Stegouros elengassen, nuevo dinosaurio descubierto en Chile es la estrella de l@s paleontólog@s del mundo

El Stegouros elengassen encontrado en Cerro Guido, Región de Magallanes, en 2018, ganó la portada de la prestigiosa revista científica Nature hace unas semanas, pues se trata de una nueva especie de dinosaurio cuyos restos fosilizados quedaron atrapados en roca sedimentaria hace más de 66 millones de años. Sergio Soto, paleontólogo del equipo que investigó los restos, describió el hallazgo y su trabajo a El Regionalista.

Por Adriana Bastías

En este mes de diciembre se conoció una nueva especie de dinosaurio descubierta hace ya tres años en la Patagonia chilena, que posee una mezcla de características entre un anquilosaurio y un estegosaurio.

El descubrimiento fue realizado por un grupo de investigadores pertenecientes a la Universidad de Chile, Instituto Antártico Chileno (INACH), Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), y Universidad de Concepción. En el elenco participó también un técnico argentino de la Fundación Félix de Azara (Buenos Aires) que preparó los fósiles.

Sergio Soto Acuña, paleontólogo de vertebrados de la Red Paleontológica de Chile y estudiante de doctorado en Ecología y Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, es uno de los investigadores que estudiaron los fósiles de este dinosaurio y publicaron el resultado del trabajo en la prestigiosa revista científica internacional Nature. El stegouros elengassen, destacado en la portada de la revista, se convirtió así en uno de los dos descubrimientos más importantes en la historia de la paleontología chilena.

Desde Puerto Natales (Magallanes), Sergio Soto tuvo la amabilidad de responder nuestras preguntas e inquietudes.

Cuéntanos donde encontraron los restos del dinosaurio… ¿A cuánta profundidad?

Los restos del nuevo dinosaurio se encontraron en el Valle del Río de las Chinas, que es un valle ubicado dentro de la Estancia Cerro Guido en la parte norte de la Provincia de Última Esperanza de la región de Magallanes, en plena Patagonia chilena, esto está muy cerca del límite con Argentina. Los restos se encontraron durante una prospección hecha el año 2018, cuando un equipo de colegas norteamericanos, de la Universidad de Texas, nos alertaron que había algunos huesos aflorando en una colina. Nosotros estábamos con un proyecto de investigación hace mucho tiempo trabajando en la zona, decidimos revisar esa localidad nueva, nos encontramos con esos restos que pensamos que podrían ser interesantes y empezamos a excavar, así que los restos iniciales estaban en la superficie, pero los más profundos estaban a poco más de 50 cm.

“(Los paleontólogos) buscamos rocas de un ambiente en particular y una edad específica, que potencialmente preserven, en este caso, restos de dinosaurios. Los dinosaurios existieron desde hace 230 a 66 millones de años, entonces todas las rocas que tengan una antigüedad en ese rango potencialmente pueden preservar dinosaurios”.

¿Cuáles son las principales características que tienen los sitios donde ustedes hacen este tipo de búsqueda y excavaciones?

Los fósiles son restos de evidencia de vida antigua, de organismos del pasado y por lo tanto están reemplazados por minerales o sea son rocas, y estos se encuentran en afloramientos rocosos, que son cuencas de roca que afloran a la superficie ya sea por causas tectónicas o por erosión, me refiero a agentes meteorológicos como lluvia, nieve, un río que socava y genera un corte, por ejemplo, o un derrumbe. Entonces, en esos lugares aflora la roca madre que puede potencialmente contener los fósiles. Ahora, no todas las rocas tienen fósiles, hay distintos tipos de rocas, nosotros preferentemente trabajamos con las rocas sedimentarias, que son rocas que se forman en ambientes donde, grano a grano, se van depositando arenas que con el paso del tiempo se endurecen. Además, nosotros buscamos rocas de un ambiente en particular y una edad específica, que potencialmente preserven, en este caso, restos de dinosaurios. Los dinosaurios existieron desde hace 230 a 66 millones de años, entonces todas las rocas que tengan una antigüedad en ese rango potencialmente pueden preservar dinosaurios. Además, tienen que ser rocas que se hayan formado en ambientes continentales o sea en ríos, lagos, desiertos y no en el mar, ya que en el mar no vivían dinosaurios, entonces es poco probable encontrar un dinosaurio en una roca que se haya formado en ambiente marino, aunque no imposible. También sucede en algunos casos que los restos se transportan y llegan al mar. Con estos datos, el ambiente y la edad de las rocas, nosotros prospectamos, que es básicamente caminar y a ojo desnudo mirar todos los afloramientos rocosos que estén expuestos. Entonces, idealmente tiene que ser en lugares donde haya poca vegetación, en acantilados, en desiertos también, y en este caso la Patagonia, donde hay poca vegetación y hay mucha nieve y agua que permite que se vaya erosionando el terreno, eso expone la roca que contiene los fósiles.

