E – lecciones en el Chile 2021: ¿Involucrados en la campaña de la división?

by Marcel Albano

“Nuestros ojos cansados aún se alejan hacia el horizonte, aunque por este camino hemos estado tantas veces” David Gilmour / Polly Samson

Sountrack del texto:

High hopes – Pink Floyd (subtitulado español)

Tiempo de Lectura: 04:30

La sensación de triunfo y derrota en la población votante, es tan espuria como volátil. Una nación dividida sin rumbo ni brújula no puede sino incivilizarse. Aceptar la llamada “voz del pueblo” que expresa a través de un voto sus emociones, sufrimientos y precariedades, implica al menos ojear qué habilidades tiene para distinguir con claridad su caminar por el desierto…  y a qué líder seguir. Sus dolores y penas provocadas por la irresponsabilidad ética de sus élites políticas y económicas, explican también las contradicciones de las masas de votantes y no votantes, que caen en la dinámica azul-rojo, republicanos o demócratas, imitando el patrón de conducta de Estados Unidos, para construir su nueva identidad nacional. 

Durante la semana, los demonios de la soberbia y la ira, contagiaron a las redes sociales de revanchismo y violencia psicológica hacia la población. La falta de criterio moral de los fanáticos ocultos dentro de los libertarios, republicanos, cristianos, demócratas, igualitarios e identitarios, los llevó a enfrascarse en un espectáculo de mala muerte en conjunto con el debut de los nuevos equipos de fútbol inscritos en el Parlamento: los seguidores de Parisi y el surgimiento de un líder sociópata en la extrema derecha que usa las redes sociales para sembrar odio y violencia.  “El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento”, dirá Yoda. Independiente de que un líder cambie su discurso o negocie su programa de gobierno para adaptar sus interpretaciones personales a la vox populi digital y así ganar votantes, es necesario que estos evalúen muy bien ciertos ethos culturales presentes en sus propias filas, si no quieren llevar al país hacia una diáspora intraterritorial, resultado no de una nueva Venezuela o una eterna dictadura militar, sino más bien de una guerra entre hermanos. Todas las palabras que construyen el clima de las decisiones electorales de los votantes y no votantes, deberán atenuar  decibeles, partiendo por el Sr. Kast, el Sr. Boric y el Sr. Parisi.

¿Libertarios, republicanos y cristianos? Los bárbaros del Sr. José Antonio Kast

Los nuevos actores políticos hicieron su estreno en el set televisivo con cuática. La ignominia supina con que 26.610 ciudadanos y ciudadanas eligieron a Johannes Kaiser para representarlos en el Parlamento, un tipo bueno para las armas y abiertamente a favor de violar mujeres y derechos humanos, sorprende por su irracionalidad. Cabe preguntarse qué otras sociopatías llegan con quienes las padecen a cargos públicos bajo la representación de un mundo cristiano que confunde el pacto con Dios y los designios apocalípticos de pastores inescrupulosos. Dicen algunos psicólogos que los gustos personales son un reflejo de nuestro mundo interior. Sus cristianos patriotas no notaron que Kaiser es amante de una banda de power metal muy particular. Para su conocimiento, póngale play al vídeo luego de la lectura.

SABATON – Panzerkampf (Official Lyric Video)

Un grupo no menor de su ejército, se alimenta en base a una retórica de mantras muy peligrosos. Aún cuando al cierre de esta columna, Kaiser renunció al Partido Republicano y pidió disculpas sin sentirlas ni creerlas, sus seguidores tienen una bota puesta en el Parlamento y le han jurado fidelidad ciega. Las aguas de la derecha no estarán ni tan tranquilas ni sólidas para sus votantes en segunda vuelta. El triunfalismo del libertarismo social cristiano, se expresa con soberbia ante sus socias por Youtube: “perdió la derecha blanda tibia fría (…) esta senadora (Paulina Nuñez RN) … podemos decir lo que pensamos te guste o no ud es de la derecha cobarde y entreguista quédate en tu casa mejor”, es lo más suave que postearon en el chat de un matinal. 
Y abusando de la retórica, contradicen el mandato de su Maestro… Jesús, el Cristo, quien dicho sea de paso también fue migrante: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis” (Mateo 25:35). Qué decir del olvidado “Amarás a tu prójimo como a tí mismo” (Juan 13:33-35), que obliga como ejercicio moral a hacer hincapié en la figura de la empatía con los enemigos, los otros, los distintos. No puede una persona etiquetarse como cristiano porque “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su Hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su Hermano al cual ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?” (1 Juan 4:20).  Por cierto, Jesús es enfático con el pecado de la avaricia: “De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos” (Mateo 19:23). Sería bueno Sr. Kast que leyera esos incómodos pasajes del Maestro.

