Un año sorprendente

Por Rolando Cárdenas

Se va el año 2023 y, como siempre, corresponde un balance de lo que ha sucedido, en nuestro caso en el ámbito político. Un año con sorpresas, con ganadores y perdedores, con revalorización de figuras del pasado reciente, con alianzas y quiebres, con momentos de esperanza en nuestras capacidades y también con momentos que muestran nuestro lado oscuro. Haremos un pequeño recuento que no pretende ser exhaustivo sino solo aportar un punto de vista que represente un insumo más para nuestros lectores interesados en el quehacer nacional.

El gran fracaso

El gran fracaso del año es el segundo proceso constituyente. Más allá de la derrota de republicanos y la derecha, que todavía está ajustando cuentas, es la decepción de los nuevos movimientos políticos, que siguen balcanizando nuestro fragmentado sistema partidario. Este es el fracaso de la élite política y su incapacidad de establecer mínimos comunes y, lamentablemente, ese conflicto intra-élites repercute en todos los ámbitos del quehacer social.

Algunos tratan de negarlo, pero más allá de la polarización, tenemos un mundo político que vive en un territorio distinto del resto del país: sus actores no son capaces de dimensionar los graves problemas que enfrenta nuestra sociedad de los que derivan amenazas que no están por venir, sino que ya las vivimos.

El lado oscuro

El caso fundaciones, tal como indicamos el primer día que trascendió a la prensa este tema, se transformaría en una piedra en el zapato para el gobierno y lo va a acompañar aún por mucho tiempo más. Ha sido un fenómeno de corrupción sistémico que sepultó el discurso moral de quienes hoy nos gobiernan. Lo que significó el 4S en términos del programa de reformas del gobierno, este caso lo fue para la propuesta de una nueva forma de hacer política para la generación joven que llegó al poder en 2022. El caso fundaciones sepultó la idea de una nueva ética que, con ese trasfondo, se mostró vacía de contenido.

El crimen organizado es otro de los grandes problemas que enfrentamos como sociedad y lo más grave es que tenemos un estado que no solo no es capaz de otorgar seguridad en muchos lugares sino que además se repliega y deja extensas zonas del país bajo el dominio de la delincuencia, un fenómeno que se ha denunciado desde hace varios años pese a lo cual, hemos sido incapaces de enfrentarlo adecuadamente. Este flagelo no es culpa de este gobierno y tampoco podrá ser solucionado en el lapso de una administración, pero lo que no es aceptable es que no tengamos estrategias para poder enfrentarlo.

La nostalgia

Dicen que las sociedades en crisis tienden a mirar hacia atrás y revalorar el pasado, y el plebiscito del 17D nos trajo algo de eso. La expresidenta Bachelet emergió como una figura importante que, con su cuestionamiento a la propuesta de nueva constitución, sobre todo en lo que afectaba los derechos de las mujeres, según muchos protagonizó uno de los elementos que inclinó la balanza para el triunfo del en contra.

Una segunda figura que emerge, y que desde hace tiempo ha enfrentado fuertes críticas de Apruebo Dignidad es la figura de Ricardo Lagos. Ya decíamos la semana pasada que no se trata de volver a las políticas públicas de la etapa de la Concertación sino que, como indicaba el rector Peña, de valorar la forma en que se entiende la política, una en que capitalismo, liberalismo y gradualismo son el triángulo de una gestión que dio un empuje importante al desarrollo del país.

El liderazgo se volvió femenino

Dos mujeres han emergido con fuerza en este tiempo, en ámbitos totalmente disímiles. Una es la alcaldesa Matthei, que mantiene un expectante lugar en la carrera presidencial y que tiene la virtud de que sus votantes posibles traspasan la barrera de su propio sector, algo que no logran Kast, Tohá ni Vallejos.

En otro ámbito, encontramos la llamada chica superpoderosa, la contralora subrogante Dorothy Pérez. Ella fue jefe de gabinete de Bermúdez, pero cayó en desgracia y su jefe la trató de echar, sin embargo, se defendió judicialmente, ganando en la Corte Suprema. Hoy, como contralora subrogante, está llevando adelante sus ideas con despidos y cambios en la estructura de la Contraloría, y por su ejemplo de resiliencia y perseverancia, algunos creen que puede ser la futura contralora.

Lo luminoso

En este caso no hay dos opiniones, los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos fueron un momento de reencuentro con lo mejor de nosotros: valores, alegría, compartir en torno al deporte. Lo logrado por el ministro Pizarro, nuestro gran capitán, y Harold Mayne-Nicholls, fue de antología; en tiempo récord y mucho en contra sacaron adelante una tarea de gran envergadura y que nos hizo sentir orgullosos.

El guardián de la recta doctrina

El ministro Marcel ha mantenido firme el timón de la economía, y su última batalla ha sido cambiar la condonación del CAE por el fin del CAE, evitando un gasto que en este momento el Estado no puede asumir. Pero tenemos cuentas saneadas, Hacienda mantiene una buena relación de trabajo con el Banco Central y así como es válido que los que invierten requieren certezas en el ámbito político, estas también son esenciales en el ámbito fiscal.

La bomba de fin de año

Y para cerrar el año el acuerdo Codelco – SQM, una muestra de pragmatismo que deja a todos contentos. De ser el yerno del dictador y el corruptor de la clase política, hoy Ponce Lerou pasa a ser el mejor amigo de La Moneda.

Pero esto es win-win, y todo forzaba el acuerdo: la necesidad de aprovechar el boom del litio, demostrar que se podía hacer una asociación virtuosa público-privada, oxígeno para Codelco que vive un mal momento, la concesión de SQM que termina en siete años y hoy pasa a tener 37 años. Ya vendrán los detalles tortuosos de este tipo de contratos. De hecho, la senadora Alejandra Sepúlveda y el senador Pedro Velásquez han solicitado ir conociendo todo el detalle de lo que se acuerde, pero lo central y que es lo relevante es que este acuerdo será importante para las arcas fiscales, de este y los gobiernos futuros. Capitalismo, liberalismo, gradualismo, resuenan aún en el coro de la partitura de la gestión gubernamental, como condición para lograr resultados positivos.