Tiempos telúricos

Un sismo violento tiene la capacidad de cambiar la geografía de un lugar. En el tiempo político que vivimos, tanto las elecciones de consejeros constitucionales como la fractura de las dos almas del gobierno pueden terminar de consolidar un nuevo escenario político con actores en nuevas alianzas.

Por Rolando Cárdenas

Colisión de placas

Así como los movimientos sísmicos se provocan por el choque entre placas tectónicas, el gobierno está sufriendo sus propios sismos internos con las alianzas que lo sustentan -Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático- en colisión cada vez más frecuente.

Esta situación tiene un punto de origen en un actuar ambiguo del gobierno que trata de contentar sus dos almas, lo que ha generado un actuar con avances y retrocesos que impiden mostrar una línea clara de gestión y una opción estratégica que marque con claridad un camino. Esto de estar a dos aguas le hace recibir ataques desde la izquierda y desde la derecha.

Un buen ejemplo es la Ley Naín – Retamal, cuya gestión ya relatamos en anterior columna, y que por cierto le hizo recibir críticas de Jadue y Sharp. Ahora ingresa la Ley RUF (reglamento del uso de la fuerza), que busca compensar lo antes rechazado por Apruebo Dignidad, que la derecha aprovecha de inmediato para instalar la idea que el gobierno no tiene un real compromiso con Carabineros y por ende con el combate a la delincuencia.

La ambigüedad del gobierno es un virus que se ha instalado en todas sus áreas, que además es reflejo de un gobierno de minoría que no sabe cómo actuar en ese escenario. Sin embargo, hay experiencias positivas muy relevantes, como la tramitación de la ley de las 40 horas, que consolidó a la ministra del Trabajo como la nueva estrella del gabinete, sostenida en su mérito: capacidad de negociación y saber ceder manteniendo el objetivo final. Por supuesto, ya salieron sindicatos de sectores más izquierdistas criticando la ley, pero más allá de eso, generó a lo menos un pequeñísimo respiro al gobierno y por algunas horas pudo controlar la agenda. Pero más allá de eso, muestra un camino, y sería muy peligroso que el gobierno la moviera a otra cartera (se habla de la vocería para proteger del desgaste a la ministra Vallejo), ya que ella junto al ministro Marcel debieran ser quienes negociaran con la oposición la reforma de pensiones, un desafío vital para el gobierno.

Una nueva geografía política

Un sismo violento tiene la capacidad de cambiar la geografía de un lugar, si lo sabremos nosotros al comparar la zona de Valdivia antes y después del terremoto del 60. En este caso, tanto las elecciones de consejeros constitucionales como la fractura de las dos almas del gobierno pueden terminar de consolidar un nuevo escenario político con actores en nuevas alianzas.

Veamos algunos indicios. Los alcaldes Vodanovic y Ríos de Maipú y Ñuñoa respectivamente, ambos del Frente Amplio, han realizado una fuerte autocrítica a la inexperiencia con que asumen el gobierno, algo que rebatió con fuerza la diputada Perez y el diputado Ibañez, este último presidente de Convergencia Social, quien al estilo Jackson indica que el problema es el Estado neoliberal.

Axel Callis, director de Tú Influyes, sostiene que si en este malísimo escenario el PS obtiene un buen resultado electoral, tenderá a mantener la alianza con Apruebo Dignidad, dejando atrás la histórica alianza con la DC, que llevó adelante la transición y a sus primos del PPD y el PR, todos partidos con poco futuro electoral.

Ya en la fracasada convención constitucional se produjo una alianza PS – Frente Amplio, y se han levantado voces que plantean que esa alianza debiera ser el eje del gobierno y que debe proyectarse en el futuro.

Hoy, tanto oficialismo como oposición están en una doble disputa, por la hegemonía interna por una parte y por mantener el gobierno en un caso y reconquistarlo en el otro.

Está claro que el resultado de las elecciones de mayo reconfigurará nuestra geografía electoral, con un agregado que nuestros políticos deberán estar monitoreando permanentemente, la voluntad popular. En estos tiempos de volatilidad electoral, hay que tener presente la frase de Maquiavelo “La naturaleza de los pueblos es muy poco constante: resulta fácil convencerles de una cosa, pero es difícil mantenerlos convencidos”.

La derecha y su opción de campaña electoral

El vespertino La Segunda, el día 10 de abril, publicó en portada el siguiente titular “¿voto de protesta en las elecciones del 7 de mayo?”, donde plantea claramente lo que debe ser la estrategia electoral de la derecha, capitalizar la inseguridad que vive nuestro país. Por tanto, hay que culpar al gobierno de todos los males.

Coherente con esa estrategia la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de resolución que solicita al presidente Boric ofrecer disculpas públicas por “ausencia de respaldo a Carabineros”, que la oposición lo haya votado favorablemente era esperable, que se sumaran el PDG y ex DC también, pero que dos diputados liberales, que son parte del pacto electoral con Apruebo Dignidad y el PS, hayan aprobado y dos se hayan abstenido, entre ellos el presidente de la Cámara, cambia el cuadro.

La derecha va a persistir en este camino, lo que debiera pasar es que el gobierno mueva sus piezas con delicadeza para no acrecentar flancos, algo que no se ve con tanta claridad.