Diez claves para entender las amenazas a la democracia actual

Por Marcel Albano

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Soundtrack: Pearl Jam – Do the Evolution (Official HD Video)

I

En una galaxia muy, muy lejana, una sociedad basada en la democracia representativa, es amenazada por diversos fenómenos de polarización y violencia que se enseñorea de todos los rincones. A semejanza del ave Fénix, la Vieja República había resurgido de sus cenizas, recuperando el control de su sistema político, aquella vez, eso sí, sin la capacidad defensiva y operativa que se esperaba. Fue su época de esplendor…

Flotando sin rumbo ni brújula, una desafortunada nave con bandera chilena se encuentra perdida en el vacío, sin ánimo ni destino. La formación de dos enormes agujeros negros en la izquierda y la derecha, utilizando idénticas estrategias discursivas y digitales, arrastra a las masas al espíritu del presente que es la desconfianza de todo con justa razón. Los líderes encargados de ejercer el control, monitoreo y supervisión de las instituciones públicas, enfocados en sus asuntos y creencias particulares, han agotado su escasa legitimidad ante una ciudadanía que dice hasta cuándo no hay respuestas.

¿Qué claves serán necesarias para abordar una agenda de acuerdos políticamente sanos, sustanciales para enfrentar un presente inmediato? ¿Por qué se optará: defender seductoras teorías o ampliar perspectivas?
Buscando nuevos relatos, cartografías e instrumentos de navegación, junto con el reparador aire marino de Pichilemu, la Escuela de Verano “Horizonte Democrático” cumplió con su objetivo de bosquejar en la pizarra las principales tendencias internacionales y nacionales en cuanto a escenarios, desafíos y oportunidades. Todos ellos, debatidos en un ambiente armónico y orgánico en el que, además, la energía de las discusiones se centró en analizar cómo navega la sociedad chilena, a caballo del deterioro de las organizaciones políticas e instituciones públicas que sostienen la obra gruesa de la sociedad.

Un contexto, además, al que se suma un elemento central: la energía de los actores políticos locales y la opinión pública en general, estarán centradas en la agenda del próximo período electoral que comienza el 9 de junio del presente, con las elecciones primarias de alcaldes y gobernadores, y que culmina el 27 de octubre con las elecciones municipales, de consejeros regionales y gobernadores regionales.

Las demandas de la ciudadanía, insatisfechas por dos plebiscitos constitucionales, que pasarán a la historia de las sociedades como uno de los procesos democráticos más vergonzosos, dada la farra alcohólica de las corrientes políticas, quedaron al garete lo mismo que la oportunidad de realizar cambios sustantivos en el orden social chileno, esperados durante 200 años. Finalmente, este 2024, el happy hour que enciende la pradera para las elecciones parlamentarias y presidenciales en octubre de 2025, promete ser un nuevo telón de fondo en el que las pinturas de guerra rojas y azules, nuevamente se darán con todo.

II

El debate es esencial a la democracia

Este fue, en general, el marco histórico y sociopolítico que ofició de fondo para que dos grandes invitados expusieran su mirada. El primero en hablar fue el parlamentario del Congreso de los Diputados de España, José Luis Ábalos quién, en síntesis, concluyó que, a nivel internacional las democracias representativas, enfrentan desafíos enormes para hacerse cargo de las múltiples consecuencias que ha traído consigo el conjunto de fenómenos disruptivos que se da en todas las dimensiones de la sociedad occidental. La transformación digital con su efecto en la actualización del capital cultural de la población y su empoderamiento y la obsolescencia de modelos económicos y políticos, son algunas de las muestras de esos cambios.

En primer lugar, el congresista español, indicó que “el debate es parte sustancial de la democracia, y la comunicación es un elemento fundamental de ella. Sin comunicación, es imposible la democracia”, haciendo alusión a las consecuencias negativas producidas por la polarización impulsada por la ceguera religiosa de las identidades culturales y políticas.

Por otra parte, el papel que juega este nuevo contexto de polarización afecta “la democracia, que se ve amenazada justamente en su principal esencia: el debate, en el no reconocimiento del otro y la negación del adversario, en la ausencia de debate, donde no se puede esperar nada del otro, solo se escucha aquello que reafirma nuestra identidad”.

Un punto sensible y delicado en el tejido general de la sociedad puesto que al estar infectadas las comunicaciones, por los virus de la monserga, las consignas y la autoafirmación, las inteligencias artificiales y algoritmos reafirman la estructura del pensamiento en la dimensión de las ideas o creencias que, desafortunadamente, terminan por aumentar la intensidad del odio y la violencia. Mientras tanto la goleta chilena, navega en círculos perdidos en medio de una especie de Triángulo de las Bermudas, y tiene a sus líderes y lideresas, sin comprensión ni control del timón en casi toda la institucionalidad chilena, pública y privada.

