Doctora en Matemáticas y académica en la Universidad de Valparaíso, Andrea Vera está siguiendo la pista a una realidad que porfía en pleno siglo 21: la menor presencia de mujeres en carrera universitarias de ingeniería.
Por Adriana Bastías
La historia se repite cada año: al momento de matricularse en la educación superior, hay menos mujeres en carreras denominadas áreas STEM (por su acrónimo en inglés: ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas).
Esta diferencia numérica de hombres y mujeres que acceden a estas áreas es lo que conocemos como un ejemplo de brechas de género.
Para entender las razones de estas diferencias, especialmente en ingeniería, conversamos con Andrea Vera Gajardo, doctora en Matemáticas, oriunda de Antofagasta, quien actualmente se desempeña como académica en el Instituto de Matemáticas de la Universidad de Valparaíso. Ella ha dedicado toda su carrera a estudiar la teoría de representaciones de grupo dentro del álgebra abstracta, pero hace un par de años comenzó a dar un giro a investigaciones más interdisciplinarias que tienen que ver con estudios de género, ciencias y tecnología, en especial en ingeniería.
Lidera un proyecto Fondecyt en el grupo de interdisciplina de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. El objetivo de este proyecto es estudiar la pertenencia y las masculinidades en comunidades estudiantiles de ingeniería en Chile.
A nivel mundial es conocida la baja cantidad de mujeres en carreras STEM. ¿Por qué este panorama se repite en Chile?
Este es un fenómeno a nivel mundial, Chile no es una excepción. Creo que conviene mirar esto de la baja representación o participación de mujeres en carreras STEM como un problema complejo y global. Esto es un síntoma de algo mucho más profundo que responde al orden de género, al patriarcado. Además, en Chile ocurre que las mujeres no empezamos a entrar a las universidades hace tanto tiempo. Sabemos la historia de Eloísa Díaz, la primera mujer médica que tenía una serie de restricciones en su participación en la universidad; si bien ocurrió, en ningún caso podríamos decir que fue una experiencia similar a sus compañeros varones. Entonces, por una parte, el orden de género es algo mundial donde las mujeres usualmente estamos en condiciones subvaloradas en todo orden de cosas, pero por otra parte se da particularmente en Chile que nuestra historia en la universidad o como sujetas públicas o sujetas de decisión no es tan antigua.
¿Qué factores explicarían este fenómeno?
Son muchísimos los factores que influyen aquí, para empezar factores culturales como la crianza, los estereotipos, las expectativas parentales, pero también las profesoras y profesores. En fin, todo lo que tiene que ver con las normas correspondientes sobre qué significa o se espera de ser mujer o ser hombre, pero en particular en estas carreras creo que hay una asociación cultural muy fuerte entre las carreras de ciencias, de ingeniería y tecnología con lo masculino, con la masculinidad hegemónica y con las carreras de, por ejemplo, las áreas de cuidado o las áreas de la salud que generalmente se tienden a asociar con lo femenino. Podemos enumerar un sinfín de factores, pero por nombrar algunos estos bastan y creo que también es importante mencionar el correlato económico que tienen estas diferencias entre las elecciones de carrera de hombres y mujeres que están muy emparentadas con los estereotipos de género. Usualmente, las labores que son asociadas a lo femenino son peor remuneradas y no solo eso, sino que son menos valoradas socialmente, en términos de valoración social del trabajo y pasa lo contrario con las labores que se asocian a lo masculino.
El estudio en las áreas STEM se enfoca principalmente en la ingeniería. ¿Cuál es la razón?
Es necesario precisar que las áreas STEM no es algo uniforme, es una categoría que significa ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, pero el comportamiento con respecto a las brechas de género no es uniforme en todas estas áreas. Entonces, la brecha se acentúa aún más en las carreras que tienen más componente matemático como por ejemplo las ingenierías, matemáticas y física. Otra razón que creo es muy importante es que, en general, las ingenierías son el ícono de carrera que produce tecnología y la brecha de género en diseñadores y diseñadoras de tecnología es más abismante que en cualquier otra parte. Otro punto no menor, es lo que mencionaba antes, el correlato económico existente, las brechas de sueldo. En Chile, las ingenierías tienen muy buenos sueldos, entonces vale la pena preguntarse ¿por qué justo ahí, en las carreras que son mejor remuneradas en el mercado, hay mucho menos mujeres?
¿Qué destacaría como marco conceptual para entender las brechas existentes en las áreas STEM?
Mi propuesta es considerar dos conceptos para entender las razones detrás de la brecha de género en particular en ingeniería, pero que también se puede aplicar para las áreas STEM en general. El primer concepto es pertenencia y el segundo, masculinidades. Sobre la pertenencia, me gusta usar el significado multidimensional, no solo la noción de este sentimiento como íntimo de sentirse en casa, no extranjera en un lugar. Estos ejes analíticos dentro del concepto de pertenencia son de una autora que se llama Nira Yuval-Davis. Ella distingue 2 ejes, el eje más íntimo, más afectivo, pero también un segundo eje que tiene que ver con las políticas de las pertenencias, como se construyen los discursos de todas las otras personas que dan forma a una comunidad. En mi caso de interés, que son las comunidades de estudiantes de ingeniería, podríamos analizar los discursos institucionales, discurso de los y las profesoras, de los y las ayudantes, etc. Cómo estos discursos y políticas van modelando una pertenencia en sus estudiantes.
Con respecto al concepto de masculinidad, este lo empezó a desarrollar Raewyn Connell hace algunas décadas, y me interesa estudiar cómo se relacionan los procesos de construcción de masculinidades hegemónicas con la identidad del ingeniero, cual es el puente, cómo se van co-construyendo estas dos dimensiones.
