Paine, Mulchén y Neltume, memoria viva de la violencia contra los campesinos

En el día de los Patrimonios, a 50 años del golpe, este año entre los sitios de la memoria abiertos a visitantes estarán Paine, Mulchén y Neltume, lugares donde la represión cívico-uniformada cobró decenas de víctimas entre trabajadores de asentamientos y empresas madereras del estado. Los tres sitios son símbolos de una violencia brutal teñida de revancha contra los campesinos organizados.

Por Edison Ortiz

Este fin de semana se celebra en todo Chile el tradicional día de los Patrimonios Culturales con edificios y espacios públicos abiertos a las visitas de la ciudadanía. En estas fechas, son número puesto los tradicionales paseos por La Moneda, ex Congreso Nacional y edificios públicos centenarios tanto en la capital como en regiones.

Sin embargo, la efeméride tiene una particularidad este año: se inscribe en el contexto de la conmemoración de los 50 años del golpe de estado que puso un final trágico a la vieja república. Bajo esa perspectiva, el actual gobierno ha desplegado la iniciativa 50 años: Memoria y futuro que, bajo el lema “un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro”, pretende este año rescatar la importancia de rememorar el pasado con sentido de futuro y de valorizar la democracia como forma de convivencia social.

Con “Memoria para el futuro” al panorama de visitas a edificios, museos y otros espacios públicos y tradicionales se han agregado este año los sitios de la memoria, espacios que nos recuerdan el pasado doloroso de hace medio siglo. Dichos espacios “constituyen pruebas judiciales en los juicios por delitos de lesa humanidad y forman parte de nuestro patrimonio. Asimismo, son materialidades para la memoria y para la historia, espacios desde donde nombrarnos y desde donde aportamos a nuestra identidad colectiva”.

Así habrá recorridos de la memoria a lo largo y ancho del país, y en nuestra región de O’Higgins también se desarrollará un recorrido por la memoria desde la plaza de los Héroes, donde Salvador Allende realizó el acto oficial de celebración de la Nacionalización del Cobre, pasando por la ex intendencia regional, donde se torturó, y concluirá en el ex edificio de investigaciones, actual casa de la CUT.

Como contribución a esta significativa instancia de memoria, El Regionalista quiere recomendar algunos sitios de la memoria a visitar en regiones durante este fin de semana y que están vinculados a un aspecto poco conocido de la represión de la dictadura cívico militar: el ensañamiento con el mundo campesino, y el rol de los civiles en esas masacres. Queremos visibilizar ese legado que no puede olvidarse a través de tres espacios: Paine, muy conocido, y Mulchén y Neltume, con mucha menor visibilización pero unidos a Paine por la violencia inusitada que padecieron campesinos en los días posteriores al Golpe.

El sitio de la memoria de la matanza de Mulchén rememora el exterminio de 18 campesinos de los fundos El Carmen y Maitenes, ubicados en la reserva nacional Malleco, y el Memorial de Neltume recuerda las ejecuciones que rodearon al complejo forestal y maderero Panguipulli en esa localidad, Chihuio y Liquiñe y que cobraron 56 víctimas, todos trabajadores del complejo.

Sitio de memoria matanza de Mulchén: el Carmen y Maitenes  

Entre los días 5, 6 y 7 de octubre, una caravana compuesta por carabineros, civiles y militares de Mulchén realizaron una cacería conjunta a campesinos de tres fundos del sector, dejando 18 víctimas fatales. Comenzaron el día 5 en el fundo El Morro cobrando cinco víctimas fatales, todos obreros agrícolas.

Los ejecutados fueron trasladados a orillas del río Renaico. El 5 de diciembre de ese año se encontraron sus cuerpos en el sector La Playita con impactos de bala y sus manos con alambre.  

El grupo de civiles y militares continuó hasta llegar al fundo El Carmen y Maitenes, donde detuvieron a ocho campesinos en sus domicilios, todos dependientes de Conaf, según lo reconoció la propia revista institucional Chile Forestal en su número 382 de 2016. Entre ellos estaba el padre de Marina Rubilar, integrante de la Agrupación Mulchén de familiares de ejecutados, entonces de apenas tres años. Junto a los demás campesinos, lo condujeron a la casa patronal, donde fueron torturados. Por la noche se escucharon ráfagas de metralleta, al día siguiente, los miembros de la caravana sepultaron siete cuerpos. A cada uno se le obligó a cavar su propia fosa. En 1979, en el contexto de la operación “retiro de televisores” sus cuerpos fueron inhumados clandestinamente, sin saberse aún su paradero. En 2017 se condenó a varios de los asesinos a penas que fueron criticadas por los familiares de las víctimas. El cuerpo de la octava víctima, Guillermo Albornoz González, fue arrojado al río Renaico donde apareció con posterioridad.

La caravana de la muerte local continuó luego el 7 de octubre rumbo a Pemehue y en el fundo respectivo detuvieron a cinco campesinos en sus respectivos domicilios y luego los ejecutaron.

Luego de tres días en que la comitiva permaneció en el sector, los familiares salieron a buscar a las víctimas y varias de ellas estaban siendo comidas por perros cuando las encontraron.

