¿Quién le teme al lobo feroz?

Por equipo de El Regionalista

Sabido es que la Contraloría General de la República lleva a cabo un control de la legalidad de los actos y que cuando en sus revisiones percibe indicios de ilegalidad, saca a la pizarra a los organismos públicos y los investiga.

Y también es sabido que hay actos de organismos públicos que pueden tener apariencia de legalidad pero pueden ocultar gestiones reprochables. Es decir, la Contraloría poco puede hacer porque no tiene evidencia de ilegalidad o de mala gestión. Tal es el caso, por ejemplo, de los pagos de horas extras en algún municipio que obedecen al mero arbitrio del jefe comunal pero están plenamente apegados a la legalidad.

Precisamente a los municipios, la Contraloría les pide mucha información con la que busca transparentar su gestión y con esa información, ha elaborado un semáforo municipal.

El semáforo no determina ilegalidades de los municipios per se, pero es un indicador del apego de los gobiernos locales al cumplimiento de las formalidades que le exige la Contraloría. Es decir, es una seña de pulcritud en la gestión y también, apuntando a cómo se percibe el rol de la Contraloría, es una muestra de cuánto respeto les inspira a los municipios.

Criterios del semáforo

El semáforo pone luz roja, amarilla o verde a ocho reportes que los municipios deben enviar a la Contraloría. Entre ellos están la dotación de personal, informes contables, percepción de ingresos, actualización presupuestaria y declaración de intereses y patrimonio del alcalde o alcaldesa y de otros funcionarios municipales.

¿Quiénes lideran con luces rojas en nuestra región? Graneros, con siete de ocho reportes que no cumple. Con cinco luces rojas están Palmilla, Marchigüe, Pichilemu, Requinoa y Doñihue.

En el otro extremo, está Olivar con siete luces verdes, mientras que San Vicente, Navidad y Lolol aparecen con cinco.

Lo dicho: lo anterior no implica que haya irregularidades manifiestas o, respecto de las municipalidades con luz verde, que todo lo hacen bien. Pero en un contexto en el que los municipios están en el ojo público por casos de corrupción, es buen ejercicio tener presente cuánto cuidado tienen al menos a la hora de informar a la Contraloría, el organismo que vela por el buen uso de los recursos de la ciudadanía. Hay que recordar que casi el 80 por ciento de los gobiernos locales del país tienen acusaciones de ese tipo y en nuestra región dos gestiones municipales están en el banquillo de tribunales, la de Mostazal y la de Rancagua.

El semáforo municipal de Contraloría, mirado así, no es alentador para la región: de sus 33 municipios, 24 tienen objeciones expresadas en luces rojas y no hay uno solo que tenga todos los mencionados indicadores en verde.

Para revisar el semáforo municipal de Contraloría, visite https://www.contraloria.cl/portalweb/web/cgr/semaforo-municipal