En Memorial de la noche, Manns cuenta la historia de la progresiva pérdida de territorio por parte del pueblo mapuche, específicamente entre los años 30 y los 60 del siglo XX. Mucho antes que la historiografía se centrara en esta temática, Manns contaba la historia de la época en que los mapuche fueron desplazados, despojados y robados por el estado chileno y por colonos europeos
Por A.C. Mercado-Harvey
En medio de un huracán político y judicial, el presidente Piñera declaró el día 12 de octubre una nueva guerra en el Wallmapu. La fecha no pasa inadvertida: el día del llamado descubrimiento, del inicio del genocidio de millones de indígenas en las Américas, en esa misma fecha el gobierno de Chile declara estado de excepción en la Araucanía o macrozona sur.
Hoy el problema va mucho más allá de la reivindicación territorial del pueblo mapuche; hay narcotraficantes, hay empresas madereras depredadoras. No voy a hablar acá de nada de eso, sino de un tremendo artista que perdimos hace tres semanas: Patricio Manns. Tampoco me voy a referir a su extraordinaria carrera musical, por todos conocida, sino de su prolífica carrera literaria.
Manns era tan talentoso que no solo escribió música inolvidable, sino también poesía, ensayo y novelas. No es de esos casos que como escritor era excelente compositor. Muy por el contrario, fue distinguido en 1988 con la prestigiosa beca Guggenheim, un honor con el que cuentan pocos escritores chilenos.
Esta columna sería larguísima si hiciera un análisis de la obra literaria de Patricio Manns, eso da para un libro completo. Me referiré en particular a Memorial de la noche (1998). Esta novela con tintes de crónica está inmersa en el pastiche posmoderno, es decir, la mezcla de géneros, la polifonía (varias voces), la crítica a la historia con mayúscula, el discurso que fisura y destruye a las grandes narrativas. Esa es una constante en la obra de Manns, centrada en personajes comunes como campesinos, delincuentes (Émile Dubois), indígenas, etc. Es decir, la fauna que compone al pueblo chileno. De hecho, esta obra podría entrar dentro de la literatura del trauma, ya que cuestiona la historia oficial, sale de la linealidad de la narración, usando la elipsis de manera repetida. Además, utiliza elementos de distintos tipos de literatura como la literatura épica, la pornográfica y la crónica. También hay un juego con el lenguaje que a momentos es lírico y, en otros, crudo y sin adorno alguno. Manns fue un adelantado a su época porque escribía con un lenguaje accesible a cualquier lector, en una época en que abundaba la literatura donosiana y se despreciaba la novelística en relación a la poesía.
En Memorial de la Noche, Patricio Manns recoge tradiciones, historias, luchas y masacres del pueblo mapuche, pero también lo conecta con la historia política de Chile, en particular con los gobiernos opresores de derecha como los Alessandri e Ibáñez del Campo.
En Memorial de la noche, Manns cuenta la historia de la progresiva pérdida de territorio por parte del pueblo mapuche, específicamente entre los años 30 y los 60 del siglo XX. Allí narra en la voz del cacique Angol Malalcahuello y otros mapuche, la historia de las reservaciones indígenas en el sur de Chile, un episodio mucho menos conocido que otros en la larga historia de la lucha del pueblo mapuche. Mucho antes que la historiografía se centrara en esta temática, Manns contaba la historia de la época en que los mapuche fueron desplazados, despojados y robados por el estado chileno y por colonos europeos, a quienes Chile le había regalado o vendido tierras que no le pertenecían. Pocos años más tarde, la historiadora Florencia Mallon publicaría su importante libro Courage Tastes of Blood: The Mapuche Community of Nicolás Ailío and the Chilean State, 1906-2001 (2005) (El coraje tiene sabor a sangre: la comunidad mapuche de Nicolás Ailío y el estado chileno) en el que relata mucho de lo que Manns describe en su obra. Ambos recogen historia oral, lo cual explica la similitud y el enfoque polifónico.
