Por Rolando Cárdenas
Vivimos en tiempos de la telepolítica.
Desde el mítico debate Nixon-Kennedy en septiembre de 1960, que cambió para siempre las campañas políticas, 50 años después los candidatos deben someterse a los dictados de los nuevos medios de comunicación digitales. Respuestas rápidas y breves, la cuña replicable en Twitter, sin mucha reflexión, crean y/o cambian percepciones en corto plazo.
En ese escenario debemos analizar el último debate presidencial, teniendo siempre presente que en los estudios de opinión son reconocidos por las personas como el principal elemento para decidir su voto.
Sospechoso el debate
Parafraseando a Bombo Fica, y como parte del análisis de contexto, debemos tener presente que los temas planteados por los periodistas que participaron del debate eran aquellos en que los candidatos que detentan la pole position tienen mayores cuestionamientos: gobernabilidad (Boric y su complicada relación con el PC, Kast sin fuerzas políticas de respaldo), economía (programas de Boric y Kast los más cuestionados tanto por lo escrito como por el conocimiento de ambos en la materia), temas emergentes (feminismo, tema que Kast que rechaza de plano y Boric con acusación de acoso).
Todo esto, además, con el desafío de los candidatos retadores, que estaban obligados más que a proponer a descalificar a los posibles ganadores.
Uno a uno
Kast: El gran perdedor de la jornada, con una mala imagen televisiva, se vio además dubitativo, desconoció su propio programa, no supo salir jugando, y principalmente fue incapaz de incorporar los temas que son su fuerte (delincuencia, migración, Araucanía).
Boric: Buena imagen televisiva, entendió que no debía arriesgar, supo salir jugando, no fue espectacular pero no perdió votos ante la arremetida de los contendores.
Sichel: El ganador de la jornada, atacó con todo a Kast, lo que demuestra la ferocidad de las peleas de familia. Hará perder votos al candidato de ultraderecha, no le alcanzará para pasar a segunda vuelta y además permitirá ganar a Boric la primera vuelta (y como es tradición, la segunda).
Provoste: Al igual que Sichel, era su última posibilidad de mejorar. Lamentablemente para ella y sus adherentes, una vez más perdió su oportunidad; es increíble que dada su experiencia haya dilapidado sus posibilidades sistemáticamente.
Marco: De enfant terrible de la política a una figura patética, que se arroga cualquier cosa que se mencione. El momento televisivo que tuvo, en su minuto final, lamentablemente nadie lo pudo apreciar: una supuesta risa burlona de Boric.
Artes: Su deseo de ser el más izquierdista de todo Chile lo hace pasarse tres pueblos. Decir que aprueba el aborto en cualquier etapa del embarazo, superó cualquier cosa imaginable.
Parisi: Otro ganador, ya que al no estar no pierde la fidelidad de su secta.
Corolario ¿Este debate movió la aguja? Sí. ¿En qué sentido? Probablemente Sichel mejore su resultado a expensas de Kast. ¿Cambiará el tándem ganador? Probablemente no, Boric-Kast pasarán a segunda vuelta en ese orden, lo que hasta ayer era Kast-Boric. A considerar que nunca quien ha salido segundo en la primera vuelta ha ganado la segunda.