Por Equipo de El Regionalista
Declaración Redes de Mujeres Académicas, Investigadoras, y Docentes Universitarias
Durante los últimos días ha trascendido en las noticias nacionales que la ex diputada, ex constituyente, y ex Ministra de Educación, Marcela Cubillos Sigall tenía un contrato de académica en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad San Sebastián, por el cual recibía la suma de 17 millones de pesos mensuales. Cubillos entró a trabajar a esta casa de estudios en el año 2020 y, al parecer, ha recibido ese monto desde ese año en adelante, a pesar de haber trabajado en la Convención Constitucional durante el período 2021-2022 y haber pasado por lo menos una parte de los años 2022-2023 en España, acompañando a su marido, Andrés Allamand. Recién se abrieron investigaciones en la Superintendencia de Educación Superior y la Fiscalía Centro Norte sobre esto mismo.
Más allá de las investigaciones jurídicas, institucionales y políticas ya en curso, como mujeres académicas, investigadoras y docentes universitarias nos interesa destacar varios puntos.
En primer lugar, una de las razones principales por las cuales se cuestiona el sueldo multimillonario de Cubillos es el hecho que dista tanto de la realidad académica y laboral, contradiciendo directamente los valores de mercado que ella tanto defiende. Según la Tercera Radiografía de Género del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, las mujeres académicas de la edad de Marcela Cubillos (55-70 años) ganan aproximadamente un poco más de 2.500.000 de pesos al mes, y esta suma representa en promedio alrededor de 29% menos que sus pares hombres. En todos los otros rangos etarios, las mujeres académicas ganan un monto menor a esa suma, especialmente las que están en el rango de los 25 y 39 años de edad, quienes suelen trabajar en los sectores más precarizados de la educación superior, trabajando de manera part-time y sin contrato, como profesoras “taxi”. A lo anterior, investigaciones sobre trayectorias y academia a nivel nacional evidencian, además, las complejidades que viven las investigadoras al interior de las universidades para navegar en un sistema altamente competitivo que no sólo exige el grado académico de doctor/a, sino también, altos estándares de productividad científica, como, por ejemplo, ganar proyectos financiados por el sistema nacional de investigación (ANID) y publicar en revistas internacionales de impacto con revisión de pares.
De manera constante, durante por lo menos los últimos diez años, el porcentaje de mujeres en investigación que ganan proyectos prestigiosos de investigación (como el Fondecyt regular) y que pasan a ser profesoras asociadas en sus universidades, se mantienen en aproximadamente un 30%. De allí que el caso de Marcela Cubillos es particularmente paradigmático. Marcela Cubillos, sin estudios de postgrado y sin investigación (ni publicaciones científicas; no aparece en el Portal de Investigadores/as de ANID), ha logrado ganar casi 7 veces más de lo que una académica de su edad está ganando actualmente en el sistema de educación superior chileno. Su salario es incluso más alto que aquel al que acceden académicos/as de trayectorias destacadas en universidades de élite en el Norte global. Evidentemente, lo anterior genera una sensación de injusticia, rabia y de sospecha.
Por otra parte, llama la atención la diferencia en cómo dos casos de ex constituyentes que trabajan en la universidad han sido tratadas por la institucionalidad y la prensa en Chile. Mientras la Dra. Elisa Loncón fue perseguida constantemente desde el año 2021 en adelante, insistentemente presionada a mostrar sus “títulos”, justificar su sabático y sus publicaciones, y, en general, denunciada por la derecha por ser “falsa académica”; Marcela Cubillos, quien ni siquiera podría calificar como “académica,” no recibe crítica alguna por parte de ese mismo sector. Después de años de asedio contra la Dra. Loncón sabemos no sólo que sus títulos eran totalmente legítimos, sino además que ella cumple con los más altos estándares que exige el trabajo académico en investigación, docencia y vinculación con el medio. La pregunta es: ¿podemos decir lo mismo de la Sra. Cubillos? ¿Quizás pertenecer a una clase alta, y tener contactos históricos con políticos ligados a la dictadura, influyan en que se le permita utilizar lugares de privilegio que a otras personas se les cuestiona?
Por otro lado, cabe preguntarse: ¿qué pensarán los y las investigadoras de la USS, y de la gran mayoría de las universidades, sobre esta situación, después de años de esfuerzo para obtener grados académicos, publicar en revistas de prestigio, postular a fondos altamente competitivos, participar activamente en la gestión institucional universitaria y sostener la enseñanza universitaria a diario? ¿No es acaso una afrenta para ellas que otra trabajadora goce de semejantes privilegios sin haber cumplido con los estándares mínimos para ser parte de la academia chilena como investigadora?
¿Qué nivel de incertidumbre generan estos hechos entre los/as académicos/as de la USS, al poner en entredicho la integridad y el prestigio de su universidad? ¿Y los/as estudiantes y sus padres, que probablemente tuvieron que sacrificar, ahorrar y sacar créditos para pagar los estudios en una universidad privada como la USS, qué sienten al saber que su plata va a pagar sueldos millonarios? Casos como este afectan a toda una comunidad, no solo a intereses individuales como muchos pudieran pensar y como declara la propia Cubillos apelando a la “libertad de educación y de trabajo”.
Como mujeres académicas, investigadoras y docentes universitarias, conocemos muy bien como la clase, la racialización, la etnicidad, la orientación sexual y la identidad de género, entre otros factores, se configuran a la hora de evaluar, juzgar y calificar nuestro desempeño. En ese sentido, mientras sea muy probable que el sector político de Marcela Cubillos mire hacia el otro lado y no busque investigar en nada este asunto, nos parece del todo importante y hasta fundamental que un Chile que pretende abordar las desigualdades e instalar una cultura de probidad y transparencia investigue a fondo las acusaciones que se han vertido en su contra.
Red de Investigadoras
Redes adherentes:
Red de Historiadoras Feministas
Red de Filósofas Feministas
Directiva de la Asociación Nacional de Investigadores en Postgrado (ANIP)
Equipo Coordinación, Red Feminista de Ciencias Sociales
Colectivo Hecho en Género
Núcleo Género y Diversidades, Universidad de Chile
3 comentarios en “Mujeres del mundo académico se refieren al caso Cubillos”
Esta situación desenmascara una vez más que a la derecha no le importa un ápice el cómo logran sus propósitos, los enceguece el poder y lo más grave es que son dinámicas ideadas con anticipación, no importando el gran daño que generan al país, al chileno común. Esto tiene historia, la educación la miran como un negocio más. Crean ley de Libertad de Educación, tejiendo un miserable entramado que tiene este y seguramente muchas más situaciones que conoceremos. Se agradece la necesaria declaración y ojalá se acompañe con otras acciones y sobre todo, que la justicia haga su trabajo.
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