Los seguidores de El Líder: La legitimación de la telepolítica con el discurso anti izquierdas y derechas

Al margen de la curiosidad por averiguar quiénes conforman al Partido de la Gente y explicar un fenómeno que cuajará con el correr de las semanas, dentro de los 900.000 fieles del Sr. Parisi, también se cuecen habas. Con llamados a votar nulo, no ir a votar y a la espera de las instrucciones de El Líder, el rencor triunfalista en las hordas parisinas, chispeó los dedos en las redes sociales a los adherentes del Sr. Kast y el Sr. Boric. La distopía lo dejó con un poder suficiente como para negociar, aun a costa de transar la moral individual en aras de la alucinación del éxito electoral. 

No tiene una fuerza unívoca y homogénea más que compactada en el sentimiento del rechazo a los migrantes, las estructuras orgánicas del poder y sus líderes que hemos visto engordar y envejecer por décadas, que duda cabe. Pero ese sentimiento que adquirió su forma marchando en el Estallido Social, tampoco le pertenece. Le siguen quienes, al sentirse vulnerables por el deterioro de sus trabajos y emprendimientos personales, instintivamente se asustan. Su Partido de la Gente, intuyo, seguirá creciendo puesto que es un nuevo centro de gravedad que concentrará parte de la energía que ha dejado el caos de la primera fase de la transición. 

Los lectores recordarán que estas demostraciones de poder, pueden caer en el descrédito rápidamente y perder su aparente brillo y estado sólido. Ya vimos cómo el monstruo de Cthulhu devoró al Sr. Sichel y el Sr. Jadue. Al tocar las teclas de las AFP, los derechos de la mujer, identidad de género, indígenas, IFE entre tantos otros, confundirá a sus huestes porque éstas no razonan igual y tienen realidades distintas… con excepción, claro, de que definitivamente se haya formado un grupo social que solo sigue el juego telemático de “El Líder». No abuse de la telepolítica: las bromas y creatividad de los chilenos sólo calentarán a sus fanáticos, haciéndole daño al estado emocional y psicológico de toda la población.

El Sr. Boric y la diversidad de batallones ingobernables de la izquierda

Al bajar del árbol el joven Sr. Boric, deberá mostrar su carácter y manejo de autoridad para aglutinar a votantes distintos y dispersos. Independizados de sus líderes, las generaciones mayores se sienten inseguras con el ímpetu del “yo quiero” de la pulsión millennial y el ambiguo relato del Partido Comunista en relación a su posición frente a los esquizofrénicos gobernantes venezolano y nicaragüense. El chileno en general no quiere abandonar el capitalismo: es hiperconsumista. Al único ser rojo al que le rinde pleitesía, es al viejo pascuero y la coca cola en el combinado. No le hace sentido la lucha de clases con Iphone en la mano y cuenta de Instagram.

Y deberá dar respuesta en la urgencia de temáticas donde la izquierda no ha sido suficientemente clara para la población: la necesidad de orden y seguridad cotidiana, la migración y la guerra en el Gulumapu, donde la wenufoye, la bandera mapuche, es el estandarte. Y aunque los grupos de izquierda la sienten como una aliada política, en la práctica sus abanderados o votan por la vereda de enfrente o se acercan al mundo mestizo cuando requieren dar visibilización a los atropellos y abusos a los cuales son sometidos con regularidad. 

Gabriel Boric ya fue vilipendiado públicamente por sus cambios de discurso y también pasó por la violencia callejera post estallido. Tiene que cerrar temas de una vez y no dejar espacio a dudas sobre las acusaciones que hay en su contra en materia de relación con las mujeres. Explotar en la última semana esta arista, sin duda alguna lo llevará al fracaso y la vuelta de espalda del mundo feminista que no bajará de intensidad a pesar de que no se ha pronunciado con la firmeza que les caracteriza. Una reacción tan tibia como fría es su relación con la misoginia y la cosificación de la mujer en el reggaeton que, dicho sea de paso, no es tan popular en las madres y abuelas católicas a las cuales pretende acercarse el candidato para aumentar su base en las urnas.