Sobre el nombre del nuevo dinosaurio, ¿existe una forma establecida para nombrarlo?

El nuevo dinosaurio se llama Stegouros elengassen. Existe lo que se llama un código de nomenclatura zoológica internacional, que es una especie de norma que da las bases para poder nominar a una nueva especie animal de cualquier tipo, ya sea un dinosaurio, un fósil, una especie viviente. Entre esas está que el nombre tiene que ser binomial, es decir, que tenga dos palabras, es como el nombre y el apellido. Y, además, debe ser único, no debe estar repetido, no debe haberse usado previamente. Con respecto a la originalidad, qué nombre le quiere poner uno, en eso hay mayor libertad y uno puede utilizar mezclas de ciertas lenguas. En este caso “Stegouros” es una palabra compuesta del griego que contiene “Stego” que significa techado o tejado y “uros” que significa cola, por la forma de la cola que tiene esta especie como de tejado, lo voy a explicar después, pero que tiene una forma bien particular. “Eleganssen” proviene de la lengua aonek’o ‘a’ien, que es la lengua de los tehuelches en el sur que habitaban en la zona, y que hace referencia a una bestia mitológica que era parte de su cultura, una bestia acorazada de gran tamaño.

¿Cuándo lo encontraron, pensaron que se trataba una nueva especie? ¿Por qué?

No necesariamente, cuando nosotros encontramos estos restos y empezamos a excavarlos lo que nos llamó la atención, al exponer la parte más profunda, es que los restos estaban articulados. Lo que se veía eran restos de las extremidades, de las patas, y estaban bien preservados, articulados y se veían gráciles. Y entonces nuestra primera impresión es que correspondían a un dinosaurio ornitisquio, probablemente un dinosaurio, un ornitópodo, un dinosaurio muy común de la época, pequeño, grácil y herbívoro. Pero fue durante la preparación del material en el laboratorio que nos dimos cuenta de que en realidad estábamos frente a un dinosaurio acorazado, y en el momento en que empezamos a ver los restos de la cola, los huesos de la cola y la cadera nos dimos cuenta de que se trataba de una especie nueva para la ciencia, porque no se conocía nada como eso hasta ahora.

¿Qué característica lo hacen una especie única? ¿Qué tamaño y peso podrían alcanzar?

La característica más notable que tiene este nuevo dinosaurio es que presenta una cola cuya mitad posterior estaba completamente encerrada en una especie de arma caudal compuesta de huesos dérmicos. Los huesos dérmicos, son huesos que crecen en la piel que generalmente sirven de estructura defensiva, son comunes en los dinosaurios acorazados. También se generan huesos dérmicos en otro tipo de animales, por ejemplo, los armadillos, quirquinchos, pero en este caso lo que se genera es una especie de estuche o de arma caudal completamente fusionada ósea donde no había movimiento, por lo tanto, en vida era una estructura muy rígida. Por otra parte, el resto del esqueleto tiene una mezcla de caracteres muy inusual que combina rasgos que son típicos de otros dos grupos de dinosaurios: los estegosaurios que son dinosaurios grandes con placas en el lomo y púas en la cola, muy populares de la segunda película de Jurassic Park y los anquilosaurios, que son dinosaurios acorazados que tienen múltiples hileras de estos huesos dérmicos en el lomo y algunos de los cuales también tenían un mazo terminal en la cola, una especie de arma caudal redonda. La mezcla de caracteres del esqueleto de ambos grupos nos hizo sospechar no sólo que estábamos frente a una nueva especie, única en su tipo, sino que además era una especie de eslabón evolutivo entre estos dos grupos. Finalmente, nos dimos cuenta de que pertenecía a los anquilosaurios.

