¿Una cuenta que marcará el camino?

La segunda cuenta pública del presidente Boric dejó en el aire sus constantes emplazamientos a aprobar la reforma tributaria como piedra de tope para llevar a cabo las medidas de su programa, que buscan resolver las necesidades del país. La jugada comunicacional del gobernante obligará a la oposición a responder, si no quiere arrastrar todo el peso de esas demandas ciudadanas, fenómeno que se trasladará de destinataria si es que se aprueba una reforma y por tanto el gobierno tendrá que hacerse cargo de cada uno de esos requerimientos.

Por Rolando Cárdenas

La cuenta presidencial

El presidente dio este jueves su cuenta pública al Congreso de la nación, de la que destacaremos sus elementos políticos más relevantes.

Una primera observación de forma fue su gran extensión, algo que todos han relevado, más allá de ese elemento que puede ser criticable, el tono y su capacidad oratoria es algo que todos destacan como un gran plus en su presentación.

En términos de contenido fue un discurso que buscó generar espacios de mayor diálogo, con autocríticas muy destacadas como la manera en que se relacionó el gobierno con la fallida Convención Constitucional y reconocimientos a la labor de los gobiernos anteriores, incluyendo los de distinto signo político.

Aun cuando reafirma los principios que guían su gobierno, la señal principal es que en términos del programa todo es posible de negociar y que la principal tarea de los directivos de su gobierno será buscar acuerdos para sacar adelante las reformas que el país requiere para avanzar en términos de desarrollo, igualdad y justicia social.

Respecto de lo realizado, se destacan el aumento del salario mínimo, las 40 horas, la ley TEA (Trastornos del Espectro Autista), el copago cero en FONASA, entre otras. Y en esto es importante destacar el manejo económico de la actual administración, que asume con un país en crisis, una elevada inflación, crisis en el comercio internacional, y en este primer año de gestión ha logrado avanzar de manera sustantiva, bajando los niveles de inflación, algo que significará que a partir de julio el Banco Central comience a ajustar a la baja la tasa de política monetaria. Además, se equilibró el déficit fiscal, algo que no sucedía desde hace nueve años, todos elementos fundamentales para facilitar la seguridad de la inversión privada. Un gran punto para el ministro Marcel y por cierto del presidente Boric.

La seguridad ciudadana, algo que no estaba en las prioridades del gobierno y que representa la principal preocupación ciudadana, también ha mostrado avances en un trabajo cada vez más afiatado con las fuerzas policiales y con las Fuerzas Armadas en acotados espacios de colaboración, macrozona sur y frontera norte. Destacada labor de la ministra Tohá y sus subsecretarios Monsalve y Vergara.

El presidente además dio cuenta de la necesidad de lograr cerrar la reforma de pensiones y enfrentar la crisis del sistema de salud, en este último caso reiteró que cualquier solución que se busque a la crisis de las isapres debe partir del cumplimiento del fallo de la Corte Suprema. También reafirmó sus compromisos de campaña como el pago de la deuda histórica de los profesores y el término del CAE (que no debe confundirse con condonación total de este), avanzar en descomprimir las listas de espera en salud, sumar tres nuevos trenes, un sistema nacional de televigilancia, bono invierno, empadronamiento biométrico a migrantes irregulares, mayores recursos a las policías, mejorar el seguro de cesantía, entre otros, amarrados todos ellos a que el congreso apruebe la reforma tributaria. En este sentido, Boric hace una jugada comunicacional que obligará a la oposición a responder, si no quiere arrastrar todo el peso de esas demandas ciudadanas, fenómeno que se trasladará de destinataria si es que se aprueba una reforma y por tanto el gobierno tendrá que hacerse cargo de cada uno de esos requerimientos.

Hay por cierto muchos otros temas que muestran los compromisos gubernativos, la relevancia que se da a la lo rural y la ruralidad como algo constitutivo de nuestro ser nacional, el compromiso medioambiental y por cierto la centralidad de los derechos humanos a partir de la conmemoración de los 50 años del golpe de estado.

En síntesis, una buena cuenta, en que el primer mandatario le habló a los propios, refiriéndose a la mantención de principios, derechos humanos, defensa de Loncón y Campillai, pero también le habló a la oposición, reconociendo logros de gobiernos anteriores, anunciando su disposición a llegar acuerdos, además con logros importantes, desafíos relevantes, un quehacer político pragmático y un camino de diálogo.

La crisis del Ministerio del Trabajo

No podemos dejar de mencionar la situación provocada por la petición de renuncia al subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín. No entraremos en los chimentos de esta situación, sino los problemas que desnuda en la gestión del gobierno y su impacto político.

No era un misterio las diferencias existentes entre la ministra Jara y el subsecretario Larraín, la situación que provoca el quiebre es la participación de Larraín en una actividad de Clapes UC, donde ante una pregunta que se le realiza, este plantea que el gobierno debe olvidarse de las cuentas nocionales y que los fondos deben ser de cada ahorrante y heredables.

La petición de renuncia no aduce estas diferencias, sino que se acusa a Larraín de acoso sexual, lo que se ha ido morigerando a formas de expresión indebidas con su equipo de trabajo.

Lo que esto desnuda son dos grandes problemas: por una parte, la incapacidad de procesar internamente los problemas políticos, baste recordar las declaraciones del exministro de Obras Públicas ante su petición de renuncia, de la seremi de Desarrollo Social de la Región Metropolitana, por nombrar algunos ejemplos.

Esto provocó además el quiebre de una dupla exitosa y afiatada, los ministros Marcel y Jara.

Y, por otra parte, algo que hemos mencionado hace varias columnas, la ambigüedad en las definiciones estratégicas. Las indefiniciones hacen daño porque los equipos finalmente toman caminos que los enfrentan y ante esto está la parálisis o la destrucción.

En el caso de la reforma previsional, tal como lo planteó el ex subsecretario Larraín y el ministro Marcel, el gobierno ha definido no perseverar con las cuentas nocionales, algo que la ministra Jara dio a conocer el día de la cuenta presidencial, lo que provocó reclamos de personeros de Apruebo Dignidad. Veremos cómo sigue el gobierno con la tramitación de la reforma, que es una de las principales tareas de su programa.

Nueva constitución

No podemos dejar de mencionar los avances en este tema, ya que el consejo de expertos entregó la propuesta que debe discutir el consejo constitucional, la que ha sido ampliamente alabada como un programa de consenso, que resuelve bien los nudos políticos.

Un elemento político relevante es que hoy tanto el presidente Boric como el principal líder de la oposición, José Antonio Kast, por razones distintas coinciden en el interés que este tema se cierre y, por tanto, tal como han dicho algunos analistas la nueva propuesta constitucional se aprobará en la medida que Boric y Kast estén de acuerdo con ella, y esta condición pareciera darse.

Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas ya que nuevamente el consejero Silva salió con declaraciones “inconvenientes”, al calificar a Pinochet como un estadista, algo que incluso rebatió Rojo Edwards, quien lidera un grupo que busca mantener la actual carta magna.

Veremos si la sensación de cercanía a La Moneda logra que Kast pueda controlar a sus huestes, cosa que hasta el momento ha declarado, pero sin tan buenos resultados.