La ganadora de los Oscar de este año acumula críticas, pero…

En lo de evaluar la calidad de las películas reconocidas con los Oscar, la ganadora de este año, Everything Everywhere All at Once, no ha sido una excepción. Uno de sus méritos es intentar explicar el concepto de universos paralelos.

Juan Carlos Aros

En las redes sociales y en algunos medios han aparecido varios comentarios sobre la mala calidad y decadencia de los Oscar’s 2023, apuntando como representativa de esta mala calidad y decadencia a su principal ganadora Everything Everywhere All at Once (“Todo en todas partes al mismo tiempo”).

Las diferentes academias y festivales no son asertivas para, en lo inmediato, darnos la garantía de estar frente a una película de real calidad. El caso más llamativo y en el mismo género, es Blade Runner, la que en su momento y en las diferentes evaluaciones a la que fue sometida obtuvo muy pocos reconocimientos y estos fueron muy periféricos.

En lo de evaluar calidad, los Oscar’s no han sido una excepción, en sus premiaciones han tenido pocos aciertos y muchos yerros; la mencionada Blade Runner, solo obtuvo dos nominaciones y ningún premio.

Posteriormente, Blade Runner nos ha abrumado con sus reconocimientos, estando siempre en puestos elevados como mejor película de la historia y en su género (ciencia ficción), pocas veces sale del primer lugar. Los Oscars, por tanto, no son un indicador de calidad de lo reciente.

Volviendo a Todo en todas partes…, para mí una película mala, generalmente es la que necesita explicaciones e interpretaciones, como si un film fuera el eje para demostrar nuestra inteligencia. Sí no la entendiste, cloteaste, eres un tonto de capirote y si la entendiste, eres un genio. Creo que los films son buenos porque también necesitamos volver a verlos, pero repetir la visita no es para comprenderlos y dar charla sobre ello, sino que para, en esas imágenes, llenarnos nuevamente de sensaciones y emociones (pienso en Casablanca que tiene más de 70 años y la seguimos viendo).

Sin embargo, hay que reconocerle varias cosas: lo pedagógico de sus galardones, que van separados y se repite cada año y, a su modo, el intento de responder a la pregunta ¿qué es el cine? Y, en segundo lugar, el que sea, sin duda, la referencia o cúspide de esta gran pirámide que es la industria cinematográfica a la que todos quieren llegar. Y cuando digo todos, me refiero a los que hacen cine en todas partes del mundo.

Everything Everywhere All at Once tiene tres elementos muy llamativos: una escenografía con mucho trabajo, es decir un ir y venir de espacio a espacio en segundos (lo que le mereció uno de los Oscar,  todo esto para respetar el sentido de la película que son los universos paralelos o multiverso. Luego, esto obligó a los actores a estar en su mayor forma física y emocional, por los muchos personajes que tenían que representar, lo cual es todo un mérito, reconocido con las tres estatuillas del famoso tío. Por último, el género ciencia ficción está explorando más en la ciencia que en la ficción (Contact, 1997; Interstellar, 2014), lo cual es un tremendo desafío, como poner en la pantalla conceptos teóricos tan lejanos para el espectador como en este caso los universos paralelos. Entre los seres humanos, esa reflexión completa nada más y nada menos que casi tres mil años, tiempo en el que ha avanzado hacia una teoría compleja e inentendible. Explicarla es lo que ha pretendido Everything Everywhere All at Once y como primera respuesta visual y acercamiento es muy válida.

• 

• 

Si de verdad nos gusta el cine, debemos respetar sus reglas como un arte y este nunca ha sido comprendido en su momento, veamos qué pasa con esta producción en unos años más.

Y la fiesta de los Oscar’s es eso, la mayor fiesta de cine del orbe, en donde no hay lugar para críticos circunspectos y espectadores amargados, y como buen carrete hay que ir o sentárse a verla, pasándola bien con nuestras mejores vibras.