El triunfo de Boric, escenario previsible, resultado sorprendente

Esta es una generación nueva que siguió su propio camino, armó partidos, concursó electoralmente y triunfó. Como dice un meme que circula, “la hicieron, cabros”.  Tiene una mayor comprensión de la sociedad actual y sus desafíos, por tanto, debieran ser quienes estén en primera línea del gobierno. Boric ha insistido en estas primeras horas que se trabajará con la gente de manera directa, y en esa nueva forma de relacionarse con la sociedad está claro que la generación que se jubila no aporta mucho.

Por Rolando Cárdenas

Una de las primeras novedades del triunfo de Boric, es la amplia participación de los jóvenes y especialmente de las mujeres jóvenes que significó que en este grupo superó a Kast en una proporción 70% a 30%. Y aunque sin esa distancia aplastante, en grupos de mujeres mayores, siguió manteniendo una importante ventaja. La relevancia de este fenómeno electoral es el cambio en lo que era tradicional en nuestras votaciones, es decir, la histórica tendencia conservadora del voto femenino.

En lo dicho, el daño del diputado electo Johannes Kaiser a Kast fue tremendo y condicionó el voto de las mujeres. Sumado a ello, la asignación de un rol privado para la mujer, sello habitual en las campañas de la derecha, fue la combinación perfecta para el fracaso electoral que vivió el candidato derechista en ese amplio sector de la población.

Otro elemento importante fue la respuesta del electorado de Parisi o, mejor dicho, su no respuesta a la convocatoria del candidato ausente. Su llamado a votar por Kast no tuvo eco; ya decíamos en una columna anterior que hoy existe un elector empoderado que puede votar por alguien si le agradan sus propuestas pero que no lo seguirá incondicionalmente, como estábamos acostumbrados en el sistema binominal.

Datos del fin de ciclo

Boric representa una generación que, teniendo sus raíces en la izquierda, comprende los cambios que vive el mundo y las nuevas preocupaciones que motivan a la sociedad, como el feminismo, el cambio climático, la revolución tecnológica, que están transformando nuestra sociedad dramáticamente. Estos cambios requieren un despliegue de capacidades para pensar en nuevas soluciones como respuesta para viejos problemas. Eclecticismo es la palabra clave.

Todas las recetas tradicionales, desde el estatismo al capitalismo salvaje, no son capaces de enfrentar la complejidad de los problemas de nuestra sociedad. En esa capacidad de ser flexible y creíble al mismo tiempo estuvo el éxito electoral del presidente electo y esa puede ser también la clave de lo que podría ser su habilidad para consolidar un buen gobierno.

¿En la medida de lo posible?

Boric será el último presidente que gobernará con la constitución de Pinochet, y será el que promulgue una nueva carta magna. Esa transición, que no será fácil, hace que algunos analistas de la plaza como Mirko Macari digan que Boric no es el nuevo Lagos, sino el nuevo Aylwin.

Deberá enfrentar una transición en un escenario político altamente fragmentado, con un Senado empatado. Su prioridad debe ser la nueva constitución. En ese desafío enfrentará dos dificultades que debe sortear:

1. Las posibilidades de reformas estructurales son casi nulas, por tanto, debe centrarse en gestionar un gobierno que enfrente los problemas concretos de las personas, seguridad, migración, salud, mejora de pensiones.
2. No debe llevar a la Convención las reformas que no pueda concretar en el parlamento, intentando incorporarlas a la nueva constitución.

Y si en general no será fácil la gestión del nuevo gobierno, alguien decía que en marzo enfrentará un escenario económico complejo, con crisis de empleo y la presión por sostener el compromiso del equilibrio fiscal cuando se empiecen a solicitar nuevos retiros.

A esto debemos sumar señales preocupantes en conflictos de larga data, como el de la Araucanía; Héctor Llaitul, el líder de la CAM, ha indicado que Boric y Kast son finalmente dos caras de la misma moneda.

Asimismo, muchos dudan que la lucha contra el narco tenga alguna posibilidad de éxito.

Señales necesarias

Hoy el presidente electo se enfrenta a dos disyuntivas, por una parte, debe dar señales a los actores económicos y para ello se espera el nombre de quien será el nuevo ministro de Hacienda. Andrea Repetto, que tiene méritos de sobra e importantes redes a todo nivel, dice que apoyará, pero desde la academia. Aunque Boric ha manifestado cierta incomodidad con estas “presiones”, los actores económicos como todos los demás actores requieren certezas.