Las carreras de ingeniería y las carreras STEM (ciencias, tecnología, ingeniería, matemáticas) culturalmente son carreras que se asocian a lo masculino y no sólo eso, ingresan más hombres y se espera que un hombre estudie con más probabilidad una ingeniería que una mujer
¿Cómo se relacionarían el sentido de pertenencia con las brechas en las áreas STEM, en especial en ingeniería?
La experiencia de las mujeres en la academia ya ha sido descrita por algunas autoras, (en relación con lo) que es la experiencia de extranjería en áreas académicas. Esto responde a un clima hostil, todo lo que hace que se construyan fronteras o zanjas entre unos y otros, y provoca que la mayoría de las mujeres, y/o quienes no comulgan con la masculinidad hegemónica se sientan excluídos o excluídas. En particular, las carreras de ingeniería y las carreras STEM, culturalmente son carreras que se asocian a lo masculino y no sólo eso, ingresan más hombres y se espera que un hombre estudie con más probabilidad una ingeniería que una mujer, etc. La sociabilización en los espacios informales dominados numéricamente por varones, la cerveza después de la pichanga, los comentarios a veces sexistas que son super comunes, los apodos en femenino para denostar a otro hombre (“es niñita”, “es mama”) van generando un clima hostil que claramente ocasiona un sentimiento un poco artificial de pertenencia o no la genera. Esto claramente tiene un impacto en la trayectoria de las mujeres y podría relacionarse con el efecto de la cañería rota: a medida que las mujeres van avanzando en su carrera académica, se van quedando, deciden, por ejemplo, no seguir perfeccionándose, no hacer postgrado o eligen un tipo de ingeniería y no otra. Posiblemente esta experiencia de extranjería u hostilidad está relacionada con esto.
¿Por qué las masculinidades desarrolladas en ingeniería marginarían a estudiantes mujeres del área?
La masculinidad hegemónica hay que entenderla como un ideal, no como un atributo que tienen los hombres de verdad, un ideal que nadie lo cumple al 100% pero actúa como un dispositivo de exclusión. Entonces todo quien no comulgue con estos valores o que sea un outsider de este ideal en espacios dominados numéricamente por varones, probablemente va a tener sus consecuencias. Este es el caso en particular de mujeres en ingeniería. Creo que esta construcción de masculinidad hegemónica actúa como limitando una frontera entre unos y otros, que hace que algunos se sientan como pez en el agua, en casa y otras probablemente no. La construcción de masculinidad en las escuelas de ingeniería está relacionada con la no pertenencia y con la experiencia negativa y nuevamente la extranjería de las mujeres en ingeniería y en carreras de ciencias.
En Chile existen programas que buscan facilitar el acceso de mujeres a carreras de ingeniería en algunas universidades. ¿Son suficientes estas medidas para cerrar las brechas de género en el área?
Existen programas de acceso prioritario de carreras de ingeniería en Chile. Me parece una muy buena estrategia, creo que estas medidas de acción afirmativas son necesarias, pero no son suficientes para terminar con la brecha, justamente porque no debemos descuidar el carácter complejo de este fenómeno, por ejemplo, el clima hostil no se soluciona necesariamente inyectando más mujeres. El indicador porcentual de mujeres versus hombres es un síntoma de algo, no es el problema en sí mismo. Muchísimas cosas buenas tiene el propiciar el acceso de más mujeres en ingeniería como por ejemplo en la Universidad de Chile, no solo entran más mujeres por la admisión especial que supone este cupo, sino más mujeres postulan. Entonces al parecer, el hecho de que postulen más mujeres en esa comunidad llama a más mujeres también, pero no podríamos decir que el problema está terminado, creo que por una parte están las estrategias de acción afirmativa que son necesarias, pero creo que también debemos acoger las otras estrategias de índole más sutil, con trabajos de sensibilización en temas de género a nivel transversal en las universidades, en especial en las escuelas de ingeniería, etc. La nueva ley que sanciona el acoso sexual en el ámbito académico es una excelente iniciativa en ese sentido también, no solo porque sanciona el acoso, sino también porque exige la formación y sensibilización en género y esto está amarrado de alguna manera a las acreditaciones de las instituciones. Entonces, también son necesarias otras estrategias que no solo traten de inyectar a más mujeres.
¿Cuáles fueron las principales conclusiones de su estudio con respecto a las brechas de género en ingeniería?
Esta publicación es una propuesta de marco conceptual sobre como abordar este fenómeno. El contexto de esto es que la mayoría de las investigaciones en Chile abordan este problema o bien de manera cuantitativa, es decir, dando cuenta de donde se concentran las mujeres, cómo es la participación de las mujeres, etc., que sin duda son necesarios o también estudios del momento vital que es la elección de carreras en donde los sujetos y sujetas de estudio son estudiantes secundarios. Mi intención era aportar con una propuesta de marco que respondiera a una estrategia de metodología cualitativa de investigación y que tomara en cuenta estos dos conceptos: nuevas masculinidades y pertenencia, pero el estudio empírico se llevará a cabo este año gracias a un proyecto Fondecyt que me acabo de adjudicar.
Referencia:
Vera-Gajardo, A. (2021) Belonging and masculinities: proposal of a conceptual framework to study the reasons behind the gender gap in engineering. Sustainability 1, 13, 11157. https://doi.org/10.3390/su132011157
Descargable en: http://www.anillomatematicasygenero.cl/publicaciones