El futuro del pukará de La Compañía se resolverá el 20 de julio

Equipo de El Regionalista

El futuro del pukará del cerro Grande de La Compañía vive horas clave.

El propietario del terreno donde está emplazado el pukará, el conservador de Bienes Raíces de Santiago, Luis Maldonado, ha mostrado disposición para donar el bien, lo que permitiría a una tercera entidad gestionar su manejo con fines sociales, de investigación y culturales.

La voluntad expresada por Maldonado no brota de su exclusivo interés por compartir este bien cultural. Sucede que tras perpetrar la tercera intervención con graves daños al monumento histórico, enfrenta una demanda ante el Tribunal Ambiental que se prolonga ya por dos años y que podría concluir con una condena acorde con el delito cometido. Después de todo, los graves daños ocasionados al pukará en tres oportunidades solo se originaron en el afán de su propietario por obtener lucro, arrendando la superficie a compañías de teléfonos celulares.

Al menos para moderar las sanciones, el conservador Maldonado ha propuesto donar el terreno a una entidad que cuide este monumento, lo abra a la ciencia y de esa forma sea útil a toda la comunidad, local y nacional.

Esta solución, que parece una buena salida, se conoció hace cerca de un mes pero venía con sorpresa: la entidad receptora de la donación sería la Universidad Católica de Chile y el rol de gestor de la recepción del bien lo cumpliría Emilio De La Cerda, director del Núcleo de Colecciones de la UC.

Dos cosas llamaron la atención: una, la elección de la UC y que el gestor por la UC sea De La Cerda. Lo primero, porque hasta que se supo la noticia, nada se conocía del interés de esa universidad por gestionar el pukará. Y lo segundo, porque el directivo de la UC a cargo de la gestión es Emilio De La Cerda, el mismo que hasta marzo de 2022 fue subsecretario de Patrimonio Cultural en el gobierno de Piñera. Es decir, entre junio de 2021 y marzo de 2022, De La Cerda defendió el monumento histórico de la voracidad del propietario y ahora, en su nuevo cargo en la UC, le entrega el bien a su nuevo empleador.

El cuestionamiento a la presencia de la UC se relaciona con que, desde que se conoció el nuevo atentado contra el pukará, en junio de 2021, la Universidad de O’Higgins tuvo una activa participación en las gestiones para su recuperación, interactuando con las autoridades y manifestando su interés en gestionar un plan de manejo y recuperación del monumento histórico.

Conciliación

El hecho es que el martes 20, el Tribunal Ambiental convocó a una audiencia de conciliación con presencia de los abogados defensores de Maldonado y de quien demanda, el Consejo de Defensa del Estado. El Tribunal dio un nuevo plazo de 30 días, hasta el 20 de julio, para que las partes analicen los antecedentes de una eventual donación. El Consejo de Defensa del Estado se comprometió a presentar la propuesta a la mesa técnica, constituida por distintos actores, una vez que adopte una posición.

Por último, hay tres antecedentes nuevos en la mesa.

Uno, es que el gobernador regional ha manifestado su claro apoyo a que la receptora de la donación sea la Universidad de O’Higgins. Y advierte que si no es una entidad regional la que tome ese rol, no habrá recursos regionales para invertir en el pukará.

Adicionalmente, se sabe que la Universidad de O’Higgins, que ha tenido presencia en todo el proceso desde junio de 2021, formalizó su interés en hacerse cargo del pukará como receptora de la donación, en un rol de líder de un consorcio de universidades comprometidas en la tarea.

Por último, se ha constituido una coordinadora de cerca de 300 organizaciones y personas, entre las que se cuentan ONG, asociaciones culturales y ambientales, la Unión de Juntas de Vecinos de Graneros, que promueve que el manejo del pukará esté a cargo de la Universidad de O’Higgins y ha solicitado formalmente su participación en la mesa técnica consultiva, que interactuará con la Unidad Ambiental del Consejo de Defensa del Estado antes del próximo 20 de julio. Después de tres desastres que han asolado el pukará de La Compañía, se abre la opción de un manejo responsable, sustentable y abierto a la comunidad de este monumento, quizás el que guarda los vestigios más importantes de las culturas precolombinas locales e inca en el centro de Chile.