¿Consecuencias? Ábalos dice que “la polarización evita los acuerdos, y luego debilita la capacidad de llegar a esos acuerdos cuya consecuencia lógica, es la parálisis institucional, como hemos tenido la posibilidad de observar en España en torno a discusiones constitucionales”. En este sentido, no hay duda que este fenómeno también se hace presente en nuestras instituciones públicas, mermando la eficacia y eficiencia de la correcta administración de fondos públicos.

En cuarto lugar, aseveró que el conjunto de fenómenos disruptivos activos en el presente, hace que “la democracia se vea amenazada por los medios conservadores tradicionales, en su esencia: en el debate ya nadie quiere escuchar nada que proceda del ‘otro’, solo se escucha aquello que nos reafirma… la falta de debate, de acuerdos, es el fracaso de la democracia, entonces se abre la senda del autoritarismo”.

Finalmente, el parlamentario español concluyó con interrogantes que llaman a abrir puentes de diálogo, racionalidad y ser claros sobre cuál es la contribución y el aporte que su sector político ofrece a la ciudadanía para hacer frente a la ola de diferentes expresiones de populismo, enclaves de gobiernos autoritarios y demagogia. “Frente a esto, ¿qué tiene que hacer la izquierda? Responder a esa pregunta clásica sobre el quehacer: tenemos que defender la democracia, la libertad, que no hay igualdad sin libertad, y no hay justicia. En eso reside la esencia de la democracia. Y eso es lo que debemos defender”.

III

La autoridad está en otros sitios

Durante la jornada de la tarde, se presentó a la audiencia la participación del periodista de análisis político, Mirko Macari cuyo objetivo fue sacar de la zona de confort mental a las y los oyentes. Para ello, el autor del libro éxito de ventas “El Señor Director”, expuso sus ideas fuerza bajo el paraguas pragmático del análisis de la naturaleza del poder oculto en las sombras, en instituciones informales como las cocinas a espaldas de la sociedad civil y que cooptan al sistema político de la Vieja República 2.0.

Macari explicó que “la figura de autoridad del poder vertical y ordenado bajo el arquetipo social de “El Padre”, acabó con el presidente Ricardo Lagos, y que a partir de la experiencia del “ciclo Caburgua” (Bachelet x2; Piñera x2), se abrió paso un nuevo ciclo histórico: de una sociedad análoga a una sociedad líquida con nuevas estructuras mentales más breves, incapaces de dar forma y sentido a cualquier proyecto de país. Macari llama a este fenómeno el desplome de las instituciones de las democracias representativas.

El fin de la modernidad, arribó con estudiantes impugnadores que hoy son la generación de gobierno. Para Makari, a esta generación le “ha tocado comer la caca” ya que combatieron a través de las trincheras del parlamento, pisando el palito digital de Twitter, el narcisismo de Instagram o la pasta base de Tiktok. Encaran esa justa digital con la crisis de ejercicio de la autoridad de fondo: la memoria digital del posteo visceral de las redes sociales, refleja al vacío de fuentes de autoridad como por ejemplo era “la figura del profesor quién siempre tuvo un aura de autoridad, y que ordenaba como la figura del padre, orientando las acciones sociales, la cultura y el conocimiento: las bases de la estructura mental del orden social”.

En este momento líquido de la historia, las estructuras mentales de la sociedad sólida del siglo XX, cambiaron con el ciclo de transformaciones tecnológicas que licua el poder en su capacidad de autonomía resolutiva. Al contrario, “los partidos políticos se acercan a los personajes cuyo poder radica en su visibilidad e influencia sociocultural, es decir, los seguidores cautivos en los dispositivos digitales. El negocio de los políticos profesionales, por lo tanto, es la búsqueda del voto, es electoral”. Hoy, un joven puede convertirse en multimillonario y ser un referente mundial, construyendo canciones o creando aplicaciones digitales, lo que hace que el poder cambie de forma, de vertical a horizontal.

En la sociedad sólida “al presidente de la República no se le dice que no. (Y eso) nos habla del respeto cultural hacia la institucionalidad que, finalmente, se acaba con la emergencia de las redes sociales donde la rabia colectiva, comenzó a insultar a la autoridad. No es que sea moralmente bueno o malo, sino un hecho como se denostó a Michelle Bachelet ni qué decir de Sebastián Piñera”.

