“Si la humanidad ha de tener un futuro,
no será prolongando
el pasado o el presente.
Si intentamos construir el tercer milenio
sobre estas bases, fracasaremos.
Y el precio del fracaso, esto es, la
alternativa a una sociedad
transformada, es la oscuridad”
Erick Hobsbawm
Soundtrack de texto: The Dark Knight Trilogy Ultimate Cut
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Por Marcel Albano
Cómo Chile se metamorfosea en Gotham City
La Trilogía de Batman dirigida por Christopher Nolan se sitúa en un contexto sociopolítico violento en el que la ciudad del Caballero Oscuro padece graves problemas de corrupción, narcotráfico y terror. Las instituciones encargadas de velar por la seguridad de los ciudadanos no pueden establecer el orden y la autoridad necesaria, ya que la presencia de policías y jueces corruptos, ha sepultado a la institucionalidad, dejando la justicia agónica y atada de manos. En la Ciudad Gótica, la autoridad enfrenta protestas por la muerte habitual de sus policías.
Este escenario es sorprendentemente similar al que se vive día a día en el Chile posmoderno. Un país gótico -o cuático si se quiere- que a través de las redes digitales, inocula el veneno ponzoñoso de las fanaticadas políticas y sus identidades culturales. Todo esto ha generado un clima de malestar social que siembra caos y fuego en las praderas de la cultura.
¿Podría ser Chile el equivalente a Gotham en la vida real, donde la sensatez, la sabiduría y el pensamiento sano han sido abandonados? La violencia en las escuelas ha dado paso a la violencia entre apoderados que defienden la indisciplina, mientras que la pobreza, las protestas sociales, los saqueos y los atentados son cada vez más frecuentes. La descripción de Chile como una ciudad-país posmoderna, líquida, fluida y desestructurada, sin orientación ni sentido de la realidad, llena de lugares sucios, rayados, malolientes, inseguros y tóxicos, es lamentablemente precisa. ¿Será que las calles reflejan la mente esquizofrénica de la sociedad?
En la trilogía de Nolan, los enemigos de la sociedad, son representados por sociópatas y terroristas que juegan con el fanatismo hipersensible de las masas, usando en su contra su propio criterio de verdad: “el narcisismo de la autopercepción”. Los villanos, manipulando a la ciudadanía haciéndoles creer que «tienen la razón», los conducen hacia su propia perdición, totalmente convencidos de hacer lo correcto. Y a pesar de que en nuestra conciencia social sabemos que esto está mal, simplemente miramos hacia otro lado. Los sociópatas de Gotham saben que podemos seguir a cualquier líder, mantra o hashtag para sentir que nuestra opinión cuenta, aunque esto a veces ponga en llamas a las redes sociales, los bosques o las calles. La emocionalidad digital, masiva e individualista, ha creado una época de locura, oscuridad, inseguridad y fragilidad para una población vulnerable que se encuentra bajo las sombras de la «funa» y la nueva arma política de la cancelación, práctica que se ha convertido en un poder parecido al de la Inquisición en la Edad Media, cuando sectas transversalmente ideológicas, fascistas y minoritarias restringían la libertad de expresión en nombre de verdades absolutas.
Los enemigos de Gotham Chile
La era de los jokers: los ciudadanos que gozan de burlarse de la ética y la moral
El Joker de Nolan -maestría aparte la interpretación del fallecido actor Heath Ledger que impuso un tono oscuro, impersonal, inteligente e irónico en el lenguaje, mentiroso y manipulador de masas-, en la trilogía representa al outsider solitario, oculto bajo tanto maquillaje como los filtros de Instagram, exacerbando al ridículo el culto por la belleza. “Es pintura de guerra”, un símbolo al que algunas masas le siguen la corriente como un héroe popular de solución instantánea. Contrasta la moral de los “que hacen planes”, es decir, los que toman las decisiones de la ciudad. Su objetivo, es volver locos a los habitantes del país – ciudad. Chile tiene muchos jokers en todas las corrientes políticas y generaciones, y es un fenómeno paritario. El listado es extenso, identificable en los carboneros del parlamento, la ex convención constituyente, la telepolítica, el Twitter y en la farándula hay fila: desde la ultraderecha hasta la ultraizquierda, los activistas se pintan la cara de payasos cada vez que abren la boca junto a sus huestes leales, irracionales y convencidas. Un sujeto social presente en Gotham Chile atrasa la agenda pública para salir de la contingencia tenebrosa del cotidiano. Impone, por el contrario, la discusión sin sentido pero con máscaras de lógica.