La ex casa administración de la reserva forestal Malleco, donde se ejecutaron varios de los crímenes, abrirá este sábado 27 de mayo a partir de las 10:30 horas. Está ubicada en Los Guindos, kilómetro 66, ruta 49 Collipulli-Pemehue.

Sitio de Memoria de Neltume

Alertados por los acontecimientos, el día 11 de septiembre de 1973 los trabajadores del complejo forestal y maderero Panguipulli desarrollaron una asamblea y decidieron hacer acciones para defender al gobierno popular. Como medida de presión acudieron al retén de Neltume la madrugada del 12 de septiembre para exigirle a carabineros del lugar que cumplieran con el deber de defender al gobierno constitucional. Intentaron prender fuego al retén para que los carabineros abandonaran el sitio, pero gritos desde el interior evidenciaron que también allí había mujeres y niños. Suspendida la acción, comenzó la balacera con refuerzos de policías provenientes de otros lugares.  Los campesinos y las miristas participantes, encabezados por el ‘comandante Pepe’, no sabían que ese sería el motivo de la ejecución masiva que perpetrarían uniformados sobre campesinos y trabajadores del complejo.

Los trabajadores serían luego ultimados entre los días 3 y 4 de octubre. La ejecución del comandante Pepe, José Liendo, fue retrasada tres veces para que el general Sergio Arellano Stark pudiera estar presente en su fusilamiento.

A la matanza de Neltumé le siguió luego la de Chihuío y Liquiñe que, en conjunto, suman cerca de 70, si se incluyen las víctimas del MIR de comienzo de los años 80, todos trabajadores del complejo maderero y forestal Panguipulli. El complejo fue un modelo de empresa estatal gestionada por sus propios trabajadores que después de septiembre del 73 fue administrada por Conaf, dirigida por el entonces yerno de Pinochet, Julio Ponce Lerou y en torno a cuya oscura gestión habría amasado su primera fortuna.

El sitio de la Memoria Neltume, ubicado en Los Robles s/n, Neltume, comuna de Panguipulli, Región de los Ríos, también abrirá este fin de semana.

El Memorial de Paine

Como se sabe, el sitio fue erigido en memoria de las 70 víctimas de Paine que fueron ejecutadas principalmente en octubre de 1973.

Las víctimas fueron detenidas en sus respectivas viviendas, sitios de trabajo o cuando se presentaron voluntariamente a las autoridades. Las detenciones se originaron en listas negras que confeccionaron civiles y que, luego, fueron traspasadas a militares y carabineros.

En el curso de los procesos por los ejecutados y desaparecidos de Paine, se han visibilizado algunos nombres como los de Christian Kast quien fue citado a declarar en 2003, instancia en la que señaló que el día 11: “acompañamos a Carabineros al sector de Aculeo a saludar a agricultores del lugar, y a celebrar lo acontecido ese día”.

Paine era una comuna que, según las cifras del censo de 1970, poseía una población de 4.530 habitantes; es decir, en casi un mes el régimen cívico-militar asesinó al 1,5% de la población total de la comuna.

La arista regional del caso Paine

Varios de los cuerpos de las víctimas fueron encontradas en la cuesta de Chada en días posteriores debido a una petición que le hicieron personeros de la iglesia al entonces alcalde de Mostazal Felipe Marchant quien facilitó un coloso para trasladar algunos de los muertos que estaban allí pues “se los estaban comiendo los perros”.

También hay 24 campesinos que fueron secuestrados el 16 de octubre de 1973 desde sus domicilios en tres asentamientos de la comuna y que fueron ejecutados en la comuna de Litueche, en la quebrada Los Arrayanes, sector Los Quillayes en las inmediaciones del lago Rapel.  

Las víctimas habrían sido ejecutadas en esa quebrada y sus restos inhumados ilegalmente. Con posterioridad y en el contexto de la operación “retiro de televisores” de Pinochet, cuyo fin fue hacer desaparecer los cadáveres, sus restos fueron exhumados y 16 de ellos arrojados en el mar frente a Pichilemu. Si bien se logró reconocer 11 de las 24 víctimas, siguen siendo todos detenidos desaparecidos ya que solo pudieron identificarse algunos restos. 

Hasta 1978, tanto Paine como Buin dependían judicialmente de la Corte de Apelaciones de Rancagua. Ello llevó a que la Vicaría de la Solidaridad encargará al abogado Mario Márquez una presentación ante el tribunal de Rancagua para conocer las aristas del proceso. “Cuando el caso estuvo radicado en Rancagua, yo hice la diligencia que consistía en pedir el expediente, pero se creó la corte de apelaciones de San Miguel en paralelo y el caso fue derivado allí. Yo ni siquiera alcancé a ver el expediente y seguramente la Vicaría lo trabajó con abogados de Santiago”. 

El Memorial también abrirá este fin de semana, el domingo 28 a partir de las 11:00 am, y la presidenta de la agrupación de familiares de las víctimas de Paine, Flor Lazo, señala que es “importante visitarlos porque es un sitio de memoria, donde se expresa muy bien el ensañamiento que se hizo con el mundo campesino, especialmente con quienes habían sido dirigentes, y la participación de civiles como el señor Luzoro, empresario transportista que está hoy preso y condenado”.

Anuncia además que, “habrá visitas guiadas, un taller para construir máquinas del tiempo y un autorrecorrido con Origami”.