Del Atacamatitan al Chilesaurus diegosuarezi, los dinosaurios chilenos del Cretásico

Por equipo de El Regionalista

No está muy claro cómo se terminó el ciclo de los dinosaurios sobre el planeta, pero los científicos avanzan a un consenso: hace unos 60 millones de años, un gran meteorito se estrelló contra la Tierra en el golfo de México, levantando tal cantidad de polvo y escombros que la falta de sol y luz extinguió a la mayoría de los seres vivientes.

Estamos hablando de hace 60 millones de años. Y la presencia de los dinosaurios sobre la Tierra se extendió desde hace poco más de 250 millones de años hasta esa enorme colisión.

Si pensamos en qué tiempo suman los yacimientos más habituales en los que los antropólogos y paleontólogos pesquisan la vida prehistórica en Chile, no pasamos de los 12 mil o 15 mil años. Por ejemplo, en Cuchipuy, San Vicente de Tagua Tagua o en Monte Verde en Puerto Mont. Por eso, remontarnos a los tiempos de los dinosaurios nos lleva a un pasado enormemente distante, tanto que el hallazgo de restos de animales de esa época es un verdadero prodigio.

Y aquí en Chile, esa hazaña se ha repetido en tres oportunidades que revisaremos más adelante.

Antes, hagamos un repaso a la era de los dinosaurios.

Una presencia de 150 millones de años

Partió por allá por el Triásico, entre 252 y 200 millones atrás, tiempos en que el planeta era un solo continente, Pangea, con un clima cálido y seco. La gran mayoría de dinosaurios apareció al final de este período, coincidiendo con la división de Pangea en dos y con una extinción masiva de especies aún no explicada, que no afectó a los dinosaurios.

En el Jurásico, que se extendió luego hasta 145 millones de años atrás, bajaron las temperaturas y abundaron las precipitaciones lo que facilitó la proliferación de plantas como los helechos, que dieron pie a los actuales combustibles fósiles.

Por último, en el Cretácico, que se extendió hasta hace 65 millones de años, la superficie terrestre se dividió en los continentes que conocemos hoy, lo que alentó la diversificación de especies entre los dinosaurios, y se formaron las reservas de petróleo que conocemos hoy.

El hecho central del cierre de este período, la mencionada colisión de un meteorito contra la Tierra, acabó con toda la vida animal en la superficie. Hay lagunas sobre esta hipótesis del fin de los dinosaurios como que, por ejemplo, no se han encontrado rocas con restos de fauna de la época. Por ello, se habla también de otras causas de la extinción: cambio climático, enfermedades, eventos geológicos.

Los dinosaurios “chilenos”

Tantos millones de años han transcurrido desde que los dinosaurios poblaron el planeta que encontrar hoy restos de ellos es una auténtica hazaña. Y si ya se han encontrado cerca de mil especies, expertos del área dicen que aún faltan unas setecientas por descubrir. Pues bien, de todo ese tesoro paleontológico, en Chile tenemos la huella de tres especies que han sido encontradas en lugares tan distintos y distantes como en el desierto del norte y en Aysén.

Cerramos este repaso a la presencia de dinosaurios en la superficie terrestre con la descripción de las especies encontradas en Chile. Y lo hacemos para llamar la atención sobre lo que podría ser la tarea futura de paleontólogos y paleontólogas chilenas en un territorio como el de nuestra región. En la proximidad de Termas del Flaco, de San Fernando a la cordillera, hay huellas de fauna extinta aunque todavía no se encuentran restos físicos de dinosaurios. Las huellas, que están protegidas por ley, revelan la presencia de terópodos de hace 150 millones de años; se preservaron gracias a la ceniza volcánica originada por erupciones. Este será tema de una futura nota de El Regionalista.

Atacamatitan chilensis

Pertenecía a la familia de los titanosaurios y pobló tierras del norte de Chile hace 100 millones de años, es decir, en el periodo Cretásico. Herbívoro, cuadrúpedo, sus fósiles fueron encontrados en 2001 en la Formación Tolar, cerca de Conchi Viejo, en la cercanía de Antofagasta.

Arackar licanantay (en kunza: osamentas atacameñas)

También herbívoro cuadrúpedo, de patas rectas, cabeza pequeña y cola larga, este titanosaurio vivió en el Cretásico superior, entre los 86 y 100 millones de años. De tamaño más pequeño que otros saurópodos, sus fósiles revelan una talla aproximada a los 7 metros y fueron encontrados al sur de Copiapó en la región de Atacama en 1993, pero fue el último dinosaurio chileno descrito recién en 2021.

Chilesaurus diegosuarezi

Herbívoro bípedo, cabeza pequeña, cuello delgado, con pico, brazos cortos y robustos. Su nombre se debe a su descubridor, el niño Diego Suárez, hijo de dos geólogos, quien hizo el hallazgo de los restos cerca del lago General Carrera en Aysén en 2004.

Vivió hace 150 millones de años en el Jurásico. La información sobre su especie introdujo incógnitas entre los estudiosos, porque pertenece a un linaje desconocido entre los terópodos (palabra que significa “pie de bestia”) y su dieta vegetariana lo diferenciaba de otros de su linaje como el velociraptor. Los huesos encontrados revelan características combinadas: caderas de un tipo de dinosaurio, pies anchos y de cuatro dedos, más propios de dinosaurios primitivos.

La imagen con que se le ha reproducido muestra algo así como un puma con cabeza de guanaco y manos como las de un ñandú.

El hecho es que los restos encontrados del Chilesaurus diegosuarezi muestran que pudo ser una especie muy común en la zona.