El inicio del trabajo de la Convención Constitucional ha dado para grandes titulares, en cada edición de periódicos como El Mercurio. Muchos medios destacan las discusiones entre Ejecutivo y mesa convencional, y dan amplia cobertura a las posturas extremas presentes en la Convención. La lectura superficial podría llevar a pensar que los 155 convencionales están permanente trenzados en diferendos entre ellos o con el gobierno. ¿Será así?
El Ejecutivo dice que el vicepresidente de la Convención está más preocupado de tener auto a su disposición. La mesa directiva se empeña en avanzar en la conformación de las comisiones. L@s constituyentes se esmeran por mantener comunicación directa vía redes con quienes les eligieron y dicen que la secretaría instituida por el Gobierno aún no pone todos los recursos que necesitan. La constituyente Cubillos acusa que hay más cocina aquí que en el Congreso y que la mayoría de izquierda les pasa la aplanadora.
Y en medio de grandes titulares de la prensa nacional, que parecieran querer mostrar que la Convención es “una bolsa de gatos”, esta semana se definieron las Comisiones que asumirán tareas específicas, una de ellas con un coordinador de la UDI, ni más ni menos.
¿Avanza la Convención? ¿Está sufriendo una campaña de desprestigio de sectores conservadores de la sociedad?
Nos responden siete de nuestros nueve convencionales: del distrito 15 Loreto Vallejos (Lista del Pueblo), Carol Bown (UDI), Matías Orellana (PS), Alvin Saldaña (Movimientos Sociales Autónomos) y del distrito 16, Ricardo Neuman (UDI), Gloria Alvarado (Corrientes Independientes), Nicolás Núñez (Federación Regionalista Verde).
La Convención avanza
No hay duda en ninguno de l@s consultad@s: la Convención avanza. Valoran que esta semana se hayan constituido 8 comisiones provisorias y un reglamento también provisorio.
Pero hay matices y acercamientos distintos.
Orellana piensa que el avance es muy superior a otras experiencias comparada y Saldaña explica que una clara definición en esta etapa “es clave para llevar a buen puerto un trabajo de calidad en esta fase” porque la redacción del reglamento “es el cimiento de la casa” que construirán. Alvarado estima que los avances se manifiestan en “una semana intensa”.
Neumann reconoce los avances, “pese a los accidentes y suspensiones a los que nos tiene acostumbrados la mesa directiva” y distingue: “el trabajo avanza mejor en las comisiones que en el pleno. Mientras que en la instancia plenaria, priman las caricaturas, etiquetas y prejuicios de un sector que excluye e invalida a otro; en las comisiones prima un trato y lenguaje bastante más constructivo”. Carol Bown es categórica “no creo que la Convención esté entrampada”.
¿Campaña contra la Convención?
Preguntamos también si perciben una campaña comunicacional de los grandes medios contra la Convención.
Y aquí, las respuestas fueron más variadas.
Bown sostiene que no y explica que “es entendible que haya desorden inicial, ya que es una institución que no tiene precedentes, que se está armando. Por otra parte, cuesta entender que aún no se estén discutiendo temas de fondo, que solucionan los problemas reales de las personas”.
Para Ricardo Neumann “hay una abundancia de errores por parte de la mesa directiva y algunos sectores más radicales de la izquierda que, lamentablemente, le hacen muy mala fama a la Convención”.
Loreto Vallejos y Matías Orellana no hablan de una campaña comunicacional contra la Convención. “No sé si exista una campaña en contra, dice Vallejos, pero sí ha faltado que la prensa pueda tener una relación más directa, y pueda cotejar lo que estamos haciendo. También es responsabilidad nuestra salir y hablar directamente con los medios. Si existiera una campaña de algún grupo minoritario, medios de prensa, grupos de interés, la élite, ellos también están dentro de la Convención y es parte del debate que tenemos que dar”. Orellana prioriza que se garantice “la libertad y acceso a la información, a fin de asegurar que se transmita a la gente la información veraz de este proceso. Lo que uno no debe permitir en nuestro rol, es que se caricaturice el proceso o se informen situaciones que no son reales”.
En el otro lado, Alvin Saldaña, Gloria Alvarado y Nicolás Núñez concuerdan: hay una campaña contra la Convención. Grandes medios de prensa que expresan una visión de la élite interesada en desprestigiar la tarea de los constituyentes, según su mirada.
Nicolás Núñez estima que “lo que se escucha sobre “el circo” o en desprestigio, está hecho por un grupo de constituyentes de extrema derecha que apuestan porque siga vigente la Constitución de Pinochet, cuando gane la opción del rechazo en el plebiscito de salida. Pero hay otro sector de la derecha más abierto que está por construir”.
“Hay medios de comunicación, describe Saldaña, que se han centrado en polémicas que duran 5 minutos en las sesiones del pleno, y no comunican nada de las restantes 5 ó 6 horas de debate constructivo en el mismo espacio”, lo cual tiene que ver con la concentración económica que también se expresa en los medios de comunicación. Los rostros que hay tras esos medios “no quieren que esta situación cambie y no quieren mostrar al país las reflexiones más de fondo”.
Gloria Alvarado observa “un afán de desvirtuar nuestro trabajo. Nos sacamos la porquería todo el día hasta tarde en la noche. Además de las reuniones formales, asistimos a otros espacios de movimientos sociales, creando alianzas, confianzas” lo que no se ve reflejado en los grandes medios.
Conclusión: entre nuestros convencionales hay diferencias, pero no parecen irreconciliables. Y en lo que parecen concordar todos es en la motivación para llegar pronto al corazón de su tarea: discutir los temas de fondo de la Constitución. Un propósito cuyos avances revisaremos periódicamente a través de estas páginas.