A.C. Mercado-Harvey y Rolando Cárdenas
Esta penúltima semana de febrero vino cargada de festividades. A nivel regional, el Carnaval de Río y otras ciudades de Brasil; en New Orleans y otras ciudades de Estados Unidos, Mardi Gras. En Chile, el Festival Internacional de Viña del Mar. Si uno sintonizó las noticias por estos días, podría pensar que los incendios quedaron atrás y que nada más ocurre en Chile, a excepción de este festival. Pese a la existencia de múltiples plataformas como Netflix, Disney y Amazon, l@s chilen@s continuamos la tradición de ver el festival, conozcamos a los artistas o no. Para l@s más viej@s, se ha hecho más patente en esta edición que una nueva generación, la del género urbano, se tomó la Quinta Vergara. Lo mismo con el humor, que afortunadamente dejó atrás el chiste fome que se reía de los tartamudos, discapacitados, mujeres, etc. El cambio, que hace años se viene tomando la escena del humor, se ha consolidado al punto de que en Viña ya no hay humoristas cuenta chistes, sino solo representantes del stand up comedy, con su punto álgido en la presentación de Fabrizio Copano. El humor político de su rutina le tomó el pulso al momento que vivimos. La pifiadera contra Piñera deja claro que no hay nostalgia por el expresidente; tampoco lo hay por el excandidato Kast, quien fue abucheado notoriamente. La mención del actual presidente Boric tuvo una reacción más mixta, pero al final el público coreó su nombre.
Pero no todo es ambiente festivalero en Chile. También han habido noticias políticas, desde los desubicados dichos de Daniel Jadue sobre la polémica Boric-Nicaragua, hasta el aprovechamiento político de la derecha respecto a las estadísticas sobre intencionalidad de los incendios.
Les presentamos nuestra edición de El Regionalista:
Los incendios continúan y las lecciones que nos dejan es el tema del nuevo análisis de Gonzalo Martner, quien hace un excelente diagnóstico de lo que debe cambiar para evitar este tipo de tragedias, que se harán más frecuentes con la sequía que sufre nuestro país hace más de una década. Además, les entregamos un análisis sobre la intención del ministro de Agricultura de impulsar una mesa de conversación con la patronal maderera, CORMA, con el fin principal de coordinar el aporte de las empresas a la prevención de incendios forestales.
Edison Ortiz nos presenta su entrevista al conocido sociólogo Alberto Mayol, quien, desde Valencia, nos comparte su visión de lo que está ocurriendo en Chile y su análisis sobre el nuevo proceso constituyente.
Esta semana se cumple el triste aniversario de un año del comienzo de la invasión de Rusia a Ucrania y la guerra que ha tenido consecuencias mundiales en la economía. La sorpresiva visita de Joe Biden a Kiev y a Polonia nos ha dejado claro que Estados Unidos continúa fuertemente del lado ucraniano. Sobre la guerra y su proyección a futuro hace un certero análisis David A. Harvey.
Y Marcel Albano nos remite a una característica que traspasa estratos sociales, contextos y ambientes en el Chile de hoy: el lenguaje coprolálico.
Bajo la canícula inclemente
Y hace un año nuestro mundo se derrumbó
Hace un año, Rusia inició la guerra con Ucrania.
Más allá de las fuerzas desplegadas, de si se avanza o se retrocede, el conflicto de fondo es la hegemonía mundial de las dos grandes potencias hoy existentes: Estados Unidos, que es el imperio en retroceso, y China que es el imperio en ascenso.
Así como Biden visita Kiev, al mismo tiempo el canciller chino visita Moscú, reafirmando la alianza con Rusia y entregando una propuesta de reordenamiento del orden mundial existente. Su presencia en Moscú sirve también para preparar la visita próxima de Xi Jinping. Al mismo tiempo, China, Rusia y Sudáfrica realizan ejercicios navales conjuntos.
El analista Ivan Witker indica que algunos pertenecemos a una generación que ha visto dos veces cambiar el mundo completamente: en 1989 vimos caer el muro de Berlín y el desplome de la Unión Soviética y el mundo bipolar tiende hacía la multipolaridad.
Lo que se consolida como doctrina y eje de las relaciones entre los países es la interdependencia, que además nos garantiza la paz entre las naciones.
El resultado del conflicto Rusia – Ucrania ha derrumbado los cimientos de esa doctrina, la muestra más palmaria de un mundo que está cambiando totalmente. Así como Francia comunica que construirá nuevas centrales nucleares para tener independencia energética, Alemania ha dejado casi de depender del gas ruso, y en nuestra pequeña escala hablar de seguridad y soberanía alimentaria es aceptado por todos.
