Por Edison Ortiz.
La operación que esperábamos.
De manera ilegal, a dos días que se cierre la campaña por la propuesta constitucional de la ultraderecha, se difunde por La Tercera la carpeta de investigación del caso fundaciones, que viene del gobierno de Piñera, y se detiene a dos involucrados en el asunto de Democracia Viva.
En efecto, el pasado miércoles el fiscal nacional Ángel Valencia, vínculo cercano del ministro de Segpres, Álvaro Elizalde, responsable en buena medida de su designación, dio luz verde a Cristián Aguilar para que se detuviese al ex jefe de gabinete y pareja de la diputada Catalina Pérez, Daniel Andrade, de la fundación Democracia Viva y al ex seremi de vivienda de Antofagasta, Carlos Contreras. El primero fue detenido en la casa de su madre en La Florida en tanto, el segundo, en el aeropuerto de Pudahuel.
Si de huir para obstaculizar el desarrollo de la investigación se trataba, ambos no representaban ningún peligro. No fue casual su reclusión, ni la oportunidad en que el Ministerio Público tomó la decisión, en el contexto de estar ad-portas del plebiscito de este domingo. El hecho puede leerse como un guiño del fiscal nacional a la derecha, actor clave en su designación en ese cargo y aquella, la primera interesada en la opción A favor de la propuesta constitucional de la ultraderecha.
Como se sabe, más allá de que sea éticamente cuestionable su actuar no hay ningún delito en el proceder de la fundación: lo que se gastó, conforme al contrato, se gastó, y lo que no, se devolvió. El camino debiera ser asumir esa realidad en vez de discutir la controvertida medida de entregar funciones normales del Minvu a externos, resolución adoptada bajo el gobierno de Piñera, o ponerle fin a los contratos y convenios a externos. Porque aquella fue una resolución de la burguesía fiscal, que va de derecha a izquierda, que le gusta hacerse por vías mañosas de una tajada del presupuesto fiscal, como se hizo costumbre con el estado subsidiario instalado por Pinochet, y que se reproduce en educación, Indap, Vivienda y otras agencias públicas. Como se hace habitualmente en Chile, lo que hay detrás de la persecución a ambos personajes es “cortar el hilo por lo más delgado” y seguramente se procederá a reventar a ambos ex RD para salvar pellejos con más linaje.
Mientras ocurría la detención de los dos involucrados en el caso Convenios vinculados a Revolución Democrática (RD), la diputada Catalina Pérez en la hora de incidentes de la Cámara, intervenía hablando sobre el cuidado del medioambiente en la región de Antofagasta y sobre la existencia de una jauría de perros salvajes en la zona, evidenciando con su omisión, su estándar ético y político. , Cuando estalló el caso, y ya reconocida como protagonista del escándalo, en ese momento en vez de asumir su responsabilidad acusó que la atacaban por misoginia.
La gran estafa
Con el último escándalo de la generación del recambio terminó por derrumbarse la arrogante autopercepción de sí mismos y que tan bien enarboló Jackson cuando habló de la “escala de valores y principios en torno a la política” que, según el ex ministro, los distanciaba “no solo… del Gobierno anterior, sino [de] la generación que [los] antecedió”. A partir de estas conductas, se comenzó a solidificar en las generaciones mayores la percepción, tal como me lo indicó un viejo analista político, de haber sido víctimas de “una gran estafa” por parte de la generación de la equidad de género, los tatuajes, los piercings, los pelos de color y el inmediatismo político.
En efecto, si la operación de la Fiscalía esta semana logra mover en algo la aguja de las preferencias a boca de urna, el ya complejo panorama para el oficialismo se complica aún más. Recordar de antemano que la derecha ya ganó en el proceso constituyente pues en el peor de los escenarios, es decir triunfo del “En Contra”, lo peor que les puede pasar es quedarse con lo que hay: la constitución de 1980 que les acomoda bastante incluso con sus modificaciones de la transición.
Después del plebiscito, ¿qué?
Si triunfa el A favor, por el motivo que fuere, habrá derecha para rato en este país hasta que un nuevo reventón social, provocado por ellos mismos debido a la burbuja en que viven, como es común en nuestra historia, los ponga de vuelta en la realidad. A su vez Boric, su generación, y la actual administración pasarán a la historia como los nuevos “generales de la derrota”, esta vez en democracia y con todas las de la ley.
Si, por el contrario, triunfa el En contra al proyecto constitucional se abre una pequeña posibilidad para el oficialismo que, si se logra administrar bien con sentido de amplitud el desafío de profundización de nuestra democracia, puede traducirse en abrir una pequeña esperanza para revertir una derrota electoral y programática estrepitosa ya casi segura en la presidencial de 2026.
En ese sentido se debe articular desde la centroizquierda, hoy dividida y convertida en un archipiélago, el diálogo entre la izquierda y el centro con un nuevo protagonista que haga de bisagra y que lo posibilite con respeto, pero también en la lógica de generar alianzas electorales que permitan un buen desempeño en las municipales, consejeros regionales y gobernadores del 2025. El PS jugó un rol clave a inicios de los 90 en ese sentido. La nueva etapa debiera tener un foco especial en el mundo rural donde la derecha hoy campea y, a partir de ahí, y de los buenos desempeños electorales, con énfasis en un diálogo para cohesionar a este mundo en función de una primaria presidencial lo más amplia posible que siente las bases para construir una opción presidencial competitiva que pueda amenazar de verdad la opción de la derecha y la ultraderecha chilena en 2026.
En paralelo se debe iniciar la construcción de un diálogo programático reflexivo que ponga a este mundo a tono con los tiempos, que incorpore a la diversidad del progresismo de centro izquierda, sin descalificaciones generacionales ni de otro tipo y que posibilite elaborar una nueva concepción democrática, donde se haga efectivo el principio de mayorías tan vulnerado por la constitución de 1980. De lo contrario, de seguir con un régimen democrático meramente formal, donde no se resuelven las tensiones acumuladas en nuestra sociedad, aumentará nuevamente el descontento y proliferarán las opciones populistas que, como bien sabemos, no resuelven nada y concluyen haciendo añicos la institucionalidad democrática.
Este domingo sabremos si tenemos una nueva oportunidad o si pagaremos caro nuestra incoherencia y la irresponsabilidad programática y gubernamental.
1 comentario en “Y después del 17/D ¿Qué?”
El comentario del Presidente, luego del triunfo del en contra, estuvo en la línea lógica que propone el artículo.