Más vale un mal acuerdo, que un buen pleito
Rolando Cárdenas y A.C. Mercado-Harvey
La primera quincena de diciembre llegó anómala: por primera vez con la final de un Mundial de fútbol prenavideño entre Argentina y Francia, con la certeza de que quien salga campeón se convertirá en tricampeón en mundiales.
Esta semana también se viene con el pozo acumulado de desacuerdos políticos, pero que ya comienza a decantar. Después de mucho ruido por parte de Amarillos, grupo que aún no se constituye como partido ni tiene representación legislativa (salvo por un exDC (descolgado), se logró llegar a un acuerdo, celebrado por algunos y criticado por otros. Se salió del escollo constitucional y se abre un nuevo proceso para escribir una nueva carta fundamental.
La teleserie de la fiscalía nacional también continúa sin resolución y con una arriesgada movida política que podría terminar nuevamente en un puesto tan importante sin vacancia. Antes de entrar en estas temáticas políticas les informamos sobre el contenido de la presente edición.
En el ámbito político, Marcel Albano nos comparte su columna con una mirada sociológica sobre el acuerdo constitucional y los problemas que arrastra, hace ya tiempo, nuestra sociedad chilena actual.
Hace mucho que tenemos un gran problema en la salud pública chilena con las largas listas de espera en los consultorios. Carolina Torres nos informa sobre un nuevo start-up, Geblix, que busca, justamente, bajar tales listas en los consultorios de Chile.
Las temáticas culturales siempre han estado en el corazón de este diario digital. Por eso, esta semana les compartimos tres notas sobre cultura. La primera es una crítica literaria, realizada por Esteban Valenzuela, sobre la última novela policial de Eduardo Soto Díaz, Tres políticos muertos (2022). La segunda es de Carolina Torres, en la que nos cuenta sobre el estreno del single “Loica” de El Gallo en Pichilemu, por Cahuil Records, en el marco de Sonidos de Pichilemu. Además, realizamos un Diálogo Regionalista con Carolina y el autor del single, El Gallo.
La última nota cultural, realizada por nuestro equipo editorial, es sobre dos eventos de danza realizados en Rancagua el primer fin de semana de este mes: la Feria de Culturas Migrantes 2022, organizada por la Seremi de las Artes, las Culturas y el Patrimonio de O’Higgins en la cual participaron bailarines y cantantes de diversos países. El otro evento fue Mukondo Kizomba Festival, organizado por Kutonoka Chile de nuestra región, que contó con artistas de Argentina, Chile, Brasil y Paraguay que acompañaron al gran maestro de danzas angoleñas, Mestre Petchu.
En otras noticias locales les compartimos la nota de prensa de Pablo Dintrans sobre 200 alumnos de Cachapoal y Colchagua que aprendieron sobre el Cambio Climático y la eficiencia hídrica, mediante un convenio entre el Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Rayentué y FIA que permitió llegar a cuatro liceos agrícolas de la Región de O’Higgins.
Por su parte, Edison Ortiz nos relata sobre una temática desconocida e invisibilizada como es el Memorial de los ejecutados y detenidos desaparecidos mapuche de Temuco, que da cuenta de la persecución que hizo la dictadura de Pinochet al pueblo mapuche.
Con preocupación vemos la nueva crisis política que atraviesa el Perú. Por tal razón, realizamos un Diálogo Regionalista con la cientista política Ruth Acevedo, quien conversó con David A. Harvey y nuestra editora sobre lo que está aconteciendo en el vecino país.
A continuación entramos en la arena política, con nuestro habitual análisis semanal.
Y tenemos acuerdo
Y el lunes 12 se llegó a un acuerdo para permitir continuar el camino para el cambio constitucional. Adhirieron casi todas las fuerzas con representación parlamentaria, excluyéndose el Partido Republicano y el Partido de la Gente. El acuerdo ha recibido fuertes críticas, tanto de la extrema derecha como de la extrema izquierda, ambas con discursos similares: traición, cocina, y una larga lista de epítetos para descalificar este acuerdo.