Patricio Manns recoge tradiciones, historias, luchas y masacres del pueblo mapuche, pero también lo conecta con la historia política de Chile, en particular con los gobiernos opresores de derecha como los Alessandri e Ibáñez del Campo. La narración del abuso policial de la Policía Montada de la Frontera, que asesinó a muchos indígenas en total impunidad, es particularmente efectiva. Este es un buen recordatorio para los que afirman que nada ha cambiado. El estado intenta una y otra vez reprimir, pero hoy nadie ignora los abusos de las fuerzas de seguridad del estado, y pocos chilenos no simpatizan con la causa mapuche, algo que en la época que escribió Manns era impensable.
Pionero en la historia de usurpación
Esta novela de Patricio Manns abrió camino en la examinación del pasado de usurpación y violencia contra el pueblo mapuche por parte del estado chileno. En los últimos años se han escrito obras, tanto de ficción como de crónica o historia, que exploran la temática desde diferentes ángulos. Me gustaría mencionar un par para ejemplificar.
Uno de ellos es Historia secreta mapuche (2017) del periodista Pedro Cayuqueo. Tal como anuncia su título, el libro trata sobre el conflicto entre el pueblo mapuche y los estados chilenos y argentinos en el siglo XIX. Como relata Cayuqueo, el Wallmapu se redujo mucho más durante este período que durante la colonización española. Esta historia “secreta” aparece con claridad en la novela de Manns, escrita casi veinte años antes. En palabras de su protagonista, Angol Malalcahuello: “Es éste el límite ahora. No podremos ni sembrar ni pastorear nunca más al poniente de este río, el río de nuestros antepasados, el río de nuestro pueblo, el río de los antiguos”. Pese a que este pasaje remite a la Reforma Agraria de 1928 y a la subsecuente creación de las reducciones indígenas, se refiere a ese proceso progresivo de reducción del Wallmapu desde la guerra del siglo XIX con el estado chileno que describe Cayuqueo.
En el plano de la ficción está la novela Weichafe(2018) de Marcelo Leonart, quien llegó a ser catalogado como: “el gran escritor chileno del conflicto mapuche” (Joaquín Escobar, Ojo en tinta). Es muy posible que Leonart haya leído Memorial de la noche de Manns y, tal vez, hasta se inspiró en ella al escribir la propia.
Pese a que tratan momentos diferentes del conflicto entre el pueblo mapuche y el estado de Chile, la intención de narrar ese trauma histórico de un modo polifónico, de rescatar la historia y las tradiciones, de mostrarnos al resto de los chilenos que los afuerinos somos nosotros y que la causa mapuche debe importarnos a todos, está en ambas novelas.
Hoy vivimos un nuevo capítulo en esta historia de ocupación, usurpación y violencia. Otra vez un gobierno de derecha intenta imponerse por medio de la ocupación militar, tal como ocurrió en la época de Ibáñez del Campo (1928), de Arturo Alessandri (1933), durante la dictadura de Pinochet (1973-1990). El gobierno de Piñera intenta “pacificar la Araucanía”, haciendo eco de los fantasmas del siglo XIX, de la Reforma Agraria del 28, de la dictadura de Pinochet.
Por eso, esta novela de Patricio Manns es tan atingente, tan relevante a nuestra realidad actual. Para quien quiera entender el llamado “conflicto mapuche”, los libros que he citado aquí son esenciales, además de los escritos por Gabriel Salazar y otros historiadores como Florencia Mallon.
Acabamos de perder a un gran artista nacional, a un dotado escritor, no perdamos además las palabras proféticas que nos dejó y hagámosle honor mediante la lectura de sus obras. Personalmente, los invito a leer Memorial de la noche.
1 comentario en “El despojo del Wallmapu en la pluma de Patricio Manns”
Recomiendo novela:Ruido de Sables.