Por otra parte, hay señales que se han dado de querer ampliar la base del gobierno, más allá de la coalición de apruebo dignidad. La DC manifiesta que su resolución es no entrar al gobierno y que quien lo haga será a título personal. El PS desea que si hay cargos para algunos militantes estos deben ser conversados con la dirección y no por decisiones personales. El PPD también desea tener presencia. Quizás el Partido Liberal este en situación algo distinta por sus nexos generacionales y políticos con el Frente Amplio, al que perteneció hasta hace algún tiempo.

En el PC, el partido mayoritario de Apruebo Dignidad, Jadue y Nuñez ya dijeron que no están dispuestos a ampliar la coalición hacia sectores de la ex Concertación, justificándose en que no quieren repetir la experiencia de los 30 años.

En este “día después” de la jornada del domingo 19, se especula ampliamente respecto de quienes serán los posibles ministros, bajo la premisa de que Izkia Siches, Giorgio Jackson y Camila Vallejos, son nombres que no podrían faltar en el gabinete. La pregunta es qué perfiles son los adecuados.

Está claro que esta es una generación nueva que siguió su propio camino, armó partidos, concursó electoralmente y triunfó. Como dice un meme que circula, “la hicieron, cabros”.  Tiene una mayor comprensión de la sociedad actual y sus desafíos, por tanto, debieran ser quienes estén en primera línea. Boric ha insistido en estas primeras horas que se trabajará con la gente de manera directa, y en esa nueva forma de relacionarse con la sociedad está claro que la generación que se jubila no aporta mucho. Un buen ejemplo es el senador Montes, quien ha sido nombrado como posible ministro de la Secretaría General de la Presidencia, por su reconocimiento y valoración de todo el mundo político. Pero si no hay capacidad de realizar reformas estructurales, y es urgente enfrentar los problemas de las personas, la tarea estará en el nivel territorial, principalmente a nivel de las comunas, donde hay liderazgos transversales que sin duda serán una gran aporte a una nueva forma de gobernar.

Otra señal electoral importante para la sociedad y el gobierno es la elección de la nueva mesa de la Convención Constitucional. Elisa Loncón y Jaime Bassa tienen una alta valoración por su manejo, pero no pueden ser reelectos y debe constituirse una nueva mesa, definición en la que una duda relevante es si se mantendrá el control los sectores más moderados del progresismo. Benito Baranda ya levantó la candidatura de Patricia Politzer y habrá una mesa con incorporación de la derecha moderada.

Todas estas preguntas flotan en el ambiente y su respuesta es importante para poder prefigurar la relación entre la Convención y el gobierno, que en este caso no es neutro sino pretende ser un apoyo relevante en la institucionalidad que elabora la nueva constitución.

Las cuentas se cobran

Estos últimos párrafos, son solo para los interesados en los fenómenos políticos.

Se sabía que las posibilidades de Kast de ser el líder de la derecha se dan en dos contextos, uno haber perdido estrechamente, y ya que eso no ocurrió, las cuentas se empezaron a cobrar. Undurraga de Evópoli dice que apoyar a Kast fue una inconsecuencia política que les costará caro. Gonzalo Müller de la UDI ya plantea que Kast no tiene por qué jugar ese rol. Ossandon es muy claro: dice que no solo Kast no es el líder sino que además le recomienda a Piñera jubilarse de la actividad política. Desbordes en RN, que fue un leal apoyo a Kast, cobrará sus facturas a Chahuán como ya lo está haciendo con Sebastián Sichel.

El segundo contexto favorable para que Kast retome el liderazgo es que la agenda de orden público no sea eficientemente manejada por el nuevo gobierno. Ahí renacería su oportunidad de perfilarse.

En la ex Concertación, la otra gran derrotada, aún no hay noche de los cuchillos largos, porque varios de sus miembros tienen la esperanza de ser parte del nuevo gobierno. Mientras esa expectativa no se resuelva, el arreglo de cuentas está en el congelador. Alfredo Joignant planteaba que debería existir un modelo como el portugués, pero a la inversa, es decir, los partidos de la ex Concertación colaboran en el parlamento pero sin estar en el gobierno y de esta manera apoyan en la reconexión con la sociedad y el necesario aggiornamiento. Sin embargo, ello no quita que, claramente, habrá partidos que quizás no sobrevivan el próximo cuatrienio.