Un “Golden boy” de la ciencia en Chile en problemas

Por Adriana Bastías

Nuevamente uno de los “golden boy” de la ciencia en Chile, hace noticia por sus dudosas figuras e imágenes en publicaciones científicas del más alto nivel internacional, lo que esta vez provocó que la prestigiosa revista internacional Science dijera no da para más y decidiera bajar la publicación, en otras palabras, eliminarla para siempre. Claudio Hetz Flores, ingeniero civil en tecnología y doctor de la Universidad de Chile, quien actualmente se desempeña como profesor titular (la más alta categoría en la jerarquización de universidades) de esta misma casa de estudios es el protagonista de esta noticia.

El neurocientífico Claudio Hetz, a quien algunas personas a sus espaldas y en redes sociales denominan el “rey del Photoshop”, por un programa computacional que se usa para modificar imágenes, ya fue investigado por un comité de la Universidad de Chile. La historia comienza en enero del 2021, con la denuncia realizada en un sitio web por el excientífico alemán, Leonid Schneider, quien se dedica a revelar posibles alteraciones, irregularidades y fraudes en investigaciones. En el caso de Hetz, no eran un par de publicaciones las cuestionadas, sino una veintena entre el 2002 al 2020, y esto condujo a que la Universidad de Chile tuviera que hacer una investigación. Medios como Interferencia, La Tercera, BioBio, entre otros, cubrieron la noticia.

Finalmente, tras la investigación, el Comité de Ética de la Facultad de Medicina (https://medicina.uchile.cl/dam/jcr:06e3c1e1-1c5f-4565-a1ea-dfc460267fb8/Carta%20N) concluyó:

1. A nuestro juicio, se ha documentado de modo cierto que el Profesor Hetz ha incurrido en conductas que se califican de faltas a la Integridad del Proceso Científico, comprendida ésta como un abandono inexcusable de su deber de cuidado en el desempeño como profesional de la Investigación científica (actos y conductas negligentes). Estas faltas transgreden principios éticos explícitos declarados en diferentes documentos de nuestra Facultad, en el Estatuto de la Universidad de Chile y de las convenciones y acuerdos internacionales que regulan la actividad científica. De ellos, nos parece relevante la trasgresión a la honestidad científica que puede deteriorar la confianza social de la comunidad en la ciencia. A mayor abundamiento, esta compleja situación afecta el prestigio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, de su equipo de trabajo y enlodan el nombre y el prestigio de otros investigadores, involucrando finalmente a toda la comunidad académica.
2. El reproche por faltas a la Integridad científica que se ha demostrado en esta investigación, debemos lamentar que, en el caso del Dr. Hetz, se trata en una conducta repetitiva, que aún cuando no se ha traducido en alteración de la veracidad de los resultados de sus investigaciones, dan cuenta de un modo de proceder cuestionable, que ensombrece la confianza en la forma en que conduce y lidera las investigaciones, en el diseño y planificación de la comunicación de sus resultados, afectando seriamente la fiabilidad de la ciencia y los procesos exigibles para quien la realiza. A saber: rigor metodológico, prolijidad, responsabilidad, honestidad, transparencia y veracidad entre otros.
3. Este pronunciamiento fue suscrito por la mayoría de los integrantes de la Comisión, con la disidencia del Prof. Carlos Valenzuela, que emitió la siguiente opinión: Habiendo examinado el informe del comité de expertos en el caso Hetz y agregando lo informado en el proceso anterior nuestra conclusión es que el Prof Hetz ha incurrido en conductas impropias del quehacer científico que pueden tipificarse como negligencia culposa y culpable en la confección de algunos de sus artículos publicados que se refieren a la forma de presentación y no comprometen el fondo científico al cual ellos se refieren. Estas conductas son reiteradas y repetitivas a pesar de la indicación que se le había hecho y demandado de no volver a incurrir en ellas

Tras esto, se le sancionó con una suspensión de dos meses con un 70% de su sueldo. Esto provocó que se publicara en octubre del 2021 un artículo de distintos investigadores en la revista científica Nature titulado “Investigadores chilenos descontentos luego de investigación a neurocientífico estrella”. A eso se le sumó que la investigadora Elisabeth Bik presentó nuevos casos de figuras irregulares en estudios de Hetz que no fueron parte de la investigación del comité de la Universidad de Chile.

Esta conducta reiterativa sigue trayendo consigo consecuencias, en esta ocasión se le eliminó una publicación de la revista Science. La retractación de esta revista señala “El 28 de abril de 2006, Science publicó el reporte “Los proapoptóticos BAX y BAK modulan la respuesta de la proteína desplegada mediante una interacción directa con IRE1a” de C. Hetz et al. Según un análisis interno que comenzó en febrero de 2021, los autores se dieron cuenta de discrepancias en los controles que se muestran en las Figs. 1A y 6A y las figs. S2, B y C; 3A; y S5, D a F. Los autores ya no confían en que estas figuras respalden las conclusiones. Como resultado, los autores se retractan del artículo. El autor Claudio Hetz no estuvo de acuerdo con la decisión de retractarse. El autor Stanley J. Korsmeyer ha fallecido. No fue posible localizar a los autores Bruno Antonsson, Michael C. Bassik, Paula Bernasconi y Jill Fisher”.

Por más que Claudio Hetz se justifique diciendo que ya no existen los respaldos originales, esto pone nuevamente en evidencia la importancia de la ética en el desarrollo científico y la generación de conocimiento. La ciencia se basa en la confianza de los resultados publicados, y muchas veces parte desde esos resultados para generar nuevo conocimiento.

En el quehacer científico el fin no justifica los medios, ni para publicar en revistas científicas top, ni para ganar Fondecyt regulares y proyectos, ni para llegar a ser un profesor titular en universidades chilenas.

Con nuevas herramientas disponibles a través de inteligencia artificial (IA), el establecer claramente las normas de su uso es apremiantemente necesario para no tener en el futuro realidad científica ligada a la IA, que altere imágenes y resultados de investigaciones.