Por Mauricio Verón
Las elecciones municipales se presentan especialmente abiertas en San Vicente. Siete postulantes, entre candidatas y candidatos a alcalde, más un número hasta ahora confuso de postulantes a concejal/a se aprontan a iniciar la fase más activa de la disputa por los, muchas veces, esquivos votos. En la grilla alcaldicia, al no ser posible la postulación del alcalde en ejercicio, Jaime González Ramírez, todos quienes aspiran al cargo aparecen en igualdad de condiciones.
Postulan, en esta oportunidad, Virginia Troncoso, ex alcaldesa de la comuna por 12 años, ex diputada. Tradicional figura de la UDI en la comuna, ahora renunciada y que postula como “independiente fuera de pacto”, en circunstancias que el candidato oficial de la UDI y de Chile Vamos, es Guido Carreño, ex concejal, cuadro directivo de gobierno durante Piñera II, y aspirante derrotado al municipio en la elección pasada. También ha sido identificado como la figura local más cercana al senador Javier Macaya.
Un tercer candidato de la derecha es Edison Toro. Ex concejal y ex CORE, ha postulado a alcalde sin suerte en períodos anteriores. Fue militante de la UDI y de RN, pero hoy ha optado por ser “independiente fuera de pacto”, para lo cual también se abocó a la campaña de recolectar firmas. Últimamente, ha estado muy ligado a la figura de “los Soto”, Carlos y Raúl, padre e hijo, alcalde de Rengo y diputado, ambos en ejercicio lo cual, en el plano local, se observó como señal de alianza y respaldo desde el PPD a su candidatura.
Cierra el grupo de postulantes con domicilio en la derecha, el republicano José Donoso. Sin presencia pública en la política local, al menos a nivel de postulación a cargos de elección popular, en su campaña ha puesto énfasis en su parentesco con un ex alcalde designado, Augusto Rodríguez, a quien el gobierno dictatorial mantuvo por más de una década en la alcaldía de San Vicente.
Por tanto, la derecha presenta a cuatro candidatos, tres de ellos con una larga presencia en la actividad pública local y, un cuarto, sostenido por la influencia no menor del partido Republicano, colectividad esta última que tiene una apuesta de más largo plazo: llevar a su líder José Kast a la presidencia del país.
Desde la centro-izquierda, también hay un amplio abanico de postulantes. Hubo un intento frustrado de nominar un candidato único mediante primarias legales, el pacto “Contigo un Chile Mejor” optó por entregar el cupo al Frente Amplio, quien nominó al concejal Jorge Pávez como candidato único a la alcaldía. Si bien es cierto Pávez no cae en el concepto de candidato oficialista, sin duda es el candidato de Boric.
También con aparente domicilio en la centro-izquierda, está la candidata “independiente fuera de pacto” Gabriela Soto. Proveniente del PS, desató la furia de los militantes locales que criticaban el “dedazo” de la dirección de su partido que trataba de levantarla como candidata. Finalmente, reunió las firmas y si el Servel no dice otra cosa, figurará en la papeleta en octubre.
Cierra la lista Francisco Canales. Agricultor y conocido dirigente social. Militó en la DC, y fue concejal. Tras 12 años fuera de las pistas electorales, vuelve al ruedo, liderando un colectivo de no militantes que acoge una diversidad de género, etaria y de formación laboral quienes apoyaron con fuerza el proceso de recolección de patrocinios. Este mismo colectivo, con el auspicio de un partido, presentará lista de candidatas/os a concejal.
En la última votación, el plebiscito constitucional de 2023, votaron 38 mil personas de un padrón total de 42 mil, cifra que deberá ser aproximadamente la que se pronuncie ahora. En la elección anterior de 2021, en cambio, votaron para alcalde 18.167 personas, momento en el que regía la modalidad de la inscripción voluntaria y el voto obligatorio.
Y aunque puede llamar la atención la cantidad de candidatos en la derecha, casi todos fuertes, por ser el bloque desafiante a nivel nacional, no puede pasar inadvertido que el fenómeno de dispersión también puede afectar al bloque de centro izquierda. La contienda, por eso, se dirimirá en favor de quien logre sumar mayores apoyos durante la campaña y eso dependerá de la proyección de un liderazgo que brinde confianza a un electorado sanvicentano también afectado por fenómenos que impactan como son la inseguridad y la inmigración.