En cambio en la sociedad líquida y horizontal, “podemos colegir que lo anterior cambió, y se deterioró dada la imposibilidad de ejercer el poder”. Citando a Max Weber, Macari dice que el poder carismático que cobró fuerza a través de los dotes y encantamientos histriónicos de los líderes y lideresas, es mayor al poder racional-legal, es decir, al marco normativo de las instituciones. “La energía del poder salió del sistema y hoy se encuentra en un lugar difuso: en las redes sociales, ciertos sentidos comunes de la opinión pública, los medios de comunicación y la encuestocracia” que invade la capacidad de la autoridad para imponer agendas públicas comunes, y ensalza la impugnación al poder de la desactualizada democracia representativa.

La democracia representativa es parte de una sociedad análoga y la irrupción de la sociedad líquida, que profetizó el sociólogo Zigmunt Bauman a finales del siglo XX, transformó la idea del ser humano unidimensional, análogo del siglo pasado, hacia la existencia de nuevas formas de comprensión del mundo. Los nuevos paradigmas impugnadores del pensamiento (feminismo, ecologismo, indigenismo, identidad generacional y género en el discurso del mando, sensibilidades de religiosidad popular), han tenido un choque de realidad que no hace sentido práctico entre el “habitar” y el “ejercer” los cargos políticos que la sociedad necesita. En definitiva, se acabó el combustible tradicional del poder, lo que Mirko define como “el peso de la noche”.

Macari concluye su diagnóstico indicando que la fragmentación “solo va en aumento, nadie tiene la capacidad de gobernar porque, en la realidad, nadie, ninguna corriente política tiene poder. La política del espectáculo, no permite llegar a acuerdos porque a los políticos profesionales solo les interesa el negocio de las elecciones”, puntualizó. Las masas que consumen, comparten y reproducen las consignas de derechas-centros-izquierdas, forman parte del núcleo central del problema social de la autoafirmación, o sea, la energía de la polarización.

Finalmente, las jornadas de la Escuela de Verano “Horizonte Democrático”, concluyeron con una sólida participación de nuestra compañera columnista Adriana Bastías, bioquímica y doctora en Ciencias y ex presidenta de la Asociación Red de Investigadoras de Chile, quien sorprendió a la audiencia con una metodología innovadora para dar a conocer su trabajo y contribución sobre la histórica lucha feminista frente al acoso hacia las mujeres en el mundo académico, y cuyo exitoso resultado de gestión, fue la promulgación de la Ley Nº 21.369 que regula el Acoso Sexual, la Violencia y la Discriminación de Género en el Ámbito de la Educación Superior. Además, dio a conocer casos en las universidades chilenas de desarrollo de estrategias de protección de los académicos involucrados, recordando las malas prácticas que en su momento ejecutó fríamente la Iglesia Católica para proteger a los sacerdotes abusadores sexuales.

Diez ideas centrales de los expositores de la Escuela de Verano
	José Luis Abalos, diputado del PSOE de España	Mirko Macari, analista político
	1 El debate es parte sustancial de la democracia, y la comunicación es un elemento fundamental de ella. Sin comunicación, es imposible la democracia.	6 La crisis de ejercicio de la autoridadque se refleja en el vacío de fuentes de sus fuentes, como por ejemplo en la figura del profesor quien siempre tuvo un aura de autoridad, y que ordenaba como la figura del padre, orientando las acciones sociales, la cultura y el conocimiento.
	2 La democracia se ve amenazada en su principal esencia: el debate, en el no reconocimiento del otro y la negación del adversario, en la ausencia de debate, donde no se puede esperar nada del otro, solo se escucha aquello que reafirma nuestra identidad	7 Hoy, los partidos políticos se acercan a los personajes cuyo poder radica en su visibilidad e influencia sociocultural. El negocio de los políticos profesionales es la búsqueda del voto, es electoral
	3 La democracia se ve amenazada por los medios conservadores tradicionales, en su esencia: el debate. La verdad establecida de esos medios, lo obstaculiza..	8 La energía del poder salió del sistema y hoy se encuentra en un lugar difuso: en las redes sociales, ciertos sentidos comunes de la opinión pública, los medios de comunicación y la encuestocracia.
	4 El debate se debilita cuando ya nadie quiere escuchar nada que proceda del ‘otro’, solo se escucha aquello que nos reafirma… la falta de debate, de acuerdos, es el fracaso de la democracia, entonces se abre la senda del autoritarismo	9 El cambio de eje del poder de una sociedad análoga a una líquida, lo reubica en el carisma que cobró fuerza a través de los dotes y encantamientos histriónicos de los líderes; su influjo es mayor que el poder racional-legal, que brota del marco normativo de las instituciones.
	5 ¿Qué tiene que hacer la izquierda? Responder a esa pregunta clásica sobre el quehacer: tenemos que defender la democracia, la libertad, que no hay igualdad sin libertad.	10 La fragmentación del poder solo va en aumento, nadie tiene la capacidad de gobernar porque, en la realidad, nadie tiene poder.