El enigmático Día del Hombre

Por Marcel Albano

The Cure – Boys Don’t Cry

Un ex compañero de curso, me envió un meme sobre el Día del Hombre, 19 de noviembre (¿en serio existe ese día?). Como buen hombre, no me respondió. Al contrario, me distrajo y googlié. “Hablar sobre el hombre hoy en día puede ser tan espinoso (¿en qué consiste ser hombre?) como intrascendente (¿a quién le importa?)”, indicó un comentario acompañado de otro meme. 

Luego, en otro grupo de WhatsApp llegó un vídeo del humorista norteamericano Chris Rock, donde en un formato de Stand Up, nos dice que no somos importantes en la sociedad (¿por qué necesitaríamos sentir serlos?). La lista de importancias, por supuesto, están encabezadas por las mujeres en primer lugar. Luego los niños que, en la actualidad, compiten codo a codo por el amor incondicional de los perros y a veces los gatos (más económicos e independientes que el “kilo de guagua”, escuché a una joven madre). Al final de la lista estamos los hombres.

 

El pasado 19 de noviembre se celebró el Día Internacional del Hombre, una fecha que pretende reivindicar la figura masculina y reflexionar sobre los desafíos que enfrentamos los hombres en la sociedad posmoderna actual (¿sólo los hombres?). En Chile, la celebración de esta fecha pasó casi inadvertida con excepción de los grupos de WhatsApp donde las bromas internas y los memes fueron la tónica dominante. Una ola de memes, que se difundieron rápidamente por las redes sociales, mostraban a hombres en situaciones cotidianas esperando algún tipo de saludo. En algunos casos, los memes eran humorísticos, mientras que en otros, hubo presencia de imágenes y vídeos más bien críticos.

La crítica principal apuntó a que la sociedad conmemora a las mujeres de una manera evidentemente más visible que la de los hombres. Esta crítica se fundamenta en el hecho de que tanto el Día de la Mujer, el Día del Niño como el Mes de la Visibilidad de LGTBI son fechas muy recordadas, con manifestaciones, eventos y campañas de sensibilización. Mueven la aguja del comercio y el capitalismo digital: la industria de la publicidad, el merchandising y el marketing juntos de la mano con el consumo masivo de fetiches, narrativas políticas y su correspondiente romanticismo. El Día del Hombre, si no es por mi ex compañero, no sería incluso columna. No vendimos en el día del Padre, menos una fecha a mediados de noviembre, pasada la quincena de pago.

A pesar de que hay voces que acusan que “todos los días son del hombre” y se nos generaliza como parte de una clase privilegiada y dominante, esa no es la opinión uniforme. La directora del programa Mujeres y Cultura de Paz de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Ingeborg Breines, consideró el día internacional del hombre como «una excelente idea que proporcionará un poco de equilibrio entre ambos géneros», (¿a qué se refiere con “un poco”?). 

OBJETIVOS DEL DÍA INTERNACIONAL DEL HOMBRE

Los 6 pilares del Día Internacional del Hombre

• Promover modelos masculinos positivos; no sólo estrellas de cine y deportistas, sino todos los días, hombres de clase trabajadora que viven una vida decente y honesta.
• Celebrar las contribuciones positivas de los hombres; a la sociedad, la comunidad, la familia, el matrimonio, el cuidado infantil y el medio ambiente.
• Centrarse en la salud y el bienestar de los hombres; social, emocional, físico y espiritual.
• Destacar la discriminación contra los hombres; en áreas de servicios sociales, actitudes y expectativas sociales y derecho.
• Mejorar las relaciones de género y promover la igualdad de género.
• Crear un mundo mejor y más seguro; donde las personas puedan estar seguras y crecer para alcanzar su máximo potencial.

Pero hay fenómenos narrativos no usuales también en la estratosfera digital. Dentro de las búsquedas del googleo, comienzan a aparecer “manuales de nuevas masculinidades” y “clubes de caballeros”. Nada tienen en común. Mientras las primeras parecen expresar sensibilidades de inclusión de género, las segundas se enfocan en defender la figura masculina tradicional, con fuerte énfasis en el tribalismo ancestral. En el motor de búsqueda de Instagram, emergen mentores con acento en la paternidad responsable, el cuidado de la salud física y mental aunque, principalmente, los más populares son una marejada de “mentores” que venden cursos para no dejarse manipular por “el lado oscuro de algunas mujeres”. Promueven una experiencia de vida individualista centrada en el éxito, la independencia financiera y el establecimiento de límites en las interacciones sociales cotidianas. Los mentores digitales como nuevos educadores, cada cual en el énfasis de su propio estilo, se han hecho populares en la era de la crisis del sentido y significancia de los proyectos en común. Cada cual utiliza fórmulas exitosas de storytelling psicológico y dopamínico para ofrecer cursos y talleres que prometen convertirte en “un hombre nuevo”, enfocado en el trabajo personal, productivo, eficiente y eficaz: una síntesis de la felicidad y el goce de la existencia.

Tal vez, lo más relevante en el Día del Hombre (si lo fuere), debe tener relación con nuestro rol para encauzar las energías negativas de la sociedad y a sus miembros hacia el entendimiento o una mejor racionalidad comunicativa a través de un comportamiento personal que signifique valores de respeto, armonía y sana sociabilidad. De manera sencilla, honesta y bajo perfil, mi abuelo simplemente decía que un hombre sólo “tiene que hacer, lo que tiene que hacer”, y ya. Claro, ese orden espartano y estoico, ya no coincide en la sociedad posmoderna donde todas y todos somos cosas, imágenes y vídeos, porciones de información, consumo infomaníaco donde lo falso y lo verdadero, nivela los vínculos humanos para mantenernos  desvinculados. Tal vez el viejo sentido empático de compañerismo ancestral que nos une, está bien para identificar al hombre, donde todos somos uno, y si la polera es la misma, encontraremos a un amigo sin conocerlo, sin hacer un drama existencial.