Junto al cambio de este paradigma, que reordenará el comercio y la actividad económica mundial, comienza el alineamiento de los países que no pueden soslayar el conflicto EE.UU. – China. En nuestra región, dos países ya están alineados claramente, México que no tiene más que un camino, alinearse con Estados Unidos, y Argentina que hoy sobrevive a su crisis con el apoyo de los capitales chinos, lo cual obliga también a su alineamiento con el gigante asiático.
Chile desde los 90 apostó por el Asia – Pacífico y consistentemente abrió su economía en esa dirección y hoy China es nuestro principal socio comercial, sin embargo, la red 5G que nos proveería china a través de Huawei no se concretó y se eligió una opción distinta. En el caso del contrato de los pasaportes que tomaría una empresa china, vino el secretario de estado estadounidense a indicar que hacer negocios con China era hacer negocios corruptos y se desechó esa adjudicación.
Históricamente, Chile ha sido un país renuente a alinearse. Sin embargo, hasta el momento las señales del gobierno son prooccidentales, y la sensación que queda es que falta una discusión más estratégica que dé sustento a la construcción de una política de estado, ver qué pasa con Brasil y la posibilidad de avanzar en un diálogo con ellos o buscar alternativas. América Latina y Chile no son actores relevantes en este juego, en el cual el actor que emergerá con fuerza en los próximos años por población y recursos será África, donde China ya realizó su inversión.
Y donde está la comunicación política
Un tema interesante para quienes gustan de la comunicación política es lo que ha pasado con los incendios forestales y la figura de los ministros coordinadores de regiones. Hay relativo consenso en que el gobierno actuó de manera oportuna, disponiendo de recursos significativamente mayores para enfrentar este fenómeno que llegó para quedarse. Por eso es tan relevante que los actores se instalen a conversar y llegar a un acuerdo de largo plazo para enfrentar y minimizar los daños que genera y generará este flagelo, tal como han propuesto tanto el presidente como el ministro de Agricultura.
La figura de los ministros coordinadores ha sido bien evaluada, ya que podían generarse conflictos con los distintos órganos del Estado que intervienen en los territorios. No es fácil concordar planes de acción con senadores, diputados, alcaldes, gobernadores, cores, empresarios, sociedad civil, en que cada cual tiene atribuciones y agenda propia, y eso ha funcionado bien.
La última encuesta Cadem midió el grado conocimiento y evaluación de aquellos ministros que sobrepasan el 40% de conocimiento.
A nivel de conocimiento crecen de manera relevante la canciller Urrejola de 35% a 44%, y los ministros Grau de 44% a 50% y Valenzuela de 28% a 33%. En el caso de la ministra de Relaciones Exteriores es una mala noticia, ya que solo se ha visto envuelta en polémicas, de hecho, su evaluación positiva cayó de 48% a 39%.
Respecto de la evaluación del gabinete, el ministro Marcel ha mantenido permanente evaluación positiva. Crecen también su evaluación positiva el ministro Jackson, de 29% a 38%, y el ministro Avila de 50% a 57%
Los otros ministros coordinadores García, Orellana, Pardow, Aguilera no tuvieron impacto en sus niveles de conocimiento.
El gobierno ha subido en su evaluación positiva de un 37% a un 47%, por la forma en que está enfrentando los incendios, lo que le entrega un margen de 17% para crecer en aprobación que está en un 30%.
Está claro que la política está ensimismada y desconectada de la ciudadanía, además de la feroz desconfianza que existe en instituciones y partidos, pero hay experiencias que pueden ayudar a mejorar la comunicación con la ciudadanía. Este gobierno no se ha caracterizado por tener en la comunicación su área fuerte y es hora que dé un giro y aproveche las experiencias positivas.
Se apareció marzo
Se termina el verano y se aparece marzo con su carga en distintos ámbitos. Al gobierno se le aparece marzo con múltiples temas a resolver: cambio de gabinete ahora o post elección de consejeros, cómo se enfrenta el sexto retiro, cómo se llega a acuerdos con la oposición para avanzar en reforma tributaria y de pensiones, cuándo se instala la mesa para reordenar la ruralidad, entre otras materias urgentes.
Todo con la presión de elecciones que sitúan a las fuerzas políticas en un terreno de agudización de las confrontaciones, puesto que lo que rinde hoy electoralmente es la dinámica de buenos y malos.
En términos electorales, se ve un camino pedregoso en el que la lógica indica que Chile Vamos y Apruebo Dignidad y el PS debieran ser las listas más fuertes y la tarea para la lista PPD, DC y PR será no ser superada por el Partido de la Gente, y tener un buen caudal de votos y representación.