La crisis migratoria y el Tren de Aragua en Chile

Por estos días hemos visto partes de cuerpos en bolsas de basura, cadáveres en sectores baldíos, etc. Tipos de crímenes que obviamente están conectados al Tren de Aragua o grupos de narcotraficantes que son parte de redes de extorsión y sicariato. El llamado es a tomarse esto en serio y a no dejar el campo fértil para políticos populistas como Kast, Parisi o Carter, quienes ofrecen soluciones atractivas, facilistas y, al mismo tiempo, imposibles de implementar. Si la izquierda no toma este toro por las astas, no se ve tan lejano que terminemos con un Bukele de presidente de Chile.

A.C. Mercado-Harvey

Gran impacto, han causado las imágenes que nos llegan desde la frontera entre Chile y Perú de personas que intentan llegar al país vecino para volver a su país de origen: Venezuela. Las noticias no dejan de mostrar a diario crimen organizado, narcotráfico, etc., asociado a bandas criminales que tienen su origen en el extranjero. Frente a esto, la política se atrinchera y estos temas se convierten en verdaderas armas electorales. Esto lleva varias décadas en países como Estados Unidos, donde es imposible pasar una ley migratoria de sentido común porque demócratas y republicanos utilizan el tema para campañas electorales. En Chile esto recién comienza y, al parecer, el mayor beneficiado será el Partido Republicano de José Antonio Kast, quien hace poco hizo un verdadero show frente a La Moneda, señalando que era necesario encarcelar a los indocumentados. Esto le valió roces con el presidente de la UDI, Javier Macaya, quien señaló en entrevista a Mesa Central que era imposible de implementar porque no hay suficientes recintos carcelarios para ello. Por otra parte, hay un sector de izquierda que prefiere minimizar el problema y no ver la realidad. Mientras los políticos siguen en el juego de ganar votos con soluciones fáciles a problemas complejos, es la población chilena la que sufre los estragos que produce este crimen organizado. 

Mucho se ha hablado sobre el Tren de Aragua, pero pocos conocen realmente el alcance que tiene en nuestro país (más allá de las policías y el Ministerio del Interior). El Regionalista entrevistó en exclusiva a un trabajador social que fue amenazado a punta de pistola en Santiago. Por razones de seguridad, nuestro entrevistado no revelará su nombre, ni el de los involucrados. Antes de entrar en la breve entrevista que nos dio, comenzaré por dar algunos datos a nuestr@s lector@s sobre esta organización criminal venezolana.

El Tren de Aragua partió en la cárcel venezolana de Tocorón, donde su primer negocio fue la extorsión y chantaje a presos y sus familias. Luego, crearon una estructura jerárquica con líderes dentro de la misma cárcel, lo cual fue después replicado en el exterior. Varios de los mismos miembros de la organización han terminado siendo víctimas y much@s son obligad@s a pagar una cuota periódica para mantener el negocio y resguardar su propia integridad física.

Con la crisis migratoria de venezolanos, esta organización se ha extendido a países de Sudamérica como Colombia, Perú, Bolivia y Chile. La razón es bien simple: los inmigrantes son uno de los principales objetivos de esta mafia. De ellos extraen su mayor fuente de ingresos mediante la extorsión. Así, el Tren de Aragua no se dedica a un delito en específico, sino que entra en diferentes “negocios” delictivos en los distintos países donde tiene presencia. El primer objetivo de esta organización fue adueñarse de las fronteras, gracias a la corrupción. Así, controlan pasos fronterizos, manejan el tráfico de personas y de drogas, según ha detallado el fiscal regional de Tarapacá, Raúl Arancibia (fuente: https://www.biobiochile.cl/especial/el-narco-en-chile/noticias/2023/02/01/tren-de-aragua-en-chile-una-amenaza-regional-que-recorre-sudamerica.shtml). De este modo, la organización llega a través de corredores transregionales que crean ellos mismos. Según el fiscal: “Son bandas territoriales, van tomando posiciones en ciertos lugares con altos grados de vulnerabilidad, zonas en las que el Estado no tiene presencia”. De acuerdo a la investigación periodística realizada por Francisco Artaza, el jefe superior de la organización, preso en Tocorón, ordenó instalar un brazo jerárquico en Chile dirigido por Carlos González, alias “Estrella”. Lo complejo de la persecución policial de esta mafia es que solo sus cabecillas tienen residencia legal, mientras que más del 95% de su estructura entra y sale de modo irregular por pasos fronterizos controlados por El Tren de Aragua. El modus operandi es enviar las ganancias a Venezuela, las cuales van escondidas en cientos de remesas legales que venezolanos extorsionados mandan a sus familias, lo cual imposibilita su rastreo.

