Pablo Dintrans, candidato a senador

“Apuesto por entregar cada vez más herramientas de autodeterminación a la sociedad civil”

Es una de las caras nuevas que opta a uno de los tres sillones senatoriales de la región. Integrante del pacto Apruebo Dignidad, y militante del FREVS, el profesional ha concitado apoyos de parte del Frente Amplio con un objetivo: posicionar de mejor forma un futuro gobierno de Gabriel Boric en la región. En estas líneas conozca al “Chascón bueno”, como se ha hecho conocido.

Por Claudio Urtubia Cornejo

Es parte de la tercera generación de una familia cuyo apellido ha acompañado por décadas a l@s rancagüin@s. Pablo Dintrans Crivelli, 44, casado y padre de tres hijos, periodista, combina sus horas como divulgador de ciencia e innovación social, en la Universidad de Chile y la Universidad Alberto Hurtado, con una campaña senatorial creciente. 

Eligió ese frente de la comunicación por convicción: “he intentado llevar mi oficio en tareas que tengan sentido para la sociedad”. Y también por convicción es hoy carta para el Senado en el pacto Apruebo Dignidad por el Frente Regionalista Verde en una campaña en la que se presenta como “el chascón bueno”.

No la tiene fácil en su campaña por dos razones: hace dupla con una candidata potente, la actual diputada Alejandra Sepúlveda, quien lleva 5 períodos en el parlamento y opta por primera vez al senado, y hace campaña sin descuidar sus tareas de papá, responsabilidad en la que no ahorra esfuerzos.

Sin embargo, en terreno se ha encontrado con buena respuesta. “No creí que iba a despertar tanta simpatía. No me encuentro simpático. Tengo otros atributos, como la frontalidad, que a veces choca bastante”. La franqueza y saber conciliar posiciones son algunas claves de su personalidad que, estima, le han permitido llegar a alianzas con los partidos del Frente Amplio y candidaturas adscritas al Partido Comunista, al punto que hoy aparece como el candidato a senador de Gabriel Boric por la región. Y quiere perseverar en la veta de los acuerdos porque “en el sector nuestro falta capacidad de diálogo, algo histórico en la izquierda”.

¿Por qué «el chascón bueno»?

Tal como lo planteaba Rousseau, tiendo a pensar que el hombre es bueno por naturaleza. No me gusta actuar desde la desconfianza, por ejemplo. Siento que para construir debemos confiar en el otro, colaborar, sumar voluntades. Y para eso, primero actuar con bondad, segundo con confianza. 

¿Cuáles son los ejes principales de tu propuesta senatorial?

Los ejes temáticos suelen ser apuestas a futuro más que a corto plazo: medioambiente, educación y regionalismo. Los dos primeros apuntan al desarrollo sostenible. El cuidado al medioambiente debe ser transversal a toda política de Estado. Ya estamos cansados de que se anteponga el crecimiento económico y otros factores, antes que nuestro planeta. Las economías se recuperan, nuestro ecosistema no. Al mismo tiempo, doy por sentado que la única manera de lograr sociedades más desarrolladas es mediante la educación, la que no solo se ha jibarizado -cortando materias cívicas, artísticas y sociales-, sino que se ha mercantilizado y transformado en una escala de competencia por capacidades técnicas. El desarrollo humano no se mide en quién sabe más, sino en quién es capaz de colaborar más y construir con todos, desde las diferencias y en paz. Finalmente, debemos profundizar lo más posible el empoderamiento territorial, desde lo micro a lo macro. No solo hablamos de rentas regionales, de impuestos locales, sino también de crecer desde la junta de vecinos y el club de barrio. Debemos retomar esa capacidad que tenía el país hace décadas de ser gregario y no individualista.

Al servicio de la Convención

¿Cuáles serán tus prioridades a la hora de construir redes para el ejercicio de tu función?

Lo principal es ponerse al servicio de la Convención Constituyente. Construir y confiar el nuevo Chile que estamos creando. Luego, y reiterando el punto anterior, el principal relacionamiento en red es con la sociedad viva, las organizaciones comunitarias. Sindicatos, clubes deportivos, de adulto mayor, centros de estudiantes, comités de vivienda, de agua, y así un largo etcétera. Si algo hemos perdido con el avance del neoliberalismo es la capacidad de organización activa y consciente. Retomar y empoderar desde una legislatura a todo ente social es un deber para con nuestro país.

