Nicolás Núñez, constituyente por el medioambiente: Hay que innovar en derechos que hoy no están en la constitución

Con solo 29 años, este constituyente del distrito 16 busca espacio en la nueva constitución para innovar en derechos que hasta hoy no contempla la carta fundamental. Pero también manifiesta su preocupación por el riesgo que esos nuevos derechos sean letra muerta y por lo que califica como acciones de desprestigio de los medios hegemónicos en contra de la Convención.

Por A.C. Mercado-Harvey

Nicolás Núñez Gangas, abogado de la Universidad de Talca, 29 años, perteneciente a la Federación Regionalista Verde Social, constituyente por el distrito 16 de la Región de O´Higgins por el pacto Apruebo Dignidad, responde al perfil de muchos constituyentes jóvenes que fueron electos en una sorpresiva elección que vino a renovar la política nacional. No solo por la juventud, sino por lo heterodoxo de los miembros de esta inédita Convención que está en el proceso de redactar, por primera vez en la historia de Chile, una Constitución que nos represente a todos y que no sea impuesta a fusil, ni escrita por la rancia oligarquía ni la aristocracia.

A pocos meses de sesionar, la Convención se ha visto expuesta a un ataque constante de las fuerzas políticas que se le opusieron, además de errores no forzados, debido a los escándalos de la fugaz Lista del Pueblo y el mediático caso del fraude de Rodrigo Rojas Vade. Todo esto ha sido clave en la baja sostenida en las encuestas de la Convención.

¿Cómo va el trabajo en la Convención?

Tenemos, -porque así lo decidimos-, la obligación de sesionar una vez al mes fuera de Santiago, cumpliendo que la Convención sea itinerante, para que la gente se pueda informar del proceso constituyente y también tenemos las semanas territoriales. En este momento estamos haciendo la última semana territorial del año, lo que hacemos es recorrer nuestros distritos haciendo cabildos, asambleas y estar informando. También tenemos la obligación de hacer una cuenta pública mensual, los constituyentes. En el caso de O´Higgins, lo hacemos en conjunto y damos cuenta de nuestro trabajo. Ahora se formaron siete comisiones y esas comisiones están aportando cada uno de los acápites y de las materias que van a generar los insumos para crear el texto constitucional. Yo estoy en la Comisión de Medio Ambiente y de Modelo Económico, porque ambas cosas van de la mano, y todo lo que rige medioambiente y modelo económico va en esa comisión, lo que no significa que los convencionales estemos limitados solamente a esa comisión, sino que también podemos estar pululando en las otras comisiones, y también existe la figura del enroque: tú te puedes cambiar de comisión con otra persona de tu colectivo a otra. Existe también una figura que se llaman los enlaces transversales, esos enlaces de cada comisión lo que hacen es ir viendo qué es lo que pasa en las otras comisiones para que después no haya problemas de sistematización.  Tenemos plazo hasta el 6 de enero y tendríamos hasta el 1 de febrero para presentar las indicaciones de normas constitucionales. Hasta la fecha se han presentado 96, y febrero es el plazo para presentarlas. Y pueden venir directamente desde la ciudadanía, con 15 mil firmas. En el caso de los convencionales constituyentes, con ocho convencionales podemos presentar nuestras iniciativas de norma constitucional. Yo, la próxima semana, voy a presentar una iniciativa que tiene que ver con el derecho a la montaña y el reconocimiento a los senderos ancestrales. En Estados Unidos, esto creo que se llama Softworld, que es caminar, hacer trekking, conservando el medioambiente de la montaña. Hay que poner cosas que no están, innovar en materia normativa con cosas que ni siquiera están en la actual constitución, entre esos, por ejemplo, el derecho a la montaña, el derecho a vivienda que tampoco está en la constitución actual, soberanía alimentaria, tampoco está. Así que en eso estamos ahora.

En la Constitución brasileña todos tienen derecho a vivienda y a un montón de otras cosas, pero resulta que en Brasil es letra muerta. ¿Qué tanto riesgo corremos en Chile de repetir eso?