Dentro de este contexto delictual, las principales víctimas son mujeres, niños y adolescentes, a quienes se les ofrecen “paquetes” para migrar y así los extorsionan. En muchos casos les roban su documentación y quedan a merced de la organización, en medio de políticas migratorias cada vez más restrictivas. Por tanto, esta mafia es un verdadero buitre de la inmigración ilegal.

En este contexto, nuestro entrevistado tomó conocimiento de personas extorsionadas y explotadas por El Tren de Aragua. A continuación, nuestra conversación:

Cuéntame, el contexto de tu trabajo con inmigrantes

Yo era monitor social en un programa del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, que se ejecutaba en conjunto con la Vicaría de Pastoral Social y ACNUR (agencia de la ONU para los refugiados). El objetivo era sacar a las personas que estaban en carpas en la Alameda, la mayor preocupación eran los niños, aquellas familias con niños y la vulneración de sus derechos, por la desescolarización y por vivir en la calle.

¿Qué descubriste cuando trabajabas en este programa?

Descubrimos que había una red de explotación sexual de una familia que venía en tránsito. Una niña ecuatoriana de 14 años, que había perdido a sus papás en la frontera de Venezuela. Se la trajo otra familia y esta niña estaba todos los días con hombres en una plaza. Nos llegó el rumor de que era víctima de explotación sexual con una persona del albergue. Durante mi tiempo en este trabajo vi cosas terribles: cómo niños son arrendados por 25 lucas, en una vulneración total de derechos. Además, algunos migrantes tienen hijos que son chilenos y luego comienzan a exigir sus derechos, a dos días de nacida la guagua te dicen: “mi hijo es su compatriota y merece respeto”. Otros son adictos, no trabajan, ponen un bulto debajo de una frazada, que parece una guagua y se ponen a pedir plata.

¿Qué ocurrió como consecuencia de tu denuncia?

Se avisó a nuestra jefatura, quien se puso en contacto con la ex seremi. Ella no hizo nada y después renunció al cargo. Se hicieron los trámites judiciales y yo aún estoy declarando en tribunales. Lo complejo es encontrar a las personas porque, como están en tránsito, no se sabe dónde están.

¿Cómo supiste que eran del Tren de Aragua?

Porque el sector está tomado por ellos y lo comentaban, hasta sentían orgullo de ser parte.

¿Qué consecuencias tuvo esto en tu situación laboral?

A mí me amenazaron, como a otros trabajadores, pero además me golpearon y me apuntaron con un arma. Debido a ello tuve que cambiar de rubro y no seguí trabajando en el programa de migrantes.

Nuestro entrevistado nos relata una de las formas de operar comunes de esta mafia: la extorsión y la vulneración del derecho de menores de edad por medio de la explotación sexual. En este caso, es una niña menor de edad, pero también ocurre con niños y adolescentes que son obligados a ejercer el comercio sexual, pedir en las calles, etc. La situación es grave y si bien el gobierno está intentando mejorar la situación de los migrantes con programas para el que trabajaba nuestro entrevistado, no es suficiente. Tal como señaló el ministro de Justicia hace un tiempo, hay que ir detrás de las fuentes de dinero de estas organizaciones. Una de ellas son las remesas, eso debería monitorearse con mucha más rigurosidad, lo mismo que cuentas bancarias. Por estos días hemos visto una ola de noticias de partes de cuerpos en bolsas de basura, cadáveres en sectores baldíos, etc. Tipos de crímenes que obviamente están conectados al Tren de Aragua o grupos de narcotraficantes que son parte de redes de extorsión y sicariato. El llamado es a tomarse esto en serio y a no dejar el campo fértil para políticos populistas como Kast, Parisi o Carter, quienes ofrecen soluciones atractivas, facilistas y, al mismo tiempo, imposibles de implementar. Si la izquierda no toma este toro por las astas, no se ve tan lejano que terminemos con un Bukele de presidente de Chile.