Vinchucas, ¿más peligrosas que la araña de rincón?

Por Fabián Roy Muñoz FIgueroa

Soundtrack: The call of Ktulu – Metallica

La combustión humana espontánea y la explosión humana espontánea se consideran mitos propios de la psicología. Pero con respecto a esta última, tengo mis dudas.

El abuelo nos contaba que su tío Agustín anduvo en el norte cuando era joven, que se ganaba la vida trabajando en minería y que, en una de las jornadas de franco, se las dio de “patas negras” con una lugareña. Y parece que en uno de esos encuentros furtivos lo picó una vinchuca.

-Con el paso del tiempo, el tío Agustín empezó a engordar, se cansaba mucho y padecía de estreñimientos terribles. Dos veces lo tuvimos que llevar al hospital por un infarto. Los médicos decían que tenía el corazón muy grande.

El abuelo hacía una pausa y sorbía de su mate con la mirada perdida afuera de la ventana.
–Así fue hasta que una noche como esta, Agustín se durmió con dolores terribles. Todos ya estábamos acostados, y de pronto, escuchamos un golpe en la pieza de Agustín… El tío murió explotando en caca

El remate era sicológico, no había catecismo verbal sobre ser ordenado o limpiar. Sólo ese silencio y la imagen horrorosa que nos quedaba en la mente. Ahora nos tocaba a nosotros, en afán de disipar esos miedos, preguntar a nuestros padres sobre qué maneras había para evitar ese mismo destino con una prolongada agonía.

¿Qué había de cierto? Hoy daremos un repaso a esta popular leyenda campestre.

Capítulo uno: El demonio en el tejado.

Las vinchucas son insectos hematófagos (se alimentan de sangre), su nombre científico “Triatoma Infestans” ya nos da un indicio de que sus características la hacen una criatura de temer. No se malentienda, este bicho no es venenoso y, bajo buenas circunstancias, no causa más problemas que una pulga o un zancudo.

Las vinchucas también son llamadas chinches besucones, pero no tienen ningún parentesco con los chinches que infestan Europa por estos días. El insecto en cuestión tiene un linaje que se remonta a la prehistoria, se han encontrado parientes fósiles en ámbar que pertenecen al cuaternario medio (Paleotriatoma metaxytaxa). Los análisis de estos fósiles demuestran que estas vinchucas primitivas ya contaban con protozoos patógenos en sus intestinos desde hace más de 100 millones de años.

Son estos protozoos patógenos los que producen el “mal de Chagas”, también llamada Tripanosomiasis (ya que el protozoo se llama Tripanosoma cruzi).

Entonces, tenemos estas vinchucas que portan a un protozoo y al picar a un humano pueden infectarlo con el mal de Chagas. Solo nos basta agregar que las vinchucas son insectos de hábitos nocturnos y que huyen de la luz. La suma de estos factores nos fabrica a una criatura que espera en la oscuridad a nuestro primer descuido, sobre todo en entretechos de paja o totora. Al contrario de la araña de rincón,(que se alimenta de insectos y siempre prefiere huir de un humano) las vinchucas sí buscan mamíferos de sangre caliente para alimentarse, humanos en su mayor parte.

Capítulo 2: El huésped maldito

El mal de Chagas, es una afección parasitaria que afecta a millones de personas en América Latina. Aunque puede ser poco conocida en otras partes del mundo, es importante entender sus aspectos básicos para prevenir y abordar esta enfermedad.

Desafortunadamente, esta enfermedad suele ser asintomática en sus primeras etapas (Incluso por años), lo que hace que sea muy difícil de detectar. Con el paso del tiempo, los síntomas pueden incluir fiebre, fatiga, problemas cardíacos y gastrointestinales graves.

Además de la infección por picadura de una vinchuca contaminada, también es posible contraer el mal de Chagas de madre a hijo durante el embarazo, a través de transfusiones sanguíneas o por ingestión de alimentos contaminados con heces de vinchuca.