El riesgo siempre existe, en Ecuador pasó algo similar, Ecuador tiene una constitución que muchos dicen que es ecologista, pero la verdad es una constitución bien capitalista que la pintaron de verde no más. Lo importante es algo que no se hizo en Ecuador, la de Brasil no la conozco: lo que faltó fueron artículos transitorios que mandataran la modificación de la institucionalidad, o sea, la creación de órganos administrativos que generen los cambios que se necesitan en el país. Y no olvidemos que es importante que, desde la Convención y desde el texto constitucional propiamente tal, se pueda dar la directriz para que la ley inferior se adecúe a la constitución. Por ejemplo, queremos crear la Defensoría Medioambiental, se creará el Consejo de Cuencas Hídricas, el Defensor de los Ríos, esto en temas medioambientales. Pero también necesitamos un congreso que tenga un ojo en la convención y que pueda generar normas de corto plazo para lo que vamos necesitando en la convención. Teníamos la posibilidad de hacer plebiscitos dirimentes, pero como quedó conformado el Congreso ahora, no existe la posibilidad de hacer una reforma constitucional para estos plebiscitos dirimentes, por lo tanto, estamos obligados a ponernos de acuerdo en los dos tercios.

¿Qué te parece la discrepancia política que hubo entre la elección de los constituyentes y la última elección parlamentaria? Siguen lógicas distintas. Por ejemplo, en la Convención Constitucional el promedio de la gente es bastante joven y la persona al momento de votar para crear una Constitución para el futuro tuvo una tendencia a votar por gente joven, pero dentro del político tradicional en el congreso, la gente vota con otra lógica. Por otro lado, hemos tenido, en la práctica, que ir aprendiendo. No solamente los que somos abogados, sino que hay gente que venía del estallido, de un mundo totalmente distinto, que venía de todo Chile con otras lógicas y se tendió a asimilar que el comportamiento de la Convención tenía que ser como la del Congreso o incluso más formal. Por otro lado, la Comisión de Comunicaciones, que es en la que estoy yo, se demoró tres meses en generar la Secretaría de Comunicaciones. Los silencios de la Convención fueron muy bien aprovechados por la extrema derecha para hacernos pebre, literalmente. Y están, por otro lado, los medios hegemónicos centralistas que lo único qué hacen es desprestigiar a la convención, porque detrás de ellos hay grupos económicos que tienen intereses en conflicto con la Convención. Entonces, la campaña del desprestigio es real. Además, tiene que ver con una fórmula, históricamente utilizada por la derecha del miedo, del comunismo, la inflación, la inversión extranjera no va a llegar y el caldo de cultivo para poder meter esos temas estaba listo, porque venía el estallido social, la pandemia, crisis económica e inflación. La crisis migratoria, por ejemplo: Piñera fue a Cúcuta a hacer el tony a invitar a que vinieran para acá, pero la crisis migratoria se le atribuye a la izquierda. Aparte, estamos en la era de los fake news. Existe una posverdad, en que alguien repite y repite algo que no es verdad y lo instala como si fuera cierto. Entonces, está, por ese lado, muy difícil. En vez que la Convención hubiese sido un ejercicio lindo, hermoso, de comunión, de juntarse; la verdad es que está visto como un experimento por mucha gente de la sociedad, un experimento que no entiende, porque ni siquiera tiene la educación cívica para poder evaluarlo y, por otro lado, se le ha dado en la tele un perfil de reality show antes que de una Convención Constitucional propiamente tal.

Sobre el caso Rojas Vade: “se nos olvida a la sociedad que el pueblo también tiene vicisitudes, defectos, también está esta parte oscura del pueblo. Allí también está la tesorera del curso que se arranca con la plata de fin de año, es también la señora que pelea con la presidenta de la junta de vecinos por la sede, son las rifas falsas, los bingos de mentira. El pueblo también es así, pero al pueblo se le olvidó y puso en sitios de transparencia política y de exigencia de alta probidad a quien no lo es”.

Cómo les ha afectado toda la prensa negativa, los escándalos de la Lista del Pueblo, Rojas Vade y la campaña de desinformación y noticias falsas de la derecha?

