En la Convención Constitucional, tres elementos la identifican: su procedencia de Antofagasta, pertenencia al mundo independiente y una activa vida científica que hoy se refleja en la primera iniciativa popular de norma sobre ciencia y conocimiento. Hoy, es candidata a suceder a Elisa Loncón en el organismo.
Por Adriana Bastías
En la Convención Constitucional, Cristina Dorador Ortiz no sólo representa a la región de Antofagasta sino también al mundo científico y del conocimiento, en cuya calidad presentó la primera norma sobre ciencia y conocimiento que analizarán l@s constituyentes para su inclusión en la nueva Constitución. Además, desde los movimientos sociales la han presentado como candidata a la presidencia de la Convención para suceder a Elisa Loncón.
Desde El Regionalista conversamos sobre la norma presentada con esta científica, sus implicancias para la ciudadanía y su candidatura para asumir la presidencia del organismo.
¿De qué se trata la norma sobre ciencias y conocimientos que presentó?
La norma abarca tres temáticas de la Comisión de sistemas conocimientos, culturas, ciencia, tecnología, artes y patrimonio: derecho a participar de los conocimientos y sus aplicaciones, y a gozar de sus beneficios; libertad de investigación; derecho a la protección contra usos indebidos de la ciencia y la tecnología. En términos generales, la norma busca garantizar la libre participación de individuos y comunidades en los procesos de creación, desarrollo, conservación, transmisión y enriquecimiento de los sistemas de conocimientos. Además, establece la importancia de los conocimientos y las evidencias -concebidas en un sentido amplio- para la toma de decisiones y creación e implementación de políticas por parte del Estado.
¿Cómo fue generada esta norma sobre ciencias y tecnología?
A partir de nuestro equipo de trabajo. desarrollamos una reflexión amplia sobre la necesidad de poner a Chile al día con respecto a sus compromisos internacionales, especialmente en asuntos de derechos humanos, lo que entregó una base significativa para la norma. También, el trabajo realizado en torno al lugar de los conocimientos, la ciencia y la tecnología en otras constituciones del mundo fue significativo, pues nos permitió calibrar nuestra norma. Y finalmente, a partir de un análisis de la situación chilena actual, desarrollamos algunas innovaciones significativas en torno a estos asuntos.
¿Cuáles son los principales ejes rectores de esta norma?
Junto a lo ya dicho, un eje rector de la norma es la búsqueda por avanzar en justicia epistémica. De ahí la importancia de la noción de sistemas de conocimientos que, a diferencia del concepto de ciencia, es más amplio y complejo. Por cierto, la ciencia es también un sistema de conocimiento sumamente significativo hoy. Otro eje rector es la promoción de una mirada transdisciplinaria, dialogada y ponderada en la búsqueda por informar las decisiones del Estado del mejor modo posible. Otro eje rector es la necesidad de defensa y protección de los derechos humanos frente a las malas utilizaciones de la ciencia, la tecnología y los conocimientos. Ese elemento es clave, especialmente porque estamos en un mundo crecientemente digital y tecnologizado, y por lo mismo es un deber del Estado proteger a la población de usos indebidos de la ciencia y la tecnología.
¿Cómo impactaría esta norma a la academia en Chile?
Esperamos que tenga un impacto positivo, en la medida que sabemos bien que existen grandes inquietudes desde el mundo de la investigación en torno a la relación que debe establecerse con la sociedad, así como también en la defensa de intereses y posiciones propias del sector. Pienso que la norma abre una puerta muy importante para profundizar las formas en que nos hacemos cargo de esas necesidades, y construimos colaborativamente un Chile mejor para el futuro.
Y respecto de la ciudadanía, ¿cómo influiría?
La iniciativa popular de norma planteada por Cristina Dorador considera la obligación de autoridades y candidatos de abstenerse en la difusión de información falsa o desactualizada, entregándole a la ciudadanía herramientas directas para la denuncia y la fiscalización.
Existen dos cuestiones que pueden impactar directamente. La primera es que, al poner los conocimientos en un lugar relevante para la toma de decisiones, y además al poner los saberes locales, populares, territoriales o tradicionales en un lugar de diálogo activo con otras formas de conocimiento disciplinar, deberían generarse formas de participación más férreas y ajustadas a las particularidades territoriales de cada caso. La segunda es que la norma plantea la obligación de autoridades y candidatos de abstenerse en la difusión de información falsa o desactualizada, entregándole a la ciudadanía herramientas directas para la denuncia y la fiscalización.
¿Qué pasos deben ocurrir para que finalmente esta norma sobre ciencia y conocimientos sea parte del texto de la nueva constitución?
Prontamente va a comenzar la discusión en la Comisión de Sistemas de Conocimientos, Culturas, Ciencia, Tecnología, Artes y Patrimonio, donde para ser aprobada deberá contar con mayoría simple: 8 de 15 votos. Luego, de ser aprobada en la comisión, pasaría a discutirse en el pleno, donde deberá ser aprobada por 2/3 de los convencionales. En ambos procesos es posible incorporar indicaciones que puedan enriquecer la norma.
¿Cuántas audiencias públicas ha tenido la comisión número 7 sobre sistemas de conocimientos y culturas?
Hubo alrededor de 600 solicitudes de audiencia, pero lamentablemente nos será imposible escucharlas a todas de forma presencial o telemática. Hasta ahora ha habido más de 10 sesiones de audiencias, donde se realizan entre 10 y 12 presentaciones. Por tanto, hemos podido recibir a más de 100 intervenciones que vienen de muy diversos ámbitos disciplinares, geográficos y sociales.
Tras las distintas audiencias que han escuchado en la comisión 7, ¿qué aspectos debiesen incorporarse a la nueva constitución en forma prioritaria?
El reconocimiento del valor social que tienen los conocimientos, las culturas, la ciencia, la tecnología, las artes y el patrimonio ha sido un consenso transversal, y por lo mismo resulta prioritario establecer formas claras en que dichos ámbitos puedan proliferar en el Chile del futuro. Esto tiene relación tanto con el valor intrínseco de estos procesos, cuya relación con el desarrollo y el bienestar humano y comunitario es innegable; pero también se vincula con los conocimientos como herramientas para buscar otros derechos y mejorías de nuestra experiencia como humanos. En ese sentido, el Estado debe ser un aliado para que la capacidad creadora de los pueblos de Chile se proyecte y profundice. Ese será un camino fundamental para abordar los desafíos gigantescos que nos depara el presente y el futuro.
Su nombre ha sonado para suceder a Elisa Loncón como presidenta de la Convención Constitucional. ¿Está disponible para asumir este cargo? ¿Qué debe pasar para que usted sea la nueva presidenta?
En la medida que mi nombre genera consenso entre los Movimientos Sociales Constituyentes, estoy disponible para asumir el cargo. Además, es fundamental que la Convención abra espacios a quienes hemos estado excluidos durante las últimas décadas, y como mujer independiente del norte, creo que puedo representar dicha sensibilidad de forma adecuada. Actualmente, estamos dialogando con otras fuerzas políticas de la Convención para generar la fuerza suficiente que nos permita alcanzar la votación necesaria para lograr la presidencia.
Para visualizar las iniciativas populares de norma presentadas a la Convención Constitucional, entre ellas la impulsada por Cristina Dorador, visite: https://iniciativas.chileconvencion.cl/