Diez criterios para fundamentar el voto
Chile, al igual que muchos países, está viviendo un punto de inflexión que determinará las posibilidades de lograr la construcción de una sociedad capaz de enfrentar los grandes desafíos del siglo XXI.
El modelo que sostenía nuestro desarrollo en todo ámbito hizo crisis al no cumplir sus promesas de ser una sociedad de oportunidades, movilidad social y sustentabilidad, y naufraga definitivamente con el llamado estallido social del 18-O. Esta crisis se trató de canalizar institucionalmente a través de la elaboración de una nueva constitución que oriente un nuevo marco de convivencia.
Hoy estamos enfrentados a una nueva elección presidencial, que debe transformarse en un elemento coadyuvante al proceso que vive el país, por tanto, queremos aportar con un decálogo que los electores pueden tener presente para analizar las propuestas de quienes postulan y así lograr que el voto se transforme en el match adecuado con el/la candidata/a que mejor te represente.
A continuación, un decálogo de puntos a considerar a la hora de votar:
1. Valores éticos
Aunque no lo crea, la política está íntimamente ligada a los valores. Por ejemplo, la creencia en el bien común es un valor. La idea de comunidad y bienestar va asociada al trabajo público. L@s funcionari@s empleados por el estado deben trabajar para eso. Por ej., Impuestos Internos recauda para financiar todos los programas que hay, los trabajadores de la salud intentan salvar vidas, los del Serviu que la gente tenga viviendas, Junji, que los niños tengan qué comer, etc. Otro valor es la igualdad de derechos de todo tipo, ¿usted piensa que todos fuimos creados iguales sin distinción de credo o raza?, ¿apoya los derechos de minorías? ¿le importa la inclusión de los discapacitados? Todas esas cosas van dentro de los valores y los contrastes son bastante claros en los programas de cada candidat@. Para graficarlo: no da lo mismo elegir a alguien que quiere volver a los años 50 con la mujer en la casa y sin derecho a nada, a otros que abogan por la igualdad de género. Ampliando esta línea, dentro de los valores debe considerarse el respeto por los derechos de la mujer y comunidad LBGTI.
2. Relación con la Convención
Este punto es muy relevante, porque no da lo mismo tener un presidente que trabaje para que a la Convención le vaya bien versus uno que haga todo lo posible porque fracase. Mire lo que ha ocurrido con el mandatario saliente: no ha dado los recursos necesarios, no ha coordinado bien, ha nombrado gente incompetente, etc. Las posibilidades de tener una constitución y que este proceso culmine bien están estrechamente ligadas con quien ocupe La Moneda.
3. Medio ambiente y sustentabilidad
Acaba de finalizar la COP26 que nos dejó un sabor agridulce: se avanza, pero no lo rápido que se necesita. Chile es uno de los países que más se verá afectado por la crisis climática que vivimos a nivel mundial. Dado aquello, no da lo mismo tener un@ presidente que privilegia los intereses empresariales por los medioambientales. Si no, mire lo que ocurre hoy con el proyecto Dominga. Mire los programas de gobierno, los contrastes son claros, hay candidatos que tienen agenda medioambiental y otros que la tienen, pero está vacía.
4. Propuestas económicas
La economía es el motor que mueve todo en una sociedad capitalista. Fíjese bien en lo que propone cada candidato en materia económica. Hay quienes prometen que con una rebaja de sueldo a los parlamentarios se puede financiar todo y, cual varita mágica, puf, todo solucionado. Suena bonito, pero todos los que saben de números han dicho que estos no cuadran en lo más mínimo. Los ofertones suenan tentadores, pero nunca son reales. Tampoco lo son las promesas de cortar impuestos (contribuciones, impuesto al patrimonio, etc.) y, por arte de magia, crecerá la economía. No ha funcionado nunca, en ningún país del mundo. Es un mito urbano por el que algunos siguen bregando en distintas partes el mundo, sobre todo en la derecha extrema, sin éxito. Por otro lado, hay un candidato en el extremo izquierdo que quiere comunismo de verdad. En el resto de l@s candidat@s, los planes económicos varían desde un socialismo moderado hasta continuismo con cambios cosméticos.
5. Propuestas sociales y culturales
Mucho se habla de crecimiento con igualdad, casi de manera transversal en el espectro político. Sin embargo, no todos los candidatos proponen medidas en esa dirección. Fíjese bien quiénes proponen expandir programas sociales y quiénes los quieren eliminar. Las AFP, de las que tanto se ha discutido, son parte de lo social. Aquí vemos una contradicción radical: hasta hace poco el 70% de los chilenos decían que no votarían por un candidato que se opusiera a los retiros. Resultó ser falso, porque, según encuestas, pasará a segunda vuelta un candidato que nunca estuvo por ningún retiro y que ha propuesto traer al creador de las AFP como ministro de economía. En cuanto a lo cultural, siempre hay un sector que lo privilegia y el otro que lo ignora y le corta recursos. Nada diferente en esta elección. La tendencia se mantiene.