Conviene preguntarse primero, si el oficialismo y el gobierno tenían algún margen de maniobra para imponer otras condiciones, y la verdad es que ninguno. Cometió el error de dejar de gobernar seis meses y enfrascarse en la campaña por el Apruebo que terminó en la peor derrota de izquierda desde el retorno a la democracia y, además, hay que considerar que el texto propuesto era bastante más que una propuesta constitucional, contenía muchas de las ideas programáticas de la actual administración y, por tanto, la derrota adquiere otras dimensiones. Algunos analistas, como Juan Pablo Luna, plantearon que esto era el fin del gobierno al igual que el estallido fue el fin del gobierno de Piñera.
Quienes, desde la izquierda, critican al gobierno y al presidente por aceptar este acuerdo, tienden a olvidar que esta administración es de minoría y no una minoría relativa: su base de votación dura es de un 25%; por tanto, debe seguir ampliando su base de apoyo y negociar con la oposición sus propuestas de reformas, si es que no quiere dedicarse a realizar política testimonial. Esa segunda opción carece de sentido en un país con problemas de gran envergadura que, además, requieren políticas que traspasen la temporalidad de una administración. Sorprende, también, ver a muchos exconvencionales criticando este acuerdo sin asumir ni un milímetro del gigantesco error cometido.
Dilatar el acuerdo habría significado tener elección de constituyentes a mediados del próximo año, con el momento más duro de la crisis económica y con la propuesta del sexto retiro sobre la mesa; un pésimo escenario electoral para el gobierno, pagando los costos de oponerse al sexto retiro, que significaría prolongar en el tiempo la crisis de inflación que vive el país, por lo que sus candidatos tendrían menos posibilidades de ser electos.
Si Boric logra que, al término de su mandato, tengamos una nueva constitución, y una buena reforma de pensiones, que mejore la situación de quienes hoy viven con pensiones miserables, podremos hablar de un gobierno que ha tenido éxito, a pesar de las difíciles condiciones que en le tocó gobernar.
Desde el primer gobierno de Bachelet en 2006, hemos pasado de gobiernos pendulares a gobiernos travestidos: Piñera dos debió terminar gobernando con ideas progresistas y Boric con ideas más conservadoras.
Este ciclo político está signado por el eclecticismo, son períodos complejos donde las respuestas no son excluyentes, como ha reiterado tantas veces Mirko Macari: no es esto o lo otro muchas veces es esto y lo otro; es cosa de ver el acuerdo en seguridad, que el país tan urgentemente necesita.
Nominación de fiscal nacional
El gobierno ha nominado a Marta Herrera para fiscal nacional. Viene de una fuerte derrota política donde propuso como fiscal a José Morales, el que no tuvo los votos suficientes para ser nombrado.
El gobierno, en la anterior nominación, no fue capaz de construir un acuerdo político donde la nominación del fiscal fuera una pieza más, ni tampoco se atrevió a ir con un candidato de su agrado. Ahora, en un peor momento se arriesga a la segunda alternativa, donde su posibilidad está dada porque los senadores no quieren cargar con el peso de mantener acéfala aún más la fiscalía nacional, órgano esencial en la lucha contra la delincuencia.
En los próximos días sabremos si es una buena decisión o un nuevo error de cálculo. Hasta el momento, los funcionarios de la fiscalía han manifestado su rechazo al ser la continuadora de la “nefasta” administración de Abbott; la UDI ha indicado que rechazará su nominación y la Corte Suprema señala que ellos no tienen nada que ver con lo que suceda, olvidando que ellos mismos la nominaron en la quina. Para finalizar, es importante resaltar que, a propósito de pragmatismo y realpolitik, terminaremos el año con el acuerdo de modernización con la Unión Europea y el CPTPP (TPP 11) firmados por nuestro país.