No estamos tratando con una bacteria, sino con un protozoo con núcleo, pariente de las amebas. Los antibióticos no surten efecto contra este parásito. Tampoco existe una cura definitiva para el mal de Chagas; de hecho, los tratamientos disponibles se enfocan en aliviar los síntomas y retardar la propagación del parásito.

Por eso, si se sospecha de la infección es importante buscar atención médica, ya que un diagnóstico temprano es crucial para una mejor sobrevida. Los cuidados incluyen el uso de medicamentos antiparasitarios y el manejo de los síntomas asociados.

El mal de Chagas puede tener graves consecuencias si no se trata adecuadamente. Puede provocar problemas cardíacos, gastrointestinales y en casos graves, llevar a la muerte. Además, tiene un impacto negativo en la calidad de vida de quienes lo padecen, especialmente si no se diagnostica a tiempo. El protozoo suele atacar las células cardíacas, es por esto que genera un corazón dilatado que es incapaz de bombear sangre correctamente (insuficiencia cardíaca por cardiomegalia). También afecta a las células del músculo liso intestinal, cuya función es desplazar el bolo alimenticio hasta su eliminación. Las personas con Chagas no tratado pueden desarrollar megacolon y fecalomas, que son estados patológicos en los que no se pueden desplazar los gases ni las heces fecales y se hace necesario retirarlas a través de drenajes por colonoscopía.

Capítulo 3: Un problema, no una leyenda.

La prevención es fundamental. Debemos evitar la exposición a los insectos vectores, esto es clave.  Mantener viviendas limpias, selladas y libres de grietas por donde puedan ingresar o anidar estos insectos. Además, es esencial evitar la ingesta de alimentos y agua contaminados y buscar asesoramiento médico si se sospecha una infección.

En Chile se sabe que la región de Coquimbo es la que lidera la mayor incidencia de casos.

De todos modos, si usted detecta que ha sido picado por una vinchuca sus tareas primarias serán los siguientes:

1- No se rasque, por ningún motivo, bajo ninguna circunstancia.
2- Lave la zona afectada con jabón sin rascar.
3- Aplique hielo sobre la zona de picadura.
4- Si es posible, debe capturar al insecto o los restos del mismo.
5- Diríjase a un hospital para iniciar el tratamiento preventivo de inmediato.

Pasamos a la explicación detallada:
Cuando la vinchuca pincha para alimentarse, luego defeca en el área, en esas fecas están los parásitos del Chagas, y si usted se rasca entonces propagará la enfermedad dentro de su cuerpo. Por eso se recomienda lavar el área, lo que la limpiará por arrastre. También es importante conocer bien al insecto. Existe una Chinche Foliada que se parece bastante, pero esta no representa un problema para el ser humano ya que se alimenta de la savia de los vegetales.

Capítulo Final: detectar a tiempo

Se estima que alrededor de 6 a 7 millones de personas en todo el mundo están infectadas con el parásito Trypanosoma cruzi, causante del mal de Chagas.
La enfermedad se encuentra principalmente en América Latina, donde se estima que 21 países son endémicos para el mal de Chagas. Algunos de los países más afectados incluyen Bolivia, México, Paraguay, y varios países de América Central y del Sur.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 65 millones de personas viven en áreas en riesgo de transmisión del mal de Chagas debido a la presencia de los insectos vectores.

Aproximadamente el 1% de los casos crónicos son diagnosticados y tratados adecuadamente, lo que destaca la necesidad de mejorar la conciencia y el acceso a la atención médica.
En resumen, el mal de Chagas es una enfermedad que merece nuestra atención y conciencia, especialmente en las regiones donde es endémica. Con la información y las medidas de prevención adecuadas, podemos trabajar para reducir su impacto y mejorar la calidad de vida de quienes están en riesgo. La detección temprana y el acceso a la atención médica son cruciales para abordar esta enfermedad silenciosa.

Se sabe que, bajo ciertos casos, animales como las vacas y las ballenas pueden estallar por acúmulo de gases intestinales. Nunca supe de un caso clínico documentado donde el Chagas produjera ese tipo de muerte. Pero ahora y ante lo aprendido me parece que, para nuestro horror, la leyenda que nos contaba el abuelo no era tan descabellada.