Política y estío, oleadas de calor
Por Rolando Cárdenas
Un calor a ratos inclemente no consigue que pasemos por alto los azares de la actual administración, del futuro gobierno y de la Convención Constitucional. Mientras los errores no forzados de La Moneda tuercen su ansiosa búsqueda de posteridad, la administración entrante continúa sorteando cuestionamientos a sus designaciones. Y la Convención aguanta críticas frente a propuestas surgidas en las comisiones, que recién serán vistas en el pleno a contar de los próximos días.
El gobierno actual
No hay caso, ni en los minutos finales -que siempre son aprovechados por las administraciones salientes para intentar dejar una mejor imagen de su gestión-, ni con el logro del proyecto de la Pensión Universal Garantizada, este gobierno es capaz de evitar errores no forzados.
Dos son los temas que se han tomado la agenda estos días, la descontrolada e irregular migración que afecta al norte de nuestro país y un inicio de año con actos de una violencia inusitada, cuyo punto cúlmine es lo ocurrido en el Hospital El Pino de San Bernardo, algo que comienza a suceder de manera recurrente.
Con estos hechos de fondo, el excanciller Allamand no haya nada mejor que tomar vacaciones y consolidar su contratación por cuatro años como secretario general de la Secretaría General Iberoamericana, organismo de colaboración de los países iberoamericanos, puesto que logró con una cuantiosa colaboración desde el gobierno. La presión por este desatino, que ejerció la oposición amenazando con una acusación constitucional, termina con su renuncia al Ministerio de Relaciones Exteriores, y además su anuncio de retirarse de la política.
Quien debe asumir el protagonismo ante los graves problemas, es el ministro del Interior Rodrigo Delgado, cuya incomprensión del alcance, impacto y, para qué decir, medidas que se requieren para enfrentar estos hechos, refuerzan la sensación de un gobierno ausente y que carece de las capacidades que se requieren en este escenario.
Los desatinos, en todo caso, no solo vinieron desde el equipo político del gobierno; si comentamos actuaciones desafortunadas de las actuales autoridades, no podemos dejar de mencionar las declaraciones del ministro de Salud, Enrique Paris quien, pese a la constante de 30 mil casos diarios en los últimos días, celebró ya una remisión de la pandemia, generando una falsa sensación de seguridad.
El futuro gobierno
La nominación de autoridades, principalmente de subsecretarios, ha dejado a lo menos tres subsecretarios cuestionados: Obras Públicas, Redes Asistenciales y Defensa, cuyos nombramientos han quedado en suspenso por distintas situaciones. No parece prudente dilatar situaciones como estas que van minando la imagen de la autoridad que resuelve, el presidente, así como de quienes deben asumir estos cargos que asumirán funciones con su autoridad mermada.
Se suma el que nuevamente ha reflotado la crítica a la futura ministra del Deporte, con nuevos antecedentes respecto del mal uso de fondos públicos en su gestión en la Municipalidad de Providencia, en la alcaldía de Josefa Errázuriz.
Otra noticia, que golpea fuertemente a la economía, es la alta inflación del mes de enero, 1,2%, que duplica las estimaciones del mercado, augurando un primer semestre muy complejo, aunque con mejoras en la segunda mitad del año.
Junto a los temas de alta preocupación pública, seguridad, migración, Araucanía, hay temas estratégicos que están emergiendo con fuerza y que entregarán protagonismo a ministerios sectoriales que, desde la lógica del estado subsidiario, eran más bien concebidos como apoyo a la gestión privada.
En este caso nos parece muy relevante el rol futuro del Ministerio de Agricultura. Hugo Herrera, columnista de La Segunda, académico de la Universidad Diego Portales, ha publicado la columna “Agua, Tierra y Constitución”, en que establece que, independientemente del modelo de desarrollo elegido, nada será posible si no tenemos lo esencial, el agua.
La sequía que nos afecta, que se arrastra por más de diez años, obliga a las autoridades a actuar con rapidez.
Los efectos de la pandemia además han provocado quiebres de stock en diferentes áreas, y problemas serios en la cadena logística. Una de las áreas relevantes es la agrícola, lo que ha provocado fuerte alza de precios en legumbres, maíz, trigo, todos productos que hoy importamos y que impactan además en la inflación que nos afecta.
Todo ello coloca a las autoridades ante la necesidad de reforzar la seguridad alimentaria del país.
En declaraciones a Ex Ante, Cristián Allendes, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, ha focalizado sus preocupaciones en dos ámbitos, por una parte, una férrea defensa de los derechos de agua ya constituidos y su acuerdo con el derecho a acceder a alimentos.
Ambas temáticas, recursos hídricos y seguridad alimentaria, han sido los principales ejes de gestión indicados por el futuro ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela.
No serán tareas fáciles, y demandarán esfuerzos grandes de diálogo cuyo resultado marcará el desarrollo y las posibilidades de futuro de nuestro país.
Y la Convención Constitucional
Muchas noticias relacionadas con propuestas en distintos ámbitos han emanado de las comisiones de la Convención Constitucional. Apelando a la expresión en uso, varias de ellas se han pasado muchos pueblos.
Sin embargo, hay que tener presente declaraciones de algunos analistas e incumbentes. Axel Callís, ha recordado que una constitución es la generación de una forma de administrar el poder, por lo cual quienes hoy lo manejan por cierto que actuarán para impedir que se modifique el status quo.
Fernando Atria, ha insistido que la prensa ha dado mucha importancia a las medidas más disruptivas pero que no se ha dado la misma importancia a muchas medidas de fondo que han concitado importantes consensos.
Patricia Politzer nos recuerda que una de las cosas que más se valoró en su momento de la Convención, es el amplio rango de representatividad lograda, y por tanto hoy escuchamos voces por largo tiempo acalladas.
Viendo el vaso medio lleno, es importante que todas las ideas se manifiesten y será el pleno de la Convención en su conjunto y por dos tercios de sus integrantes, la instancia que en una primera etapa dirimirá las normas que definitivamente se presentarán en el plebiscito de salida, a cuya votación, no debemos olvidarlo, debemos concurrir tod@s l@s chilen@s obligatoriamente.
Hay voces en la derecha, las más afiebradas por cierto, que han planteado simplemente el rechazo a todo, sin embargo como alguien recordaba, el acuerdo del 15 de noviembre explícitamente establece que de rechazarse la propuesta constitucional, seguiremos regidos por la constitución del 80, por tanto podemos enfrentarnos en una campaña que nos hará elegir entre la constitución de Pinochet o la propuesta de la Convención. En un escenario de esa índole, se fortalece la posición de la derecha más dialogante que entiende que debe incidir y aportar con sus ideas.
