Por Edison Ortiz.
El Regionalista habló con Mirko Macari en la previa a su presentación en la Universidad de Verano de Rancagua, que en su versión 2025 lleva el título ¿Tiene futuro la democracia? Los principales exponentes de la Universidad serán Víctor Orellana, exdirector ejecutivo de fundación Nodo XXI y hoy subsecretario de Educación Superior; Camila Miranda, actual directora de la misma fundación; el sociólogo, Francisco Saba, presidente nacional de la Juventud Socialista y el economista y académico de la Usach, Gonzalo Martner.
La escuela cuenta con el patrocinio y auspicio de Caza del Libro y Laberinto San Fernando.
Mirko Macari siempre ha sido un colaborador de este medio y en varias ocasiones nos ha acompañado como coaching o en entrevistas. Este fue el tenor de la conversación en vísperas de su participación en esta jornada.
ER: Mirko, ¿cómo ves el desarrollo de las democracias acosadas hoy por regímenes autoritarios y muy personalistas?
Bueno, mi análisis no es muy distinto a lo que han dicho ya diversas personalidades sobre el tema: asistimos al fin de la democracia como régimen político por excelencia. La democracia va a morir, es un fin de ciclo, tal como se acaba un matrimonio, se termina una carrera o se apaga una flor. La democracia como una forma de apego y mantención del poder está en su eclipse definitivo.
ER: ¿Qué factores crees que gatillan esta crisis?
Mira, el tiempo hace su trabajo, usted es doctor en historia y sabrá mejor que yo que los procesos son cíclicos. La democracia como forma de gobierno fue propia del siglo XX, de la época de las masas, de los partidos, de los militantes. Eso hoy ya no corre. La democracia hoy es, haciendo un símil, como un auto averiado, no arranca, no funciona y el modelo y el chasis son anticuados, no sirve para estos tiempos y para las nuevas autopistas. Lo siento, pero les traigo malas noticias: la democracia está muriendo.
ER: ¿Siguiendo tu forma de razonar cómo ves el futuro de la política y su organización?
La gente ya no entrega su poder a un hipotético representante que, luego, solo se representa a sí mismo. La gente ya no se traga ese cuento y se ha ido autonomizando de las decisiones que antes eran colectivas y que dejaban la voluntad popular, o esa cosa llamada soberanía, en unos pocos representantes. Yo veo en el futuro ese poder diseminado en la sociedad, en personas particulares, en algunas instituciones, pero no lo veo en el sistema político ni en sus representantes.
ER: ¿Cómo ves tú, entonces, ese fin de ciclo?
Bueno, como te lo comenté más arriba, veo el poder instalado en personas, en algunas instituciones, grupos, pero no en la política. Además, ese modelo, sinceramente es demencial, bárbaro, imagínate tú que, por obra y gracia del espíritu santo, en el presidencialismo, una persona, es responsable de solucionar todo, según cree la gente. Eso es imposible, las cualidades de una sola persona, por maravillosa que sea, nunca pueden resolver todo. A eso me refiero con un modelo político bárbaro y demente.
ER: Desde 2006, las administraciones Bachelet I y II, Piñera I y II, y ahora Gabriel Boric, han sido gobiernos que, en la práctica, han gobernado realmente entre siete meses y un año y medio, lo demás ha sido una larga espera para que pase la carroza, el cortejo, y con ello el funeral y también el difunto. ¿Qué piensas tú de este análisis?
Usted lo ha dicho y no puedo estar más de acuerdo. Ya llevamos casi veinte años con gobiernos que no gobiernan, con administraciones imposibles, irrelevantes, que dan pena, que son una mala parodia de una democracia en régimen. Estamos llegando al final del túnel, del ciclo y del fin de la democracia. Me parce que eso está bien para los tiempos digitales de hoy.
ER: Mirko, ¿vas a ser provocativo de nuevo en esta versión de la escuela?
No sé si esa palabra es la más adecuada, quiero venir a poner otra reflexión en el análisis. Voy a decirlo de otra manera: “la política” en su sentido tradicional, no me interesa, no me llama la atención y su análisis es inconducente. “Lo político”, es decir formas de instalación, ejercicio y preservación del poder, si me interesan. Para que me entiendan, la política es cómo mirar el árbol y dejar de ver la perspectiva del bosque. En cambio, “lo político” nos permite concentrarnos en mirar el bosque y eso a mí sí me interesa.
La democracia nos ancla en el pasado y necesitamos ver y mirar hacia el futuro. Chile no va a cambiar porque se cambió un presidente, eso no va a ocurrir y es cómo seguir creyendo en el viejo pascuero. Y hay muchos, entre los que me cuento, que estamos pasados de edad para creer en eso.
3 comentarios en ““Creer que un cambio de presidente va a modificar el estado de las cosas, es tan inocente como creer en el Viejito Pascuero””
Você fez um ótimo trabalho ao apresentar diferentes pontos de vista sobre o tema, o que torna a leitura ainda mais rica.
En mi opinion la democracia inicio su retiro cuando a partir de los partidos politicos surgieron movimientos que a veces se ven como grupos de personas que quieren hacer «gallito», al final todos quieren imponer su ideología partidista por sobre los requerimientos de la ciudadanía. Ese sistema ya se instaló. Estos mismos movimientos no dejan que se modifique el sistema político porque salen perjudicados. Se sienten cómodos metiendo «bulla» e impiden llegan a acuerdos….lo curioso es que se definen como «DEMOCRATAS», pero desde su mirada .
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