra de la buena política: la ministra Tohá le propuso al presidente del Senado generar un fast track en materia económica. Es claro que si el gobierno logra avanzar en seguridad y economía dejaría un muy buen legado.

Y una última recomendación, si quieren entretenerse y entender a la generación que nos gobierna les recomiendo el artículo “El ‘baby red set’: guía para comprender, criticar o amar a la joven élite gobernante chilena”, de la periodista Ximena Torres Cautivo en El País, edición para Chile.
1 comentario en “Contra Inmobilis”
Thank you for your postReally thank you! Great
Los comentarios están cerrados.