¿Indecis@? Cómo ser un votante informado

Los Prisioneros – Lo estamos pasando muy bien (en vivo 2001)

Por Marcel Albano

Si te preguntara acerca de tu decisión de voto para las próximas elecciones de diciembre, podrías optar por no continuar leyendo si el tema no te interesa. Sin embargo, si has decidido seguir, te aseguro que al final de este artículo, verás las opiniones políticas de tu entorno con una nueva perspectiva y cuestionarás lo que consumes a diario a través de memes, medios de comunicación y redes sociales.

En este nuevo escenario electoral, es crucial entender que la toma de decisiones políticas va más allá de simples inclinaciones superficiales. ¿Cómo podemos discernir realmente qué es lo mejor para nuestra nación, más allá de la dicotomía de las opciones a favor o en contra? Para ayudarte, al final de este artículo, encontrarás el link que te llevará a un cuadro comparativo entre a) la constitución de 1980 actualizada, b) los sectores políticos que reflejan las diversas corrientes políticas que respaldaron el anteproyecto de la comisión de expertos, y c) la propuesta de texto de nueva constitución. 357 emocionantes páginas de literatura legislativa.

La falta de conocimiento de un votante en una democracia puede poner en riesgo la seguridad colectiva. Por ello, este recurso proporciona una visión más profunda y matizada para aquellos que buscan entender las implicancias y diferencias entre las opciones “a favor” o “en contra”. Además, sirve para leer los discursos que emanan desde los analistas hasta los actores de la élite, comparar qué decían los conductores de este proceso a principios de año y los cambios de opinión que han tenido.

Si nos quitamos la careta de ciudadanos y nos ponemos el sombrero de la honestidad, deberíamos pensar en armar un par de acciones e interrogantes. Interrogantes que, por su gracia, deberían ser metidas a la fuerza en nuestra agenda de fin de año, que ya está más apretada que sardina en lata;  ¿tendré tiempo para leer, entender, analizar y comparar las constituciones y formular una inclinación de voto? (a. Sí/ b. No /c. qué aburrido /d. ¿hay que ir a votar, cuándo?). Quienes hagan este ejercicio, enfrentarán su reflexión a sesgos culturales, intereses políticos, su biografía personal, creencias religiosas, capacidades intelectuales, presión de pares, sentimientos de vendetta electoral o resentimiento.

Si no es la constitución de 1980, el proyecto rechazado en el plebiscito anterior, o el nuevo texto constitucional, entonces… ¿qué más se puede pedir a las élites políticas, que elegimos democráticamente, para redactar un nuevo orden jurídico y social? En “La crisis de la narrativa”, el filósofo surcoreano Byung-Chul Han argumenta que las narraciones son fundamentales para la creación de lazos y comunidades. Sin embargo, en la sociedad actual, el storytelling se ha convertido en una herramienta comercial que transforma la narración en una herramienta más del capitalismo. Según Han, narración e información son fuerzas opuestas, y el espíritu de la narración se pierde entre las informaciones que convierten a los individuos en consumidores.

Relacionando esto con el momento electoral de Chile, podemos ver cómo la narrativa política se ha convertido en una herramienta de marketing, en la que los partidos políticos utilizan el storytelling para vender sus ideas a los votantes. Esto puede llevar a una simplificación emocional e ideológica frente a la urgencia de los problemas, necesidades y soluciones de la población eclipsada por la polarización de las opiniones políticas.

Por último, Han sostiene que las narraciones han perdido su fuerza original, su gravitación, su misterio y hasta su magia. Una vez que las hemos calado en su artificiosidad, pierden su verdad intrínseca. Entonces, pasamos a percibirlas como contingentes, intercambiables y modificables. Esto puede ser un reflejo de la desconfianza y el escepticismo hacia las narrativas políticas en la sociedad chilena actual.

¿Cómo puedo ser más crítico con las narrativas políticas?

¿Cuál es el papel de los medios en la creación y difusión de las narrativas políticas?

Si no se cierra el ciclo, tal vez para ahorrar tiempo y recursos podríamos cargar a Chat GPT 4 todos los textos constitucionales y que nos elabore una propuesta constitucional con inteligencia artificial. ¡Quién sabe, en una de esas…!

Juzgue usted.