En diciembre de 2022, la académica Sandra Ríos de la Universidad de Los Lagos, en la que ha trabajado por dos décadas, elevó una denuncia por acoso en el marco de la ley 21369, elaborada después del mayo feminista de 2018. Operaron los mecanismos definidos por la universidad y la instancia investigadora propuso las sanciones respectivas para el académico acusado. Sin embargo, el rector acogió la apelación del culpable y lo absolvió de todos los cargos. Y no solo eso, sino que también llamó a la afectada y le pidió que tuviera compasión con el victimario. A propósito de una carta pública que suscribió la doctora Ríos, organizaciones feministas de la academia dieron a conocer su opinión en la siguiente declaración y la Superintendencia de Educación Superior ofició a la Universidad de Los Lagos para que le entregue todos los antecedentes del caso a más tardar el próximo martes.