A mí me hubiese gustado que La Tercera hubiese tenido la misma rigurosidad al momento de publicar la noticia de Piñera en los Pandora Papers, le hubiesen dado el mismo revuelo que tuvo a nivel internacional, cuando su amigo y sus hijos hacen negocios y se benefician colateralmente, que al caso de Rojas Vade. En el caso particular de Rojas Vade, lo que me pasa a mí es que también siento que es culpa de nosotros mismos como sociedad, como estamos configurados. En el estallido social fueron cuestionados todos los partidos políticos, la forma de hacer política en Chile, lo que está bien. La gente, igual que en la Revolución Francesa, pescaron a cualquiera que tuviera olor a político y lo pasaron por la guillotina, fuera de dónde fuera. Tú estabas haciendo campaña, pasabas por la calle y te preguntaban: “¿Usted, es de algún partido? Sí, entonces, no voto por usted”, independiente de qué partido era. Entonces, una vez que sacaron, por así decirlo, del podio de la moral a los políticos, ahí la gente dice: ¿a quién ponemos acá? Aquí nace el fenómeno de la Lista del Pueblo, la gente ve al pueblo como un par y agarra y empieza a beatificar a ciertos personajes y ponerlos en estos podios de moral, pero el problema es que nos apresuramos en volver santos a algo que de por sí es pagano, mundano, no responde a la lógica de la transparencia, de la moral, de la honestidad política, porque se nos olvida que los partidos políticos estamos bajo una constante lupa de transparencia, pero el pueblo no. También, se nos olvida a la sociedad que el pueblo también tiene vicisitudes, defectos, también está esta parte oscura del pueblo. Allí también está la tesorera del curso que se arranca con la plata de fin de año, es también la señora que pelea con la presidenta de la junta de vecinos por la sede, son las rifas falsas, los bingos de mentira. El pueblo también es así, pero al pueblo se le olvidó y puso en sitios de transparencia política y de exigencia de alta probidad de algo que no lo es. Independiente, de lo que haya pasado en lo particular con Rojas Vade. Yo nunca tuve la oportunidad de conversar con él. Yo creo que ese es el fenómeno que se da: nos apresuramos en poner en esos podios a gente que no podía llenarlos.

¿Qué escenario ves ante un posible triunfo de Kast?

Si sale Kast, se va todo al carajo, esa es la verdad. Nada funcionaría. Si sale Kast sería un retroceso de 30 o 40 años. Es permitir que el fascismo avance nuevamente en Chile, teniendo la experiencia en Latinoamérica de Bolsonaro, de Trump en Estados Unidos. No responde a la lógica de los cambios profundos que necesita Chile. Viene alguien que quiere defender el status quo, que quería poner a José Piñera como ministro. La verdad, yo no lo entiendo. Si sale de presidente la persona que lideró el movimiento del rechazo en Chile, una persona que votó por el Sí el 88, que dijo que si Pinochet estuviera vivo, votaría por él, la convención se va a las pailas, porque van a empezar a ahogar a la Convención, desde el punto de vista económico, que es una cosa que Piñera ya ha estado haciendo hasta la fecha para que no pueda funcionar ni sesionar. Es una técnica que no nace de Piñera o Kast, cuando lo haga, sino que viene del Imperio Romano, cuando los romanos en vez de hacer una guerra inútil en que habría bajas por ambos lados, lo que hacían era sitiar una ciudad, cortar el suministro, cortar el agua, el comercio y después de un mes, dos meses los mismos ciudadanos derrocaban a sus líderes, a su propio gobierno y se entregaban, los romanos les ofrecían hacerse ciudadanos y obtenían la ciudadanía romana. Esa forma de actuar de estrangular de a poco a la Convención Constitucional es algo probado en la historia. Entonces, eso es lo que se va a venir. En algún momento, la gente va a ver que esto no funciona, y no les entregan los recursos, ya es el 10% de lo que tiene el Congreso y más encima la nueva ley de presupuesto viene con 22% menos de presupuesto del año pasado, cuando digan ya no tenemos plata, van a decir quieren pura plata y ahí nos van a pasar por la guillotina a todos y van a ganar los mismos imperialistas romanos de siempre.