Los espantapájaros: los sanadores bipolares
El actor Cillian Murphy, da vida al oscuro Dr. Jonathan Crane, un psicólogo que usa las drogas para experimentar con el miedo y las fobias de los enfermos mentales del Asilo Arkham: la cárcel/psiquiátrico de la ciudad. En la primera película lo conocimos colaborando con las mafias del narcotráfico y la siniestra “Liga de las Sombras” que quiere acabar con la civilización de la ciudad/país. En la tercera saga, vemos al espantapájaros, sentado como juez liderando tribunales populares parecidos a la cultura de la funa donde, en ausencia de la burocracia de la Fiscalía, la justicia se imparte lanzando cuerpos a la nieve. En Chile, representa a los magos del marketing político, los guionistas del bien y el mal que saben tocar las teclas finas de la mente a través de juegos de lenguaje, el coaching y el despliegue de estrategias discursivas que funcionan como pasto seco en las audiencias.
El buenismo interpretado por el bipolar Dos Caras
El talentoso actor Aaron Edward Eckhart desempeña el papel de un héroe conocido como «el caballero blanco». Su personaje, Harvey Dent, es un líder justo que lucha contra las mafias y la corrupción en una ciudad donde la ley y la justicia son objeto de manipulación e influencia por parte de los grupos de poder más violentos. Su compromiso con la ley y las instituciones lo convierte en un héroe ante la opinión pública, haciendo todo lo posible para garantizar la justicia.
Sin embargo, la realidad es que la corrupción y la violencia tienen un impacto profundo en la ciudad. El Joker, luego que vuela en pedazos a su prometida, manipula su venganza para transformarlo en un ser bipolar que utiliza el azar para matar a sus víctimas. El abogado desfigurado, representa la sed de venganza que brota del sentimiento herido de las víctimas de la violencia.
Bane, la pulsión organizada de la violencia de las masas
Bane, es el soldado más disciplinado de la Liga de las Sombras. Juega el rol de articulador de todos los procesos violentos en las calles. Es un terrorista orgánico distinto de Joker: amante del megáfono, azuzando multitudes, amigo de las barricadas y el fuego en las calles. Un rol que siempre se confunde en las sombras entre anarquismo, ultraderecha y ultraizquierda operando convencidos sin conocer las intenciones de los hilos más arriba del poder. En Gotham Chile, estos líderes juegan también con la violencia discursiva. Son los constructores de relato, los activistas que fabrican frases ingeniosas y que saben cómo encender la mecha.
Ra’s al Ghul, el líder supremo de la Liga de las Sombras
Interpretado por Liam Neeson, cumple el papel de la corrupción internacional sobre Gotham a través de la articulación silenciosa, planificada y metódicamente ejecutada, con el fin de “resetear” el ocaso de esa sociedad. Evoca las teorías de las conspiraciones internacionales o las “agendas internacionales” de grupos de poder que se distinguen por ideas y creencias en común junto a relatos mesiánicos, milenaristas, con la certeza absoluta de que están actuando bajo el imperio de “lo correcto” para los demás. Reeducar es su objetivo: quemar lo viejo para que nazca lo nuevo
Siendo Gotham Chile una especie de realidad, cabe preguntarse quiénes están dispuestos a ponerse los trajes de la cordura y a orientar sus acciones, valores y sentido cívico por la recuperación de la ciudad/país sin Batman ni La Liga de la Justicia. La alternativa es inquietante: quedar a merced de que se cumpla la máxima de Dostoievski: “la tolerancia llegará a tal nivel que las personas inteligentes, tendrán prohibido pensar para no insultar a los imbéciles”.