¿Cómo será su vínculo con gobiernos locales y regional?

Esperamos poder ser un tremendo aliado de los gobiernos regionales, y avanzar con fuerza en la eliminación de las atribuciones del delegado presidencial. Eso, como primer pilar. También resultará fundamental el avance hacia el empoderamiento territorial desde lo comunal, e incluso más, desde lo vecinal. Mi apuesta es ir entregando cada vez más herramientas de autodeterminación a la sociedad civil, a través de mecanismos democráticos participativos a toda escala.

Has dicho que prefieres un congreso unicameral…

Debemos avanzar rápido en la construcción del nuevo Chile. Hoy, llegan al Senado personas con 20 o 30 años de experiencia. Llegan como «premio» a su «carrera política» y se apoltronan por 8 ó 16 años, siendo patrones de fundo en sus territorios. Esa figura ya no resiste análisis hoy. La sociedad está agotada de semidioses. Debemos primero aterrizar la figura del senador, y luego ser un apoyo sin condicionantes en la gradual eliminación de la Cámara Alta, tal como creo que lo determinará la nueva Constitución, ya que la gran mayoría de sus integrantes cree en la unicameralidad. Yo también lo creo, y por lo mismo siendo senador remaré a favor de aquello, y no en contra, como estoy seguro que lo harán muchos senadores que no querrán soltar el poder tan fácilmente.

¿Qué cambiarías del ejercicio de los parlamentarios, especialmente de los senadores, en una región como la nuestra?

Debe haber más contacto territorial, pero respetando la institucionalidad. La desconexión de los parlamentarios con la gente se debe en gran medida al poco tiempo que disponen para establecer nexos con el territorio que representan, y también en parte a establecer una red de clientelismo con los electores que no colabora a un desarrollo integral de los territorios, sino que a generar beneficios para unos pocos, mientras el resto queda en la vereda por no tener contacto con ese intermediador.  La pandemia nos enseñó que podemos caminar y mascar chicle al mismo tiempo; legislar y estar en terreno no solo es posible, sino que necesario, pero para beneficio de todos  y todas y no de unos pocos. 

Superar la etapa de senadores clientelistas

Hay senadores que han marcado pauta en la región por su manejo de las redes en agencias públicas, incluso en la universidad del Estado. ¿Qué impacto estimas ha tenido ese estilo de actuación?

Aquello es el resumen de lo que ya no queremos como sociedad. El clientelismo destruyó la imagen de la política en nuestro país, y ha permeado demasiado profundo en diversas capas. Es triste ver, por ejemplo, cómo algunas organizaciones sociales cambian sus votos por dádivas, show y parafernalia. Acá esto es responsabilidad de todos. Por un lado, la nueva política exige avanzar en ideas y acabar con el clientelismo, pero por otro lado también le exige a la comunidad entender los procesos sociales, relevar las ideas y los fondos, más que las formas. La gente puede.

En entrevista con El Regionalista, tu compañera de lista Alejandra Sepúlveda, fue crítica con el Frente Amplio puesto que “no nos pusieron candidato”, un@ que fuera con ella en dupla. ¿Tu candidatura obedece a que el FA no nominó candidato?

Creo que en la práctica resulté un candidato muy propositivo. Reuní las voluntades necesarias en torno a la figura de Gabriel Boric, por eso que en la región estoy considerado como el candidato de Boric por parte del FA y parte del PC. Con Alejandra nos complementamos bastante bien, respetamos nuestros espacios; apuntamos a segmentos electorales muy distintos porque somos distintos, vemos la política de manera muy distinta. No me detendría en pensar cómo se definieron los cupos a nivel regional o si esto tiene que ver con poner, dejar o bajar candidatos, sino en cómo posicionamos de mejor forma un futuro gobierno de Gabriel Boric en la región. Yo creo firmemente en que la política es un proceso de construcción colectivo. 

Como parlamentario del FREVS, ¿qué te diferenciará de los restantes senadores? No creo en las grandes diferencias, menos aún si hablamos de bloques que aseguren gobernabilidad como nuestro Apruebo Dignidad. Yo siempre repito hasta el cansancio: el sueño es colectivo o no es. Somos regionalistas, somos verdes. Nuestra impronta está en ser capaces de articular, conversar y consensuar los cambios que nos está exigiendo este nuevo Chile y a eso estamos invitando a toda la ciudadanía en nuestra campaña.