El tamaño que nosotros estimamos va entre 1,5 a 1,7 m aproximadamente. El peso es un poco más difícil de calcularlo, nosotros damos una estimación gruesa de 150 kg, pero es difícil saberlo porque como tenía osteodermos, estos huesos dérmicos probablemente le conferían mayor peso de lo que uno podría calcular.

¿Físicamente, el Stegouros elengassen en que se parece más a un anquilosaurio y en qué a un estegosaurio?

Tiene mezcla de ambos grupos. Sabemos que es un anquilosaurio, pero un anquilosaurio muy primitivo, muy basal, desciende muy tempranamente del árbol de los anquilosaurios y como estos, presenta un cráneo que es corto con una dentición muy similar a los anquilosaurios, carece de agujeros en el cráneo igual que los anquilosaurios y presenta una especie de ornamentación en los huesos que están en el techo del cráneo, y además presenta varias filas de osteodermas (huesos dérmicos), que es un rasgo de anquilosaurios. Por otra parte, la cadera de este animal es muy parecida a la de un estegosaurio, el hueso de la cadera más grande, el íleon presenta una especie de expansión hacia el lado, una curvatura que si uno lo ve desde arriba es muy difícil de distinguirlo de un estegosaurio, y además las vértebras de la espalda, las vértebras dorsales son muy altas, muy parecidas a lo que se da también en un estegosaurio. Entonces es una especie de cabeza evolutiva, porque tiene una mezcla de rasgos de estos dos grupos, pero definitivamente es un anquilosaurio muy primitivo.

¿Cuál es la probable distribución en que se encontraba este nuevo dinosaurio?

Esta pregunta me parece muy interesante porque no me la habían hecho antes, pero queremos ahondar en esto en el futuro. Por el momento, obviamente, el único lugar en que lo hemos encontrado hasta ahora en el Valle de las Chinas. Sin embargo, no sabemos si se extendía mucho más. En Sudamérica hasta ahora, se habían encontrado restos de anquilosaurios pero muy fragmentarios, con muy poco diagnóstico, no tenían nombre por supuesto, porque eran pequeños huesos o dientes, y estos se encuentran principalmente en la Patagonia argentina, en las provincias de Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Neuquén, y sospechamos que estarían relacionados con este dinosaurio. Por otra parte, tenemos en la península Antártica el único dinosaurio anquilosaurio que se encontró en los años 80 que es Antarctopelta y que resulta ser un pariente muy cercano de Stegouros, muy parecido. Y finalmente, tenemos otro pariente más que esta en Australia que se llama Kunbarrasaurus, eso es interesante porque Australia está muy alejada. Entonces,en cuanto a la distribución sospechamos que tuvo una distribución amplia del grupo durante el Cretácico, que es la época en la que vivieron estos animales. Y, además, probablemente como los continentes estaban un poco más cerca hubo tránsito libre entre estos continentes, por lo tanto, estos dinosaurios pudieron caminar entre estos lugares. Ahora, de la especie Stegouros elengassen desconocemos la distribución, pero podría ser un poco más amplia de lo que nosotros podemos evidenciar por el momento. Es una cuestión que tenemos que estudiar más a fondo, con más evidencia sobre su presencia, también inferir cuál era el clima, el clima era un poco más cálido, existía vegetación, entonces deberían existir esas condiciones óptimas para que el animal se pudiera distribuir en otras partes. Eso es parte de lo que se llama la biogeografía que es el estudio de la distribución de los animales y las plantas en el tiempo y el espacio y que va a ser el foco de futuras investigaciones.

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