Taller dictado por investigador de INIA Rayentué, permitió que pequeños de la comuna de Pichidegua, Región de O’Higgins, se adentraran en aprendizajes agroecológicos.
Por Pablo Dintrans
Hasta la comuna de Pichidegua llegó el investigador y transferencista de INIA Rayentué Patricio Abarca, esta vez para entregar conocimiento a pequeños de sexto y séptimo básico de la escuela rural municipal Centro Educativo Siglo XXI, a los que formó sobre cómo ayudar a la fauna benéfica, además de posteriormente construir hoteles de insectos junto a los alumnos.
La primera parte consistió en un taller, donde los menores aprendieron qué es la fauna benéfica y la importancia de mamíferos, aves e insectos, ya sea como organismos polinizadores o controladores biológicos. Desde murciélagos hasta insectos, pasando por golondrinas y algunas aves rapaces, fueron parte del contenido entregado, lo que permitió a los niños y niñas adquirir conocimientos que pueden ir aplicando en sus entornos.
Posteriormente, cada uno de los participantes -y con la constante guía del profesional INIA- procedió a construir su propio hotel de insectos, habitáculo artificial que simula un refugio natural para albergue e hibernación de los insectos benéficos que hay en campos o jardines. Puede ir desde una simple caja, a complejas estructuras de diferentes tamaños y formas. En su interior, los alumnos construyeron divisiones con variados materiales naturales, que ofrecen adecuadas condiciones, según la especie.
Para Abarca, instancias como estas “son muy relevantes para acercar conocimiento agroecológico y científico a las niñas y niños, especialmente si son de establecimientos educacionales rurales. Todo lo relativo a ecosistemas sustentables despierta mucho interés en ellos, y el resultado fue realmente enriquecedor, con cada uno de ellos construyendo su propio hotel y llevándolo hasta sus hogares, donde podrán poner a prueba todo lo que enseñamos en este taller.
La actividad contó con el financiamiento de la sociedad AHK Business Center, a través del proyecto denominado “Auribis II”, destinado al desarrollo de actividades orientadas a la protección del medio ambiente.