6. Regionalismo
Este es un término que ha ido creciendo con el tiempo, pero que siempre ha estado presente, de uno u otro modo. Este también parece un punto de consenso entre los candidatos, pero algunos se quedan en el bla, bla y otros proponen medidas concretas para lograrlo. Si usted es de región, es un punto que debe examinar bien no solo para la presidencial, sino también para la senatorial, diputaciones y CORE. El Regionalista le pide especial atención en este punto, especialmente querido por el periódico, seleccionando a quienes buscan ampliar la voz de los territorios.
7. Hacerse cargo del voto
Tal cual, hágase cargo. Hace 4 años muchos votaron por el actual presidente con la idea de que crearía empleos y evitaría “Chilezuela”. No solo no hubo tal creación de empleos (prepandemia). Ahí vinieron los arrepentidos que después negaban haber votado por el actual presidente. Si usted vota por un candidato, hágase cargo después en vez de quejarse y decir yo no sabía, o no pensé o cualquier otra excusa. Si usted vota por un candidat@ que quiere despedir a empleados públicos y después sabe de una sobrina que se quedó sin pega y ve a su hermano complicado por ello, no se haga el desentendido, usted contribuyó con su voto a aquello. Los que no votan, tienen cero derecho a queja, su elección es que otros decidan por usted.
8. Impacto en lo cotidiano
Se suele pensar que la política es una cosa frívola que poco afecta el día a día de las personas. Nunca falta el argumento, ¿a mí qué me importa si igual tengo que ir a trabajar mañana? La respuesta es simple: quien sea presidente puede afectar su situación laboral. Por ejemplo, hoy tenemos un candidato que promete despedir a 30 mil empleados públicos. Es decir, que eso puede afectarle a cualquiera que trabaje en cualquier repartición pública desde un hospital hasta el registro civil. Si usted piensa que ahora hay colas para los servicios públicos, imagínese con menos empleados, quienes en su gran mayoría hacen su pega. Le doy un ejemplo, un pasaporte en Chile se demora 7 días como máximo ¿Sabe usted cuánto se demora en Estados Unidos? 4 meses. ¿Sabe todo lo que han tenido que trabajar los funcionarios del Minsal durante la pandemia? Horas y horas, muchas veces con poco descanso. Gracias a ellos, el país ha podido sortear la pandemia mucho mejor que otras naciones mucho más ricas que la nuestra.
9. Probidad y transparencia
Son términos bastante manoseados, pero poco seguidos. En un momento en que caen figuras de todos los colores políticos por falta de probidad, es sumamente importante exigir esto de nuestros gobernantes: desde un alcalde, pasando por un CORE, un diputado, un senador, un ministro y un presidente. O un candidato o candidata, como hemos visto en estos días. Cuidado con quienes prometen transparencia, pero tienen un enredo total cuando se trata de sus propias finanzas. En esta elección hay desde quien tiene orden de arraigo por no pago de pensión de alimentos, problemas con boletas falsas, cuentas en el extranjero para evadir impuestos, etc. Mire bien, porque ese discurso de que son todos corruptos siempre beneficia al mismo lado político. Los políticos son seres humanos y, por tanto, imperfectos, pero no todos llegan al mismo extremo. No elija al menos malo, sino al que menos faltas tiene en materia de probidad. ¿Hay alguno que no tenga ningún escándalo de corrupción? Sí, por eso infórmese y no se quede con lo que dice Facebook o Twitter. Mire los tan vilipendiados noticieros o lea publicaciones que informen, todavía hay periodismo serio en este país. No crea todo lo que dice Mosciatti o la Dra. Cordero. Hasta Yerko Puchento da más en el clavo.
10. Fake news o noticias falsas
Aunque suene majadero, no se deje llevar por lo que lee en redes sociales y esto va para todos los colores políticos. El hecho de que tengamos sección en noticiario para comprobar veracidad de lo que circula en redes -el fact checking-, nos dice algo. Votar no es algo que debe tomarse de un modo liviano, como si fuera un juego. La vida de millones de personas se ve afectada, según quien sea president@. Hay una responsabilidad cívica detrás del voto. Eso implica estar informado. Si lee un meme o una cosa bombástica en Facebook o Twitter o WhatsApp, no lo tome como algo real; la mayoría de las veces son mentiras o exageraciones. Hay candidatos que las usan a su favor. Usted, como votante, no se deje manipular. La información real está y hay una oferta suficiente de medios que la reportan. Puede que la información que salga no favorezca a un lado u otro, pero los medios no están ahí para eso. Otra cosa son los opinólogos, los influencers, etc. Su función no es informar, sino vender.
Así que, estimad@ conciudadan@, l@ invitamos a pensar en estos puntos y si no en ellos, l@ invitamos a pensar antes de marcar una línea vertical en las papeletas que parecen sábanas. Los cuantiosos nombres que allí aparecen no son todos iguales, hay matices y diferencias radicales entre ellos. El mismo concepto aplica a la presidencial. Si sus valores se alinean con los del candidato, emita su voto en paz, pero si no, piénselo bien porque las consecuencias son reales.