El Precio de la lealtad
Rolando Cárdenas y A.C. Mercado-Harvey
Esta semana de verano volvemos con nuestro formato de ediciones sabatinas. Pese a ser época estival, la agenda noticiosa continúa cargada, con acusaciones constitucionales a ministros, preparativos para el nuevo proceso constitucional, agenda anti-delincuencia, declaraciones del comandante en jefe del ejército y marejadas en la costa de nuestro país. En el exterior, las aguas continúan agitadas en Perú, Brasil, Estados Unidos y Francia.
Como es habitual, algunos de dichos temas internacionales son abordados en esta edición. David A. Harvey nos explica en detalle lo que significa la llegada de los republicanos a la presidencia de la Cámara de Diputados y los desafíos que podrían afectar a la economía mundial, si no se llega a un acuerdo para aprobar la deuda de EE.UU. Por su parte, A.C. Mercado-Harvey nos entrega su entrevista a Ruth Acevedo, cientista política peruana, quien explica en profundidad la tremenda crisis por la que pasa el Perú hace meses, calificándola como la peor de su historia, y que se ha recrudecido en la última semana.
A nivel de las turbulencias políticas locales, nuestro equipo editorial nos entrega una nota sobre la suspensión de la militancia de Juan Ramón Godoy en el PS, explicando sus causas e implicancias para el actual alcalde de Rancagua.
También a nivel local, en materia medioambiental, Pablo Dintrans nos cuenta sobre la implementación de hoteles de insectos en distintas comunas de nuestra región, los cuales cumplen una función didáctica, pero que, además, ayudan a restaurar hábitats importantes para la economía familiar campesina.
Finalmente, les compartimos una crónica realizada por Edison Ortiz y Nazario Garay sobre una festividad acontecida cada año en la localidad de Pailimo, cercana a Pichilemu, donde se realiza la fiesta campesina del arándano. En ella, hacen un recorrido de las actividades y de la gastronomía que se puede disfrutar, incluyendo recetas para que nuest@s lector@s experimenten en sus hogares.
Como de costumbre, l@s dejamos con nuestro análisis semanal de las noticias políticas nacionales más relevantes.
El costo del salvataje
El ministro Jackson se salvó de la acusación constitucional, y quedaron varias señales que marcaran la política por algún tiempo:
- En el ámbito de la chimuchina todos coinciden que es un tipo pesado y prepotente y que pareciera olvidar como empezó su carrera parlamentaria, gracias a la coalición de los treinta años.
- El gobierno estuvo dispuesto a pagar nuevamente un alto precio para salvarlo, lo que Chile Vamos y el oficialismo sabrán cobrar en el momento adecuado. Hay que ver si el alto precio pagado vale la pena y no es mejor que el ministro de un paso al costado para recomponerse y volver con nuevos bríos.
- La acusación debía pararse en el Cámara baja ya que en el Senado no tenía ninguna posibilidad de zafarse.
- La DC utilizó de muy buena manera su representación parlamentaria y se plegó al rechazo, como se le retribuirá, ya lo insinuó la ministra Uriarte, el gobierno deberá aceptar las dos listas a consejeros para permitir que el socialismo democrático incorpore a la DC, evitando así que termine pactando con sectores del rechazo. Punto para Undurraga.
- Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) se desmarcaron de la acusación promovida por Republicanos y cada vez se afianza más la posibilidad que no haya pacto electoral entre ellos.
Consejo constitucional
La composición de los órganos del nuevo proceso constituyente ya está aquí, este mes debe quedar constituido el comité de expertos y en el mes de febrero los pactos electorales. Respecto del consejo de expertos el expresidente Lagos hizo saber sus aprensiones en relación a que los partidos no puedan resistir la tentación de incorporar, en esta instancia, a cuadros políticos que ellos puedan manejar, con lo que se daría una muy mala señal a la ciudadanía que, además, desconfía de los políticos y sus organizaciones.
Toda la clase política está de acuerdo, pero no está claro que estén dispuestos a escuchar sus consejos. Probablemente terminemos con un consejo experto que mezclará operadores políticos con algún respaldo académico. Respecto de los pactos electorales, ya decíamos que probablemente tendremos al menos cuatro listas: Chile Vamos, Republicanos (con o sin el PDG, que es la duda), y por el lado de la oposición Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático más la DC.
¿Qué pasará con Amarillos y Demócratas? Ya, Isidro Solís, de Amarillos, ha indicado que lo lógico sería pactar con las fuerzas que estuvieron por el Rechazo, lo que es viable en la medida que la lista de la derecha excluya a Republicanos. Demócratas está en la encrucijada y Rincón y Walker deben medir bien sus pasos, si quieren seguir en la creta de la ola.
Candidatos a consejeros
La elección de candidatos será también un interesante ejercicio de ingeniería electoral, ya que, por el tiempo de campaña, el que no haya franja televisiva, volcará a los partidos a buscar candidatos que tengan alto grado de conocimiento y que tengan respaldo electoral, pero que, además, estén dispuestos a trabajar seis meses y quedar inhabilitados por cinco años a cargos de elección popular; en la práctica, esta sería su última estación.
Nombres como el de Aníbal Pérez, Juan Pablo Letelier, Juan Carlos Latorre, entre otros, resuenan de inmediato. Es decir, la vieja, rancia y rechazada exConcertación. No parece una buena receta reciclar nombres con un amplio prontuario en casos de corrupción y operación política. El riesgo es que, al no saber cómo votará un porcentaje del electorado que hace años no le interesan estos temas, puede posibilitar el que candidaturas de independientes logren un alto grado de elegibilidad desordenando un poco este proceso o, como diría el por fin embajador Depolo, metiéndole inestabilidad.
El comandante en jefe y su reiterado reclamo
El General Iturriaga nuevamente ha hecho noticia al indicar que no es rol del ejercito cumplir tareas de orden público, algo que, incluso los más afiebrados, han indicado que es deliberación y, por tanto, desacato a las normas constitucionales que les rigen.
Sin embargo, más bien parece que, por segunda vez, al igual que hizo en el gobierno de Piñera, al señalar que no estaba en guerra con nadie, lo que hay es un nuevo reclamo a la política para que cumpla el rol que le compete.
Colocar, con la actual legislación, a los militares a cuidar la frontera es una pérdida de tiempo: para nuestra legislación el ingreso ilegal es una falta y, por tanto, al detenerse a un inmigrante ilegal este debe ser entregado a la PDI, quien lo reconduce a la frontera, generalmente boliviana. Allí la policía de ese país no lo acepta (solo permite a bolivianos) y, entonces, la persona se le cursa una citación al juzgado de policía local, quedando en libertad para ir donde quiera. Como entran sin documentos dan nombres falsos. Por tanto, el ejercito repetiría el mismo ciclo, detener, entregar a la PDI y el inmigrante finalmente entrará sin problemas. Es hora de que este problema se enfrente con decisión por parte del gobierno y el parlamento, buscando un camino intermedio entre el buenismo de la izquierda y el cinismo e inhumanidad de la derecha. Es importante decir que este es un problema de muy difícil solución que no ha tenido una salida satisfactoria en ninguna sociedad desarrollada.